-Sabía que vendrías- dijo Jisoo sin mirarlo cuando sintió las pisadas aproximarse, ya que estaba enfocada en ver la leve corriente que tenía el río Han.
Namjoon se acercó sonriendo y con las manos en sus bolsillos, no hacía frío, pero su cuerpo creía lo contrario.
-¿No nos vemos hace un año, no?- preguntó el chico agachándose lo suficiente para depositar un beso en la mejilla, demorandose un poco más de lo normal.
-Si, hace un año en el mismo lugar- dijo Jisoo perdiéndose unos segundos en sus pensamientos, aunque sintiendo como se aguaban sus ojos hasta derramar la primera lágrima.
Sus piernas comenzaron a fallar con los primeros sollozos, necesitando de ayuda de Namjoon para quedar sobre el suelo delicadamente.
-¡¿Por qué lo hiciste, Jin?!- gritó desgarradoramente al tener el alma herida- ¡¿Por qué me dejaste sola?!.
Los brazos de Namjoon cubrieron el cuerpo de la menor para tratar de disminuir sus espasmos, pero sólo obtuvo que Jisoo llorara más fuerte contra su pecho.
-Yo también lo extraño...-murmuró Namjoon mordiendo su labio para no romperse, pero fue inevitable.
Ahí estaban ambos, sujetándose sus corazones destrozados por la ausencia de una misma persona, tratándose de soltar todo aún cuando sabían que volverían a lo mismo el próximo aniversario de muerte de Jin.
-Era un esposo ejemplar, ¿sabías que quería que fueras el padrino de nuestro hijo?- dijo Jisoo sonriendo innatamente al comentarle aquel plan, que lamentablemente nunca se concretó.
Namjoon asintió como lo había hecho el año anterior, y el anterior a ese, y el otro antes...
Era el único recuerdo que Jisoo repetía cada año para fortalecerse, se podría decir que era como un mantra para evitar por unos momentos la soledad.
Y para evitar la culpa del suicidio de su difunto esposo.
-Creo que podríamos mantener el contacto -dijo Namjoon tomando suavemente las manos de la menor, aún cuando ella se estaba levantando para marcharse.
Jisoo lo miró con una sonrisa que no llegaba a sus ojos- Quizás no sea mala idea...
Namjoon asintió aún cuando sabía que era una frase para tranquilizarlo y que dejara de insistir.
-No me arrepiento de lo que pasó Jisoo, esa noche fue especial para mi- confesó por primera vez aquella infidelidad que destruyó a tres personas.
-Y a mi me gusta creer que sí- afirmó Jisoo antes de marcharse y tratar de calmar a su atormentado corazón.
Fin
