Ella todos los días se levantaba con la única esperanza de que él le respondiera uno de sus tantos mensajes. Ella sabía absolutamente todo sobre su vida pero él no sabía nada de ella ni de su pequeña existencia en el mundo.
Él era; su ángel, su vida, su todo pero realmente eso él no lo sabía. " Nunca pierdas la esperanza" le decían pero ella sabía que era imposible no perderla, lo que sí sabía que nunca perdería es su amor hacía él. Escuchar su voz y verlo reír la hacían sentir completa. Su voz es como la de un ángel, dulce y suave... Su risa, le levanta el humor por más que se encontrará por los suelos.
Esta consiente que él nunca se fijaría en una chica como ella es demasiado menor para él pero soñar no cuesta nada y eso la hacía sentir que estaba tocando el cielo con las manos. Tenía la esperanza de poder verlo ahí a su lado mientras se sacan una foto sellando el momento; una foto para recordarle que su espera dio frutos y que él la conoció aunque sea unos instantes, supo que ella existía, pese a que, no supiera quién era realmente. Y así esta casi todos los días mandándole mensajes esperando que él le contestará aunque sea solo uno, hacerle saber a todo el mundo que estaba equivocado, que pudo cumplir su sueño, y que él sabía que ella existía.
Él estaba mareado con tantos mensajes de distintos países, de distintos idiomas: ¿Cómo haría para responderlos a todos y no decepcionar a nadie? Era imposible. Los absurdos rumores que salían sobre él lo estaban volviendo completamente loco, y lo que incluía también a sus fans.
Ella se enojó un día pero consigo misma por creer en esos absurdos rumores que hacían los medios para embarrar a los famosos, y se puso mal, muy mal. Le había mandado unos mensajes diciéndole que estaba decepcionada de él, lo leyó, y para su mala suerte se lo respondió. Sintió que iba a morirse, nadie podía calmarla, ella se odiaba por ser tan ingenua, nunca había sido así. Pero la tristeza la destruyó; la esperanza de conocerlo o poder verlo en persona se derrumbaron y creyó en los más absurdos e incoherentes comentarios de la prensa. No podía creer que le haya puesto "te odio" cuando en realidad lo ama.
Las lágrimas caían sobre sus mejillas, sus ojos ya lucían cansados, y colorados de tanto llorar, las palabras ya estaban escritas y nada podía hacer para cambiarlo mientras miraba el mensaje más se arrepentía de lo que había hecho. Le envió miles de mensajes más pidiéndole perdón pero ya nada servía; él no estaba conectado, y tampoco quería estarlo en ese momento lo único que deseaba era privacidad, ser un invisible, dejar de ser aquella figura pública que todos conocían.
Ni su voz podía calmarla. Ella fue cruel con él, con la única persona que la entendía, que podía comprenderla por más que no la conociera.
Pero pronto despertó, producto de su celular que vibró, llorando, con una angustia en su pecho indescriptible, como si tuviera algo que le impidierá respirar, pero al mismo tiempo sintió alivio; porque sabía que todo había sido una pesadilla. Volvió a llorar de inmediato, pero esta vez de felicidad, de emoción y de sorpresa. Él había respondido su mensaje, e incluso le había dicho que le agradaba leerlos, le pidió perdón por no haberle respondido antes pero no tenía el tiempo suficiente para hacerlo, también le suplicó que le siguiera mandandole mensajes que le hacian sentir muy bien. Creía que estaba muerta, que todo era producto de su imaginación que aun seguía dormida pero era verdad y ella sonreía aun con lagrimas en los ojos, al igual que en su sueño pero esta vez no lo hacía por un error que cometió sino porque él le había respondido, y su sueño se había hecho realidad.
Para él tal vez sea algo insignificante, pero para ella era el mejor regalo del mundo.