Los Días Están Llorando

Capítulo I: Bienvenido a Casa

Era un Día Como Cualquier otro de verano, que se estaba terminando. Nos acabamos de mudar a una casa nueva. De una pequeña a una más grande. Mi familia sentía que estaba bien la casa, pero faltaba algo, un nieto era muy apresurado, pero había algo que estaba pendiente en nuestra lista de deseos, una mascota.

No era algo tan necesario pero era un vacío que había que llenar ya que no habíamos tenido una mascota antes. Económicamente estábamos mucho mejor que hace unos años y ya estamos todos grandes. La idea de una mascota nos sentó bien a todos. Era algo que todos tenían casi, y era algo que los faltaba.

Para nuestra sorpresa, mi tía tenía una amiga que tenía una perra que estaba por parir, y mi tía sabía de nuestra situación. Con lo cual pensó en nosotros y dijo que nos iba pedir un perro y que cuando tenga la edad como para poder ser trasladado de un lugar a otro, nos lo dará. Nosotros estábamos contentísimos, no podíamos esperar para tenerlo en nuestros brazos. Jugar y vivir tranquilamente.

9 de Febrero del 2020
Han pasado 2 meses ya. Nuestro perro estaba a punto de llegar a nuestros brazos, A nuestro hogar. Hace unos días que veníamos peleando por un nombre, que hace una semana se terminó de decidir, y el Nombre del Cachorro será Millo (Milo). Esa misma tarde compramos mucha comida para cenar y festejar la llegada del él.

Veo llegar a mi tía y a mis primos, y estábamos muy emocionados, por fin íbamos a tener al lado nuestro una mascota. Nos saludamos pero toda nuestra alegría estuvo depositada (al menos esa noche) en él. Miren Nomas su carita.

Bienvenido a Casa, Milo