—¡La primera batalla del Ragnarok comienza! —Gritó Heimdal mientras retrocedía para que ambos participantes quedaran cara a cara.
—¿Acaso no merezco unas palabras de tu parte antes de empezar? —Le pregunta Artemisa a John con una voz suave y una actitud arrogante.
John desenfunda rápidamente su pistola derecha, apunta al pecho de la diosa y presiona el gatillo.
Artemisa en un abrir y cerrar de ojos bloquea la bala con su arco, cómo si supiera exactamente en donde colocarlo para evitar el disparo.—Deja de probarme y comienza de una vez, infeliz —Le replica la cazadora.
John retrocede y se oculta en lo profundo del bosque que hay en la arena.
—Así que eres un cobarde... —Susurra Artemisa para sí misma, mientras saca una flecha de su carcaj y la dispara con su arco hacia la hilera de árboles frente a ella.
La flecha es acompañada por una masiva ráfaga de aire a cada lado de esta, y atraviesa tres hileras de troncos, cortándolos por la mitad.
Artemisa ve cómo toda esa zona deforestada está vacía, sin ninguna señal de aquél humano.La diosa al percatarse que John se escondió mejor de lo que ella esperaba, dispara una flecha hacia el cielo que al alcanzar una gran altura y explota en un gran puñado de chispas doradas que cubren todo el bosque.
Artemisa logra ver la silueta de John, iluminada por las chispas de su flecha rastreadora, oculta tras un árbol.La diosa comienza a cargar su arco tranquilamente, acompañada de una sonrisa soberbia.
—Por un momento pensé que serías una presa digna... —Dice Artemisa mientras apunta su flecha hacia el árbol.
Pero tan pronto cómo la cuerda de su arco se termina de tensar para poder disparar, la corteza del árbol es perforada por una bala que impacta contra el brazo derecho de Artemisa, atravesándolo.
El fluido carmesí que se derramaba por la clara piel de la diosa dejó atónitas a todas las divinidades presentes. Un humano pudo sacar a la luz la sangre de una deidad.—¡A-Artemisa ha sido la primera en recibir daño! —Grita Heimdal al público, después de pasar salvia por la acción de John, que incluso a él impresionó.
Todas las personas en las gradas guardaron silencio por un momento, pues en toda la historia de la humanidad el hombre y la mujer se han sometido a la voluntad de sus creadores... hasta este momento, este momento en el que la humanidad por primera vez en toda su existencia se rebeló contra dios. Ese disparo que no sólo hiso un hoyo en la madera, sino que también en la carne de una divinidad, logró que los humanos pasaran de no hacer un sólo ruido a festejar con gritos de alegría y emoción el acto de John.
—¡Bien hecho papá! —Gritan al unísono las dos hijas del vaquero; Mary Elizabeth Billings y Jane Hardin.
—Papá tiene que ganar... —Añade John Wesley Hardin Jr. el único hijo del pistolero.
—Wow... el señor Hardin es un gran pistolero —Afirma un joven que carga un rifle Winchester, Billy the Kid.
—¿De qué hablas, niño? John Wesley es el mejor pistolero que ha existido —Dice un hombre de cabellera larga y mostacho, Wild Bill Hickok.
—Más le vale a ese hombre regresar con vida —Refunfuña Carolyn Lewis, segunda esposa de John.
—No subestimes a nuestro marido, querida —Le contesta Jane Bowen, primera esposa de John.
—¿¡Cómo carajos un arma humana pudo herir a una diosa!? —Pregunta Apolo, indignado e impactado.
—Eso es el volund —Contesta Zeus con una voz grave, quien se encontraba en el extremo delantero del balcón.
—¿Volund...? —Pregunta Apolo con una expresión de terror en su rostro—. Creí que era un simple cuento nórdico que le contaban a los niños dioses que no querían ir a dormir.
—¿Qué es el volund, cariño? —Le pregunta Hera, diosa griega del matrimonio.
—En resumen, es la habilidad que tienen las valquirias para fusionar su corazón y alma con los humanos, convirtiéndose en armas divinas para ellos —Contesta Zeus con una inusual serenidad.
Artemisa miraba con desprecio el ojo del forajido que la observaba fijamente por el astillado agujero del tronco; pues nunca en su vida había sido lastimada por nadie. Por lo que a ojos de todo el panteón griego, incluida Artemisa, ese demonio del oeste acaba de violar el cuerpo de la virgen del olimpo.
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Shuumatsu no Valkyrie: Red Winter
FanfictionEl destino de la humanidad depende del resultado de las batallas de 13 mortales contra 13 dioses en el torneo del Ragnarok.