Capítulo 7 ¿Boda y algo más...?

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Salieron después de un rato del camarote juntos. La tripulación entera los esperaba.

Ellos estaban sorprendidos. Pero Jack respondió:

- ¿Qué pasa? ¿Qué miran? A trabajar todos que necesitamos planera todo perfectamente. Y tú María a cocinar. Que los regaños te haya servido de algo.

Pero, guiñándole el ojo, le dijo en secreto:

-Alrato te alcanzo, preciosa.

Llevaban 2 semanas de viaje y parecía que el amor de Jack y María no tenía fin. Sin embargo, existía en el alma de María una duda, ya que no quería comprometer al capitán Sparrow, a sabiendas de la fama de mujeriego que poseía. Así que un día intentó saber las verdaderas intenciones de Sparrow.

Mientras se abrazaban a la luz de la luna, una noche serena, Jack preguntó:

- Todo me parece un sueño. Estoy enamorado de una mujer que no es inglesa y además me siento especial.-

María respondió:

- Y yo orgullosa de estar enamorada de un pirata tan experimentado y sagaz como tú-

Mientras se besaban María pensó en la pregunta que haría a Jack:

- Dime, Jack- comenzó. - ¿Cómo te imaginas de aquí a unos años?-

Jack respondió tranquilo y seguro:

- Pues seguir recorriendo los mares, encontrando tesoros, desafiando peligros y ahora con tu compañía encontrar nuevas aventuras.

María trató de que Jack no notara su tristeza y él preguntó lo mismo:

- ¿Y tú, querida Mary, cómo te imaginas?-

- Igual que tu- respondió María. - Recorriendo el mundo y conociendo nuevas cosas, desafiando siempre al destino.

Pero la realidad era que deseaba casarse con el capitán. Esa noche, precisamente, Jack anhelaba tener en sus brazos a Maria como nunca, pero al acercarse a ella, María lo rechazó. El preguntó:

- Mary!, ¿qué pasa? ¿No quieres estar conmigo? Si sé que me deseas tanto como yo a ti- indagó voluptuoso y atrevido.

Pero Maria respondió secamente:

- Hoy no, Jack. Necesito pensar, no es nada. Sólo quiero estar sola.

Jack, confundido y solo, empezó a pensar en voz alta:

- Pero si soy cariñoso y fiel, ya casi no bebo ron, no he dicho palabras obscenas, le hecho el amor como un salvaje, entonces?- y pensando más profundamente, recordó la conversación que habían tenido cuando María le comentó lo del príncipe azul y se asustó, pero trató de ordenar sus ideas.

- Casarse? ¿Para qué quiere casarse esa niña? Formalidades, nada más. Apariencias, es todo. Yo soy libre como un ave, no necesito compromisos. Pero...la voy a perder.

No, pero eso del matrimonio definitivamente no, no es para mí. Transijo completamente con esa regla de la gente bien. No, es inaudito. Cómo se escucharía: el capitán Sparrow ¿casado? jajaja- y rió a carcajadas. Pero pensando lentamente recordó que su destino estaba en manos de Beckett y se imaginó solo y desamparado, en una cárcel, sin un ojo o un brazo, o una pierna tal vez y se horrorizó.

Entonces pensó en tomar una determinación.

La noche siguiente se acercó a María y le dijo:

- Otra vez esta noche no quieres acción, linda? Mira que puedo ser muy convincente...- dijo mientras la acariciaba en la mejilla dulcemente.

Ella dudaba, pero su resolución de no aceptar otra cosa que no fuera el matrimonio la hacía permanecer firme. Ese pirata sin patria ni hogar no la convencería.

El Legendario SparrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora