Taehyung
El día está soleado y los árboles se mueven hacia todos lados por la ventisca que hay. Me mantengo callado durante todo el camino presionando la mano de Jungkook entre la mía, queriéndome asegurar de que realmente esto está pasando. Y cuando llegamos al aeropuerto fue como el balde de agua fría que necesitaba para darme cuenta de que esto en verdad está pasando.
Nos separamos.
Duele...
Tomo una respiración lenta y cuando estamos dentro, lo abrazo fuerte, beso sus mejillas, su nariz, su frente, su mentón, sus labios, todo lo que puedo besar sin que lloremos como niños.
Sus ojos lucen más pequeños que de costumbre y sé que ha llorado, no quiero verle así.
—No llores —pido en un susurro poniendo mis manos en sus mejillas. —. No lo hagas, no llores.
—Te voy a extrañar mucho —murmura sorbiendo su nariz y me pierdo en el tono que ha usado, y en sus ojos tan bonitos que ahora están llorosos.
—Yo también, cielo —dije asintiendo. —. Te voy a extrañar muchísimo... pero esto no es el final de nuestra relación, ¿de acuerdo? El tiempo pasa rápido, vendrán las vacaciones y eso.
Él asiente y aprieta los labios. Humedezco mis labios antes de presionar mis labios con los suyos aun cuando estamos en un lugar público. Es un beso amoroso, y lento.
Me sabe a poco.
No es suficiente.
Lame mis labios al finalizar el beso y y me río contra su boca porque joder, lo voy a extrañar demasiado. Extrañar estas cosas, extrañar su voz ronca al despertar, extrañar sus ojos pequeños por dormir, extrañar su risa cuando le asfixio con besos. Lo voy a extrañar mucho.
Entonces me pican los ojos y me obligo a mi mismo a mantenerme fuerte por los dos, porque sé que si lloro con él, se quedará porque es muy terco.
Yo no quiero que se quede si no cumple sus sueños. Ni siquiera por mí. Primero es él.
La voz de la mujer que indica los vuelos próximos suena por todas partes, y me vuelve a abrazar suspirando tembloroso.
—Que te vaya bien en el vuelo, cuando llegues me escribes y por favor, Jungkook-ah, alimentate bien —beso su boca y luego me separo cuando oigo los pasos de nuestras hermanas detrás.
Soomin abraza a Jungkook y sé que también lo extrañará porque se encariño mucho con él.
—¡Te extrañaré, Jungkook oppa! —le abraza las piernas y yo me río de vuelta.
—Yo también, Soo. Te cuidas mucho —dice mi novio peinando su cabello. La hermana de Jungkook se acerca a abrazarlo y yo no escucho nada de lo que dicen porque me concentro en ver a mi novio.
La voz suave una vez más y sus ojos se cristalizan, nos da un ultimo abrazo y yo sonrío tratando de calmarlo. —Te amo, mi niño.
—Yo también —murmura asintiendo. Camina hacia las escaleras y sube sin voltear. En ningún momento voltea porque sabe que si lo hace nos pondremos a llorar los dos. Pero yo estoy dispuesto a esperar por él.
•••
Cuatro meses después
—Me siguen los paparazzi, es una tortura —digo peinando mi cabello hacia atrás mirando a mi novio por la pantalla del computador. Su rostro se ve iluminado por la luz de la laptop, y puedo ver las pequeñas ojeras que tiene.
Jungkook está más guapo que nunca a pesar de las ojeras que tiene. Su cabello está más largo y se ve muy oscuro desde aquí, por no mencionar que ahora tiene algo que no sé en qué momento lo hizo, ni con el permiso de quién, pero que le queda muy bien.
Está tatuado en un brazo.
—Ay, pobre de ti... yo tendré una presentación en una semana, estoy muy nervioso.
—Aunque te he dicho otras diez veces que no debes estar tan nervioso porque eres excelente.
—Es porque no haz visto el nivel de los de aquí, son... muy talentosos —dice acercándose un poco hacia la pantalla. —. ¿Tae desde cuándo usas ropa tan...transparente?
Me miro hacia abajo y frunzo un poco las cejas, me muerdo el labio por sus notorios celos.
—Es de la colección nueva, amor, me la estaba probando —digo riendo.
—Mh, bueno. Te queda bonita, va contigo
—La hice yo —recalco y él se ríe arrugándo su nariz y luego hace un mohin.
—Te extraño mucho, ya quiero que sea navidad para verte... —murmura triste. —. Vivir a base de esto es difícil... se me cansa la mano
Entiendo a qué se refiere mi pequeño pervertido y pasamos una media hora hablando de cosas sin sentido recordando todo lo que hemos pasado y cómo inició nuestra relación.
En algún momento estamos tan cerca de la computadora, que lo único que logro ver bien es su piel blanca y sus lindos ojos. Como si así pudiésemos estar más cerca.
—Profesor acosador, ¿cómo sabias que iba a caer en tu jueguecito?
—Porque yo te conocía de antes, pero tú no a mí y sabía que te gustaría —él rueda los ojos y luego se sonroja un poco.
—¡Eso te hace más acosador! Aún así... cuando me castigabas en el salón era emocionante, nunca pensé que esas cosas me gustarían
—Cuando quieras te puedo volver a castigar...solo faltan unas cuantas semanas para que vengas y seas todo mío de nuevo
—¿Y volvemos a ser el profesor y el alumno? —pregunta sonriendo.
—No sabia que te gustaban los juegos de roles, Jungkook-ah —digo pensando. Él sonríe aun más grande y yo de verdad no imagino cómo sería mi vida sin él. Lo amo, lo amo tanto que duele.
Entonces él se acerca más a la pantalla para susurrar. —Toqueme, profesor Kim.
Fin
Amigos, este es el final y estoy MUY contenta con todo el apoyo que le han dado, y es que me encanta que les guste algo que yo escribo:((
Sé que todos imaginaban así todo un final feliz pero recuerdan que no le quería meter al cliché? Por eso decidí poner este final.
Ya en el epílogo todos los unicornios y soles, arcoiris y todo lo que ustedes y Soomin quieran ^^
Los quiero muchísimo gracias por todo:(
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Tócame | Vkook+18
Fiksi PenggemarKim Taehyung era el dulce profesor de literatura, un hombre culto y lleno de tantas cosas buenas como malas. Su clase en la universidad de Seúl era de literatura, y no había nada que le gustara más que enseñar eso. Él era lo contrario a problemas...