SamanthaUn año, solo un año... ¿Es suficiente un año?
Quería desaparecer, quería salir corriendo a alguna parte sin destino y perderme. Que nadie me viera, mis ojos rojos, mis parpados hinchados y mis palabras mudas. Todo en mi era lamentable.
Anoche, fingí estar dormida para no ver a mi madre, para no salir y que ella me viera también. Había sabido lo delicada que era mi vida, y que ya tenia una fecha de caducidad, un año. ¿Es suficiente un año?
Hoy es mi cumpleaños, quizás el ultimo, quien sabe. Hoy debería ser un cumpleaños más, pero maldita sea, es el ultimo de toda mi vida. Entonces, ¿Qué debería hacer? Reír, disfrutar, hacer como si nada de esto fuera real e imaginar que la realidad es otra, o simplemente encerrarme y llorar mas por mi destino que ya esta escrito en la hoja de un diagnostico de hospital. Dos opciones, pero ninguna cambiaria mi final.
Mi mamá suponía que ya había despertado, por lo que no dudó en entrar en mi habitación con una bandeja llena de cosas para comer y beber. Un desayuno bien completo y una sonrisa en su rostro era un regalo de cumpleaños especial para mi, por su sonrisa. ¿Cómo podía sonreír así sabiendo lo que realmente podía pasar en un año mas? Ella era una mujer fuerte, al menos eso me había demostrado siempre, y era por eso que podía plasmar una sonrisa en su rostro sin ningún problema. Quizás por dentro estaba llorando, pero por fuera ponía su mejor expresión para hacerme sentir bien, y yo valoraba eso.
— Buen día princesa. — saludó acercándose a la cama y luego sentándose a un costado. — ¡Feliz cumpleaños!
Me senté apoyándome en el espaldar de la cama y esbocé una sonrisa con todo el esfuerzo que pude, quizás no con tanto éxito como lo hacía mamá, pero al menos no desperté su preocupación.
— Gracias, mamá — solté con la voz casi apagada — te amo. — Terminé mi frase y comencé a llorar pensando en la probabilidades de ser este mi ultimo cumpleaños quizás. No lo arruinaría, aunque por dentro estuviese muriendo, decidí soportar el dolor de mi alma y sonreír, porque eso seria mejor que encerrarme y llorar durante todo el día.
— También te amo, hija — respondió acariciando mi cabello. — Siempre voy a hacerlo.
— Eres una mujer muy fuerte, ¿lo sabías? — comencé a decir tomando sus manos con delicadeza — te vi criarme sola, sin ayuda de nadie. Cada vez que necesité un abrazo, una amiga o cualquier cosa siempre estuviste. Me siento afortunada de saber que mi mamá es una mujer tan hermosa y valiosa. Siempre mantente fuerte, pase lo que pase, yo siempre te acompañaré.
Sequé mis lagrimas y me contuve para no llorar mas, aunque por momentos parecía fallar pero con mucho esfuerzo volvía a mantenerme alegre. Sentía como si mi sonrisa fuese una mascara que ocultaba mi verdadero yo.
Mas tarde, luego de compartir con mamá toda la mañana, yendo de compras, y recordando viejos momentos de mi infancia, recibí la visita de mi mejor amiga. Mandy estaba hermosa y con una mirada llena de cariño que resplandecía en su rostro. Me hacia pensar en lo hermosa persona que era, con ella había ganado un gran tesoro en la vida, no habían dudas.
— Hola, Sam ¡Feliz Cumpleaños amiga! —. Saludó ella abrazándome con fuerza.
— Gracias Mandy, estoy feliz de verte — agradecí mientras correspondía a su abrazo. De verdad estaba feliz de verla, quería ver a todos mis amigos en realidad.
Nos separamos y vi su sonrisa tan perfecta, espero que mantenga siempre esa sonrisa genuina que tanto ilumina a todos a su alrededor. Sé siempre feliz, mi mejor amiga.
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Te Busco Entre Páginas
JugendliteraturUn escritor anónimo de libros, que ha ocultado su identidad por años, se ve envuelto en una difícil relación con una lectora. Esa lectora sueña con tener un amor de libro como todas las que ha leído, y aunque a veces la vida puede golpearnos duramen...