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No sé cuántas veces he practicado invitarla a una cita.
Docenas, cientos... tal vez hasta miles de veces.
Ayako Katsuragi-san.
La madre de mi amiga de la infancia que vive al lado.
Después de que la niña perdiera a sus padres en un trágico accidente, ella la acogió y crió como a su propia hija.
He estado enamorado de ella desde que tengo diez años.
Por diez años enteros...
Nunca fui capaz de transmitirle mis sentimientos, pero durante todo ese tiempo pensé en formas de acercarme a ella.
Incluyendo cómo invitarla a una cita.
Durante diez años practiqué cómo invitar a mi amor platónico a una cita.
Aunque más que prácticas, podrían llamarse fantasías.
Fantaseé con diferentes situaciones y excusas para invitarla... Pero al final, nunca lo llevé a la práctica.
Incluso cuando pensé y escribí un mensaje para invitarla, no fui capaz de pulsar el botón de enviar.
"...Haah."
Temprano en la mañana, en el camino a la estación.
Mientras esperaba que el semáforo cambiara de luz, suspiré profundamente con mi teléfono en la mano.
La pantalla de mi teléfono estaba abierta.
La persona con la que me estaba comunicando era... Ayako-san.
El mensaje que le había enviado fue:
"Buenos días.
Me alegra ver que estás bien, Ayako-san.
Me siento aliviado."
Un saludo estándar.
Muchas cosas habían sucedido entre nosotros últimamente.
En resumen... bueno, me le confesé.
"Me gustas".
"Quiero salir contigo".
Le revelé los sentimientos que había escondido durante diez años.
Y como resultado... bueno, las cosas se pusieron un poco caóticas.
Por fuera, no hubo mucho cambio en ella... pero estoy seguro de que causé un caos en su interior.
El chico que conocía desde que tenía 10 años... el hombre al que veía como un hijo, le había dicho que le gustaba.
Mi confesión la había dejado claramente confundida. Tan confundida y desorientada que no sabía cómo comportarse conmigo.
Aparentemente, ella no había notado mis sentimientos en absoluto.
Como si mis sentimientos nunca la hubieran alcanzado.
Fue una sensación muy complicada, como un vacío feliz.
Sin embargo.
Le transmití los sentimientos que había albergado durante diez años.
Y al hacerlo... nuestra relación nunca volvería ser la misma.
Ya no podríamos seguir siendo simples vecinos.
Mi amigo Satoya Ringou dijo que confesarse es una bomba que puede destruir las relaciones. Que si todo sale bien, no pasa nada, pero si no, solo se convertirá en un problema. Y eso es exactamente lo que pasó.

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Musume Janakute Mama ga Suki nano!? Volumen 2
Romance"Yo me haré cargo de esta niña." Soy Ayako Katsuragi, tengo 30 años. Han pasado 10 años desde que acogí a la hija de mi hermana fallecida. Mi hija se ha convertido en una estudiante de preparatoria y se lleva muy bien con su amigo de la infancia, Ta...