entre la media luna y yo. ☁︎ ♡⃗ [ tsukkiyama ]

1. Entre relatos del cuarto menguante.

rodeado de fuertes ventiscas, apreciando ese profundo cielo,
de tonalidades azul rey
siendo abrazado por algunas,
pequeñas motas de algodón,
sintiendo caer perfecta lluvia
de estrellas sobre mí,
me pregunto...
¿cuándo se llenará la preciosa luna
de mi corazón?
— poem #1: yearning.

Yamaguchi

La vida de Yamaguchi siempre ha sido relativamente normal. Bueno eso hasta hoy.
Hace tan solo unos minutos, Yamaguchi se encontraba caminando tranquilamente hacia la biblioteca para ir a dejar una pila de libros, ya que en sus ratos libres se suele dedicar a hacer trabajo comunitario en la biblioteca. Todo estaba completamente normal hasta que una de las cosas más clichés del mundo decidió sucederle; como claramente cargaba una enorme pila de libros en sus pequeños brazos no podía ver con claridad las personas que pasaban de frente. No se dio cuenta cuando ya había chocado con alguien y por consecuencia todos sus libros habían caído al suelo.
Avergonzado, se disculpó rápidamente, con una ligera reverencia y con sus mejillas coloradas se apresuró a levantar todos los libros, mientras la persona con la que recientemente se había chocado le ayudaba a levantar aquellos libros que habían caído lejos.
El muchacho pecoso y de rojas mejillas se sentía bastante torpe, así que le dio algo de vergüenza mirar directamente a los ojos de la persona con la que se había chocado, pero ésta se apresuró a entregarle los libros, rozando levemente sus suaves manos con las de Yamaguchi.

Vaya... pero qué manos tan suaves.

Algo sonrojado por la vergüenza, el muchacho decidió mirar a la persona a los ojos para disculparse penosamente por su torpeza, pero en ese instante, todo a su alrededor mundo se redujo a ese preciso momento.
Todo su mundo se redujo al chico de pie frente a él
El chico frente a mí...
El chico era alto, o al menos más alto que Yamaguchi, quien realmente no es pequeño. Lucía un lindo cabello rubio y ondulado que le recordó inmediatamente a las pequeñas rosas amarillas del jardín de su madre. Sus ojos, ámbar cual mar de miel, ligeramente escondidos tras dos trozos de cristal.

"Toma tus libros,"—sus dedos cosquillearon al sentir los otros— "Ten más cuidado cuando camines con tanto peso encima."

Inexpresivo, se retiró mientras se colocaba sus audífonos. Yamaguchi solo atinó a mirar a un punto fijo del suelo mientras sentía corrientes eléctricas entre sus dígitos y mejillas pecosas arder en llamas.
¿De dónde había salido ese chico tan lindo, el cual nunca antes había visto?

"¡Yamaguchi!, ¡¡otra vez te caíste!!"

***

En la puerta de la biblioteca estaba su amigo peli naranja, Hinata, esperándole mientras le veía incrédulo. Honestamente, el otro solo podía pensar en esos lindos ojos ámbar y en esas suaves manos que le habían hecho tocar las nubes por unos cuántos segundos, sin importar lo ridículo que pudiese interpretarse, así que apenas podía quedarse de pie sobre sus dos piernas gelatinosas.

"Yams... ¿Te ayudo con esos libros?,"—le sonrió Hinata— ... "¿estás bien?"

"Sí..." —le dedicó una leve sonrisa— "lo siento... De casualidad, ¿no viste con quién choqué hace un momento?"

Hinata puso los libros dentro de una caja y se detuvo, mirándole con cierta confusión en su rostro.

"¿Eh?" —rascó su nuca— "creo que no... ¿por qué?, ¿quién era?"

"Un chico rubio... de lentes... —suspiró— "realmente lindo."

"¿Ya te enamoraste de nuevo, Yams?"