Odio como me hablas, tu forma de conducir.
Odio tu corte de cabello, y lo que llegue a sentir.
Odio tus espantosas botas, y que me conozcas bien.
Te odio hasta vomitar, que bien va a rimar.
Odio que sepas pensar, y que me hagas reir.
Odio que me hagas sufrír, y odio que me hagas llorar.
Odio tanto estar sola y que no me hayas llamado aun.
Pero más odio que no te pueda odiar ni aunque estés tan loco, nisiquiera un poco lo e de intentar...