El demonio de manos calidas

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He despertado, todo está a oscuras, no logro notar un rayo de luz de ningún lugar, intento levantarme pero se nota una tarea muy ardua, mi cuerpo no responde como deseo y siento mi pecho muy pesado. Estoy sobre una cama, se siente bastante suave pero muy incómoda al mismo tiempo, logro bajar de la cama e intento caminar recostándome de las paredes, me siento realmente débil, pesada, pero con esfuerzo encuentro una puerta y salgo de aquel lugar. Hay un pasillo con unas cuantas puertas a los lados, bombillos y lámparas a lo largo pero el lugar está muy oscuro, apenas puedo notar algo, mi vista está muy borrosa, como si tuviera una venda en mis ojos, camino a través del pasillo, a pesar de ser una distancia muy corta, demoro mucho en atravesarlo, al llegar a lo que parece una sala de recepción miro a los lados, no puedo distinguir mucho, pero parece ser una sala de hospital, pero, logro visualizar a una silueta, la silueta de un pequeño niño, él está llorando y está gritando, o... Eso creo, parece ser un nombre, de hecho, ahora que lo pienso, no recuerdo mi propio nombre, no recuerdo nada realmente, no sé qué ocurrió ni como llegue aquí, no distingo lo que esta diciendo, mi oído está muy bajo, solo escucho sus gritos como un leve susurro, quisiera acercarme, pero la verdad siento mucho miedo, solo quiero salir de este lugar, quiero saber que me ha ocurrido.

No entiendo nada, quiero salir de aquí, intento hablarle al niño, pero no puedo hablar, quiero gritar, no logro articular ni un solo sonido, solo sigo caminando y veo un haz de luz bajo una puerta, muy brillante, es muy fuerte pero solo esta ahí, no irradia nada de luz a la habitación, esta ahí, muy cerca, cuando logro llegar volteo mi mirada hacia ese niño, el ya no está solo,  dos personas mayores están con él, creo que son sus padres, eso me hace sentir mejor, él no este solo es reconfortante de alguna manera,  pero... ellos también lloran, es una sensación muy extraña, me siento muy triste por ellos, como si fuera mi culpa, están llorando por mi culpa, esta vez no intento hablarles, sé que es inútil, y simplemente no quiero acercarme a ellos, siento que no debo acercarme a ellos solo volteo y abro la puerta, la luz es muy fuerte, demasiado, me golpea en el rostro como un puñetazo, mi cabeza me duele, caigo al suelo y cubro mis ojos con mis manos, pero todo cae a oscuras repentinamente, todo está en completo silencio, un silencio morboso, como la penumbra de un asesino justo antes de tomar a su víctima, hay alguien aquí conmigo, pero no logro verlo realmente, yo solo lo sé.

Entro en pánico, siento mucho miedo, creo que cualquiera sentiría miedo en una situación semejante, no logro ver nada, solo sé que hay alguien conmigo en este lugar, volteo hacia la puerta, pero ya no está ahí, ha desaparecido, solo esta una pared plana, me recorro hacia atrás y me quedo contra la pared, mantengo mi mirada fija en donde siento que él está, intento hablar de nuevo y esta vez lo logro, en un tono muy bajo, pero logro hablar, mi voz esta temblorosa y se puede notar mi miedo con mis palabras.

« ¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres? » -- no responde

« Responde ¿Qué es este lugar, en dónde estoy?» - «Respóndeme!» grito desesperadamente, mi voz es fuerte, se escucha claramente, pero el sigue sin responder, escucho sus pasos, se está acercando y logro distinguir su silueta, me retraigo aún más, presiono con mis manos el suelo y mi espalda contra la pared, con todas mis fuerzas, como si fuera a atravesarla con mi cuerpo, pero realmente ya no siento miedo, al menos no de él, esta frente a mí se siente muy familiar, repentinamente, él toma mi mano, su mano es muy cálida y se siente extrañamente reconfortante,  alzo mi mirada y lo veo, puedo ver su rostro, yo lo conozco, solo, no recuerdo quien es, me levanto y escucho los gritos, los gritos del niño, aún está gritando, es mi nombre, lo recuerdo, mi nombre es  Sarah, Sarah Wydour

«No te vayas por favor» escucho sus palabras-         

¿Qué has dicho?«Por favor no te vayas»-         

¿Qué es lo que quieres? ¿Dónde estoy?«Solo quiero lo que es mío, aun quiero tenerlo»-         

¿Pero que dices? ¿Qué es lo que quieres?« ¿Qué está haciendo? » introdujo su mano en mi pecho, su mano tibia ha atravesado mi pecho, es un demonio, un monstro, pero no duele, solo es una sensación muy extraña,  está tomando algo de mí, es mi corazón lo está tomando, pero… Hay otro, hay otro corazón dentro de mí... Es suyo, es su corazón, tengo su corazón, pero... Él no ha tomado el suyo, tomo mi corazón, el solo lo ha sacado, siento como su mano deja mi cuerpo y al retirarlo siento un gran alivio, mi pecho ya no me duele y no me siento pesada, el introduce mi corazón dentro de él, en su pecho.

« Siempre será mío »Estoy completamente despistada, no sé qué hacer- ¿Qué has hecho? – Pregunto« Jamás lo soltare de nuevo, por favor no te vayas »

Su mano aprieta con fuerza la mía y siento un golpe muy fuerte, que recorre todo mi cuerpo como una corriente eléctrica, aprieto su mano de vuelta y de nuevo siento un golpe, duele mucho, el cuarto se comienza a iluminar de nuevo, esta vez de manera muy tenue, puedo ver claramente todo, hay maquinas, personas dentro de la habitación, médicos, todos junto a una cama y una chica en la cama, soy yo. Me acerco y quedo mirando fijamente, él está ahí, junto a mí, está tomando mi mano junto a la cama, recuerdo todo y nuevamente, siento el golpe, esta vez mucho más fuerte, pero logro ver su rostro claramente sonriéndome y mirándome directamente a los ojos.

He despertado, estoy en una cama, en un hospital ¿Fue todo un sueño? no estoy realmente segura de eso, pero ya recuerdo todo, tuve un accidente, había discutido con el justo antes, pero ahora esta acá , junto a mí en la cama, apretando mi mano dormido, realmente no creo que vaya a soltarme «con una sonrisa en mi rostro» Mi hermanito estaba gritando mi nombre, mis padres, están junto a él, todo tiene sentido ahora, no creo que vaya a olvidar nunca lo que me ha ocurrido, aunque solo  haya sido un ¿sueño? Han pasado muchos años desde el incidente en el hospital, aun lo recuerdo claramente, les he contado a todos y siempre sueltan una carcajada de alegría más que de burla, haya sido real o no, sigue siendo una memoria muy importante para mí, el amor nos hace perder el sentido, no escuchamos, no podemos ver claramente, ni siquiera podemos hablar, pero cuando estamos junto a esa persona, todo está perfecto, esa persona que te entrega su corazón a cambio del tuyo, necesitan estar juntos para funcionar, él no me dejo ir, tomo mi mano cuando estaba justo en el borde y no la soltó.

Recuerdo haberlo llamado demonio, y realmente creo que fui muy acertada, después de todo, el amor es un demonio, que toma tu vida y la aprisiona, pero vivir con ese demonio puede ser la sensación más cercana a ser un hijo de dios, ahora todo funciona perfectamente, él está sentado junto a mí, estamos juntos, inseparables, el demonio de mano cálidas, que salvo mi vida y tomo mi corazón. 

Los demonios que nos hacen perder los sentidos son aquellos que todos buscamos 

El demonio de manos calidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora