Una difícil decisión - La historia continua

Y el anillo que culpa tenía...

A la hora del almuerzo salió de su habitación y juntos comieron en silencio.

- Perdón, – dijo Finn – no era mi intención esa, sólo quería darte un regalo, y me gustó ese anillo.

- No te preocupes – respondió – realmente gracias por el detalle, temo que no lo podré usar, ya que es muy probable que no dure ni dos cuadras sin miradas extrañas y un robo que puede terminar en... - hubo un silencio, ella fue a su cuarto, se sacó el anillo y lo colocó en la cajita y regresó al comedor – Ten, no quiero problemas.

Finn no pudo negarse a recibirlo, porque sus palabras eran muy ciertas y mientras el silencio se apropió del almuerzo, él pensaba en que hacer con este.

Podía venderlo y ganar algo de lo que perdió o regalarlo a alguien más

Y decidió hacer eso.

Al terminar, ella llevó su plato y lo lavó para que inmediatamente Finn haga lo mismo, pero con el suyo.

La joven seguía aún un poco incomoda por la situación, pero intentó olvidar el tema. Se sentó en el sofá y llamó a Finn para ver una película, aunque terminaron haciendo una maratón de la nueva serie que había salido. Lo que ellos no sabían era que Aidan aparecía allí. Solo tenía una corta aparición y por eso no lo habían encontrado en el elenco. T/N sentía que los ojos de Finn se volteaban levemente para mirarla de reojo en cada aparición de Aidan. Se puso muy incómoda y nerviosa así que decidió ir al baño.

- ¿Le pongo pausa?

- No, sigue nomás

Ella se quedó encerrada hasta asegurarse de no escuchar la voz de Aidan en el televisor. Luego volvió a la sala y continuaron la serie hasta acabarla. Él volvió a parecer, pero no pudo hacer nada y tuvo que ver sus escenas que incluían las miradas de Finn, quién creía que era discreto y ella no se daba cuenta.