Había pasado una semana después del incidente con Finn, y a pesar de que su comportamiento estaba echo para odiarlo, sus sentimientos hacia el no se habían tornado negativos. Más bien su curiosidad se había encendido e iba en camino hacia la escuela, esperando a chocarse de nuevo con el pelinegro.
Delilah siempre lucia algún vestido que le llegaba 2 dedos arriba de la rodilla, nada escotado, simplemente le gustaba ver como el vestido se alzaba al dar vueltas.
Comenzó a ordenar sus cosas en su casillero, aún buscando a Jaeden y Annie con la mirada, pero al parecer. Ambos se habían despertado tarde.
— Quiero verte en el gran árbol después de almorzar ¿Escuchaste? — susurró una ronca voz en el oído de la chica, haciendo que su piel se erizara. Reconoció aquella voz, Finn Wolfhard quería verla y su curiosidad no la dejaba faltar.
— ¿A donde vas? — preguntó Jaeden al ver que Delilah se levantaba de su asiento.
— Al baño...
— Bueno, si el baño tiene cabello rizado y fuma. — Dijo Annie al tomar de su jugo y alzando las cejas.
— ¡Sh! — tomó sus cosas y caminó hacia el patio de la escuela, donde se encontraba el Gran Arbol, el cual, sorprendentemente estaba vacío. Se recargó en el mismo mirando alrededor, esperando alguna señal de movimiento. Pero aquel llamado tal vez solo había sido un truco para que la castaña perdiera su tiempo.
Después de unos minutos decidió separarse del árbol, y al momento en el que eso sucedió alguien decido pasar su brazo por su cintura, pegándola hacia alguien más.
Y ahí estaba el pelinegro con el mismo aspecto ojeroso de siempre. Su ropa olía a cigarro algo que disgustaba a Delilah. Se encontraba a menos de 1 centímetro, sus respiraciones se mezclaban y solo podía observar la sonrisa llena de satisfacción que el contrario tenía en su rostro.
— ¿A donde piensas que vas, preciosa? — murmuró Finn encima de los labios de la castaña.
— A ningún lado, te estaba esperando — Delilah se apresuró a contestar con la voz más aguda de lo normal, lo que indicaba que estaba nerviosa.
— Ya veo... — el contrario pasaba la yema de sus dedos por encima del vestido de la chica, justo en la zona de su cintura, haciendo que la piel de la contraria se erizara, algo que el pelinegro disfrutaba de ver. — ¿Qué te pone tan nerviosa? ¿Eh?
— No estoy nerviosa...
— Claro y yo estoy sobrio. — respondió esbozando una sonrisa y se acercó más a ella levantándole el mentón, haciendo que sus labios rozaran. Esto provocó un sonrojo evidente en el rostro de Delilah y simplemente se separó.
— Necesito irme
— Nah solamente estás nerviosa y necesitas salir antes de hacer algo estupido conmigo, ¿No es así? — respondió Finn, tomando su cadera y pegándola más hacia el.
Delilah solo pudo asentir levemente ante su conclusión, y se quedó observando los ojos de Finn por unos segundos bastante largos para ella. Al sentir que la mano del contrario comenzaba a pasarse por su muslo. Se separó de el y comenzó a correr hacia su clase.
• • •
Al terminar las clases, Delilah salió acompañada de ambos de sus amigos, los cuales aún preguntaban sobre lo que había pasado con Finn.
— Sabes, hace dos días estabas llorando por una mariposa muerta y ahora te vas a comer a Finn Wolfhard
— Mentira, eso es mentira, Mentira — murmuró Delilah mientras caminaba.
Pero lo que ninguno sabía era que la obsesión que Finn había desarrollado por ella estaba creciendo, y miraba como caminaba mientras relamía sus labios.
— Uy, uy, claro. — dijo Annie con una sonrisa burlona provocando que los tres rieran.
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𝐇𝐞 𝐰𝐚𝐬 𝐚𝐧 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭 - 𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟𝐡𝐚𝐫𝐝
RomanceDelilah Harper siempre había tenido un conflictivo Crush en Finn Wolfhard, pero verdaderamente, nunca había considerado la posibilidad en que este llegara a verla como una opción, hasta que un día las cosas dan un inesperado giro.