Durante el invierno en el que se vivía en los nortes más aislados de Europa hacía siempre un frío que se te calaba entre los huesos, aun teniendo cinco abrigos uno sobre el otro, el frio siempre te jugaba en contra.
Ante este incontrolable clima, era casi imposible salir para los habitantes de
aquel tempestuoso lugar, sin embargo, siempre había una pequeña chica que salía por las tardes cuando no hacía tanto frío y caminaba vía su nueva aventura hasta cansarse y tener que volver a su casa antes de que anochezca.El día de hoy fue cuando ocurrió su más grande aventura, salió de su casa bajo la excusa de buscar frutas para traer.
Junto con su maleta bajó hacia la parte más deshabitada del bosque, cabe aclarar que no era un lugar peligroso, pero no había tenido la oportunidad de ir porque según su madre podría encontrarse con un animal peligroso pero ella desde hace mucho quería explorar la parte baja del bosque. Mediante cuidadosos pasos llego a lo que parecía ser un rio de cristalinas aguas, las más hermosas que pudo ver jamás.
Se distrajo tanto con el hermoso río frente de sí, que no noto cuando este empezó a moverse dando a entender que algo había irrumpido las pacificas aguas.
Se volteo por reflejo, para
intentar ver algo, pero tras ella no había nada, era el agua versus el viento haciendo una corriente de agua de la cual bebió con tantas ansias como si la hubiera llamado. Pero sorpresa es lo que aparecía en su rostro, ya que luego de cerrar los ojos mientras bebía el agua, los abrió de nuevo estando sentada en la
sala de su casa, por lo que se sintió muy confundida, y lo único que recibió de su madre a cambio cuando la vio salir de la cocina fue un ‘Te dije que no salieras al bosque bajo'.-AD.
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☀︎︎𝑬𝒍 𝒃𝒐𝒔𝒒𝒖𝒆 𝒃𝒂𝒋𝒐☀︎︎
AdventureLa curiosidad sé comió al gato. Niños, háganle caso a sus padres.