Aviso 1; Voy a cambiar un poco los hechos Aviso 2; Para quien no conozca la serie y la quiera ver, está muy corta y está en Netflix Stranger from hell ---------------------------------------------------
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Jong Woo estaba afuera del complejo de departamentos de su novia, observando con dolor como su querida Ji Eun salía del auto de su jefe y "amigo", su amada estaba por irse a su complejo pero el contrario le ofreció ir a tomar una cerveza a su cuarto, bueno, su objetivo era llegar al cuarto de la chica, ¿y qué respondió la dulce JiEun? reclinó la invitación ¿excusa? una compañera de cuarto, no porque tuviera novio, no porque no quería nada con él más allá de una amistad, no no no, de todas las excusas del mundo sacó una tan débil.
JongWoo estaba sin aliento y con una rabia de los mil demonios, quería tomar una piedra y estrellársela en la cabeza a JaeHo, ese hombre que hacía pasar como su amigo cuando le convenía, un maldito doble cara, cretino, egocéntrico y otras mil cosas, su sangre le hervía y su cara se estaba poniendo roja, le dolía, demasiado, pero no se podía quedar ahí, así que se fue del lugar con una rabia, una tristeza, un dolor... tremendos.
Llegó al estudio, ese maldito estudio, el infierno sobre la Tierra, se podían ver unas enormes letras que decían "Estudio Edén", de mala gana subió las escaleras y una vez en su pasillo entró a su unidad, la 303 para ser más precisos, se sentó unos momentos en la dura cama y se puso a meditar todo lo que había pasado, ya con la sangre un poquito más fría decidió ir a la azotea por un poco de aire frío, subió sin tener ningún percance, no había ni rastro de sus extraños vecinos, por un lado le agradeció a quien sea que estuviera allá arriba y por el otro lado esto le dió mala espina, era como si todo el lugar estuviera desierto y nadie estuviera ahí, era como si estuvieran tramando algo siniestro, pero bueno, seguramente solo se trataba de su ansiedad causada por ese horrible lugar.
Una vez arriba comenzó a contemplar el paisaje que brindaba la ciudad de Seúl, tenía su magia, en fin, estaba pensando en su hermosa y amada JiEun coqueteando con el maldito de JaeHo, estaba que explotaba de rabia, pero todo eso, todos esos sentimientos desparecieron al escuchar una de las voces que más le aterraba, si no que tal vez fuera la única que le provocaban ese sentimiento -¿No querías matarlo cuando viste a tu novia salir de su auto?- era ese hombre, ese tal MoonJo, ese dentista terrorífico pero ¿qué? ¿cómo sabía?. -Eso no es de tu incumbencia- esbozó con ferocidad, preparado para gritarle si era necesario, pero en el fondo estaba aterrado, tanto que realmente no podía mover ni un músculo, como estába dándole la espalda a ese horrible hombre escuchó con tremendo horror sus paso acercandosele y luego sintió como esos helados y largos dedos se colocaban con delicadeza en su cintura y el cuerpo del dentista lo recargaba en el barandal ,ese fue el colmo, intento darse la vuelta pero se dió cuenta de que realmente sus dedos estaba aferrados a él inmovilizandolo como un ancla, quiso luchar pero conforme más se movía más se incrustaban sus dedos causándole algo de dolor -¡Suéltame!- gritó con un poco de terror ahogado en un intento de voz furiosa -lo lamento cariño pero no puedo hacer eso- este ya traspasaba el colmo, intento una vez más pero lo único que logró fue que su agresor lo pegará más a su frío cuerpo a la vez que lo estampaba más al barandal, provocando una postura demasiado peligrosa, un paso en falso y caería hacia su muerte que lo esperaba con paciencia en el duro y frío pavimento, el de cabellos más largos estaba helado como si de un cadáver se tratase.
Presa del pavor de estar en esta situación comenzó a mostrar signos de debilidad y aún más cuando sintió la respiración del contrario sobre su cuello, su semblante había cambiado a uno aterrorizado, su respiración se había vuelto agitada y su corazón latía a mil por segundo, sus ojos inquietos buscaban una salida de esa bochornosa escena pero se congeló cuando una de las manos del dentista se alejaba de su cintura y ahora se acercaba peligrosamente a su cuello y con la palma de su gélida mano tocaba su débil y caliente piel, se quedó quieto ya que estaba entre la espada y la pared, después, lentamente el dentista quitó su otra mano de su cadera y la instalo en su pecho, para ser más precisos, por dónde estaría su corazón y dulcemente le susurró al oído -sí que estás asustado- soltando una siniestra risita y comenzando a masajear su pecho mientras que con la contraria le apretaba un poco por dónde se encuentra la laringe, con terror alzó las manos en signo de rendición.
El mayor pareció entender el gesto pero en vez de soltarlo lo alejó del barandal y le apretó con su mano la quijada y la alzó de modo de que su oreja derecha estaba más cerca de sus labios -shh shh shh- intentaba tranquilizarlo mientras seguía masajeando su pecho como si de un crío se tratará.
En el pasillo se escuchaban los gritos de auxilio de JongWoo mientras era arrastrado por el sucio suelo de una pierna por MoonJo, una vez que llegaron al cuarto del chico el dentista lo levantó con rudeza y una vez abierta la habitación lo arrojó con brusquedad hacia el escritorio que tenía, provocando que JongWoo se diera un fuerte golpe contra la madera y cayera aturdido al suelo, el de cabellos más largos lo volvió a levantar y lo tiró en la dura cama para después ponerse encima de él inmovilizandolo -¡Por favor! ¡Suéltame!- gritó con desesperación una vez más volviendo a ser respondido por la misma frase "-lo lamento cariño pero no puedo hacer eso-" en un arranque de irá gritó con sus últimas fuerzas -¡¿Por qué?!...
[[¿No te lo dije?]] [[Una vez que muerdo no lo dejó ir]]
Y una vez dicho eso, JongWoo contempló horrorizado como la puerta de la unidad en la que estaban se cerraba lentamente dejándolo sin escapatoria...
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