Una extraña llega a la ciudad, era diferente, una intrusa, pero eso fue suficiente para captar la atención de todos, sobre todo de estos 5 chicos, completamente diferentes en aspecto y personalidad, que con suerte se habían dirigido la palabra. Y su...
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— Segura que estás bien con que llegue más tarde hoy, sabes que puedo cancelar. No es una obliga...— le digo a por teléfono a mi abuela pero ella me interrumpe.
— Rory todo está bien, ve y diviértete — me llama por mi apodo. — Suerte, te quiero — habla.
— Yo también te quiero abue — digo antes de colgar. Guardo mi teléfono en mi bolsillo y me siento en una la acera a esperar a Corey.
Este prometió que hoy me llevaría a las audiciones para teatro. Me contó también, que el actuaba y se encargaba de algunos guiones, a lo que le respondí que amaba escribir y también actuar pero que no tenía la personalidad suficiente para hacerlo, pero me terminó convenciendo de que vaya igual por lo menos para probarme a ver si puedo ser parte de los guionistas.
Veo a lo lejos a Sabrina, quien se veía un poco apagada pero aun así tenía su brillo habitual, a su lado estaba Gina quien tenía su ego en las nubes como lo habitual, y al otro lado Madeline a quien no conocía mucho, solo sabía que era la prima de Corey porque él lo mencionó ayer.
Todas deslumbrantes como siempre, no puedo decir que no tenía un poco de envidia, sobre todo de Sabrina. Ósea la pelinegra había salido con Lincoln por todo el año anterior, lo cual significa que debería verla como una amenaza ya que salió con el chico que me gusta, pero es imposible hacerlo, es un amor de persona. Además ya no hablaban, así que ambas estamos en fase 1.
— Ahí estas — oigo la inconfundible voz de Vicent acercándose a mi.
— Aquí estoy — le respondo regalándole una sonrisa.
— ¿Estas segura de que te quedarás? — pregunta alzando ambas cejas.
— Si, quiero intentarlo — le respondo poniéndome de pie, quedo en frente de él.
— Bien, cualquier cosa — hace un gesto raro con sus manos, y le miro confundida ladeando levemente la cabeza — Es un teléfono, llámame — me dice explicando el símbolo.
Eso claramente no era un teléfono.
— Lo haré, me envías un mensaje y porfavor pasa a ver cómo está mi abue — le pido poniendo ojos de gato con botas.
— Esta bien — se acerca a mi y me da un abrazo — Suerte — dice antes de encaminarse a su auto.
Justo cuando Vicent se marcha, llega Corey.
— ¿Lista? — es lo primero que dice.
Veo sus rulos diminutos a contra luz lo cual hace que su cabello se vea más oscuro de lo que en realidad es.
— Eso creo — respondo dudosa.
— Ven vamos — Toma mi mano causando que una corriente eléctrica recorra mi cuerpo y tira de ella guiándome.
