2. Una Tormenta, Un Llanto

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He viajado a diferentes lugares, cada uno de ellos han sido increíbles, pero nada como mi corazón, para llegar a el se necesita mucho más que un auto, un avión o un barco, si usas un submarino lo mas probable es que tampoco lo encuentres, para mi es tan fácil como deslizarme a través de un tobogán, para aquellas personas que mi propio corazón se ha mostrado delante de ellos es tan fácil como cautivarlo cada instante mostrándole otro corazón necio y bueno. En muchas oportunidades he visto a mi corazón saltando de alegría junto a otro, también lo he visto llorando junto a otro corazón, en esos momentos pienso en lo necio y lo bellos que son.
Aun recuerdo la última vez que saltabas de alegría dentro de mi, yo pensaba que en cualquier momento te desprenderías y te irías detrás de aquel corazón, aunque me hubieras dejado solo te entendería, te dejaría seguir acompañado de aquel corazón, pero no se porque te quedaste, mi terco corazón la tristeza otra vez te persuadió, así como persuadió a alegría, pues antes de llegar a ti alegría se marcho, encontramos a tristeza en el camino y ella se quedo acompañandome.
Puedo escuchar ahora tu llanto en cada rincón, en la entrada a tu atmósfera puedo percibir, si, y también puedo ver la tormenta que hay sobre ti, aun recuerdo aquella ultima tormenta, aquel último llanto, solo que esta tormenta es diferente, esta tormenta no la controlas tu, mi necio corazón, en este momento puedo entender lo mucho que darías por despejar las nubes de la tormenta y así observar por última vez esa estrella que te cautivó. Desde tu superficie puedo sentir el frío del anochecer el mismo frío que emite mi necio corazón, si aun queda un lugar cálido dentro de ti lo buscaré por cada rincón hasta llegar a tu centro, y si allí no lo encuentro yo mismo te calentaré y te consolaré, yo enviaré la tristeza a un lugar alejado y traeré conmigo a la alegría, escucha mi necio y pobre corazón, yo aun sin ti no he encontrado la manera de vivir. Mi hermoso corazón, tu lloras por tener una estrella cuando mi estrella eres tú, si, tu eres una estrella maravillosa, tu brillo supera al del sol, en algún lugar hay otro corazón que te observa como tú a esa estrella, que espera cada día tu brillo y cuando tus noches se llenan de tormentas desea tu calidez.
- La tormenta me asusta.- escuché tu dulce voz-.
- No debemos temer a lo que nosotros mismos hemos creado o permitido.- dije intentando ser tan dulce como tu-.
- ¿Aun cuando te hiere?
- Si lo que creaste te hiere, entonces fue que no lo creaste para ti, aunque sea una tormenta la sabrás apreciar.
- Hablas como sí nunca has llorado por ninguna razón.
- La única razón de mi llanto ha sido transformar en lágrimas el dolor, el miedo, la tristeza y los recuerdos, mis sentimientos se deslizan por mis mejillas junto a las lágrimas.
- Yo transformo ese dolor en tormenta, esa tormenta que ahora puedo notar en tus ojos, una lluvia que cae en forma de lágrimas.- fue la ultima respuesta de mi corazón antes de sumergirse nuevamente en su llanto-.
Mi necio corazón, solo el silencio acompañó ese momento, si tu lloras yo también debo llorar, aunque llorando yo puedo reír, quizás al verme reír te olvides de tu dolor, es muy tarde para buscar el camino hacia tu centro, debo esperar el día para continuar mi viaje, de lo contrario el frío de la tormenta me mataría en medio de una lluvia y privado de ver la belleza de mi corazón mientras observa una estrella, yo desearía mostrarte mi cielo en este momento, en el hay millones de estrellas, quizás alguna puede ser especial para ti, pues para mí todas son iguales y observarlas solo me recuerdan tantas estrellas que parecían alcanzables y con el tiempo supe que eran lejanas. Quizás por eso llora mi corazón, seguramente piensa que tenia una estrella y ahora la perdió, mi necio corazón debes entender que ninguna estrella se puede poseer, mucho menos la poseerás a la distancia, si tanto la amas la soltarás, ella esta destinado a permanecer brillando en el cielo y nosotros a volar con los pies sobre la tierra.

Viaje al Centro de Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora