Culpable Tentación [Caché]

Capítulo 45 - "Lo está haciendo a propósito"

"No tengo porque soportar esto" Poché se recordaba a sí misma. "Mucho menos en mi empresa". Era más fácil decirlo que hacerlo, no podía encontrar la fuerza de voluntad necesaria para levantarse de su silla e ir a terminar su almuerzo a otro lado, lejos de esta situación que bastante la estaba incomodando, aunque si tenía la motivación justa para hacerlo; ¿Desde cuándo Calle y Natalia se volvieron tan unidas? Si mal no recuerda, Juan Carlos le había dicho que la joven le tenía un poco de miedo a la abogada, pero por lo que veía al parecer había podido superar eso con facilidad. Pues, sería raro que compartas tanto tu espacio personal a una persona que le temes.

Hace unos minutos, cuando Natalia llego a su oficina para reunirse con Calle con la idea para preparar su declaración para la corte, Poché decidió no molestar a ambas chicas y salió de la oficina, también decidió ir a almorzar junto con Paula para matar un poco de tiempo. No contó con el hecho de que Calle y Natalia entrarían a la cafetería de la empresa minutos después. Aunque debió haberlo sospechado, su paranoia le impedía ver algunas cosas por más obvias que sean.

—No tengo porque soportar esto. —Esta vez sin darse cuenta lo pensó en voz alta.

—Exacto. —La voz de Paula la saco de su trance. —Solo debes ir hasta ahí y decirles que vayan a toquetearse a otra parte. —Poché se sorprendió con lo que su amiga le acababa de decir. — ¿Qué? Eres muy fácil de leer, tus expresiones de disgusto te delatan.

—Yo no estoy disgustada...

—No, claro que no, tienes razón. —Tomo un sorbo de su botella de agua. —Estas celosa.

Era difícil responder cuando ella había dado en el punto, y aunque sus palabras no le hayan dado a Paula la respuesta que esperaba, sus expresiones si lo hicieron. Ni siquiera había tocado su almuerzo, no podía despejar la vista de las chicas que estaban a unos metros de distancia. Poché si sentía celos, pero también bronca, porque hace apenas un día le había confesado a Calle una verdad que estaba segura que cambiaría las cosas para bien, pero lo único que ella hizo fue jugar con ella y luego tratarla con indiferencia como si nada hubiese pasado. No estaba dolida, estaba enojada.

—¿Crees que se gusten? —Pregunto su amiga.

—Claro que no. —Dijo intentando convencerse más a su misma que a Paula. —Por lo menos, no creo que a Calle le guste.

—¿Estas segura? Porque desde aquí presiento que está a dos segundos de follarsela sobre la mesa.

Poché se tomó un momento para mirar con más atención a Calle y Natalia, intentando buscar algún detalle de su comportamiento que tal vez había pasado por alto. Pero solo podía sentirse a ella misma irradiar más odio cada vez que veía como Natalia reía de los chistes, probablemente malos, de Calle, o como la joven bailarina parecía acercarse más a su abogada conforme iban tomando más confianza con su conversación. ¿No se tenían que reunir para hablar sobre el juicio? Estaba segura que en la corte no te permiten reírte de esa forma, en ese momento deseo poder escuchar de lo que las jóvenes estaban hablando.

Cada pequeño movimiento encendía una nueva chispa de bronca en su interior, podía jurar que lograba leer los labios de Natalia y ver como los halagos sobre lo hermosa que Calle era se escapaban de sus labios, podía jurar que la mirada de la abogada estaba fijada a la altura de los labios de Calle, podía jurar que la forma en que ella se mordía el labio inferior cada vez que Calle hablaba era a causa de la enorme tentación que sentía. Lo sabía porque ella también había pasado por eso cuando recién comenzó a relacionarse con la muchacha.

Y luego pudo notar otras cosas, como por ejemplo la forma en que Calle evitaba la mirada de Natalia a cualquier costo, a veces pretendía jugar con la comida en su plato, otras veces llegaba al límite de jugar con las puntas del cabello de su abogada, incluso llego al límite de voltear su cabeza cuando Natalia se acercó demasiado para susurrarle algo, y en ese momento su mirada se encontró con la de Poché al otro lado de la cafetería. Y su sonrisa llena de maldad la delato.