«El Omega del Rey» • YOONMIN•

9

Diario del rey —nota 9—:
"¿Por qué lo hiciste? Se supone que debías mantenerte a mi lado durante toda la velada. Quería presentarte y presumir tu belleza ante mis amigos, pero te ocultaste en el jardín y, cuando llegué, estabas con ese tal Jungkook. No creo que lo consideres tu hermano".

El rey cumplió su promesa y trajo a Jungkook. Luego de varios días sin verlo, lo extrañaba tanto, así que no pude evitar saltar a sus brazos ni bien lo vi llegar al salón para visitas especiales del palacio.

—¡Te extrañé tanto! —le dije.

—Yo también y me tuviste muy preocupado los días en los que estuviste desaparecido. Por suerte, el rey dio un anuncio cuando te encontraron. Dijo que habías sido hechizado por la bRUJA del bosque.

—¡Qué bruja ni qué nada! —exclamé en voz baja— Estaba huyendo del rey.

—Lo supuse —dijo suspirando—. Te conozco lo suficiente como para saber que morirías antes que casarte con él.

—Eso era antes —susurré—, pero ahora tengo un plan.

Pude notar en su cara que estaba confundido. ¿Cómo no estarlo? Hace unos días estaba insultando a ese estúpido, mas ahora tengo motivos para casarme con él.

—Escucha y no preguntes hasta que termine, ¿entendido? —Asintió— Bueno, he decidido casarme para tener derecho al trono cuando el Alfa rey muera. Sé que si él muere, yo también; por lo tanto, necesito que me ayudes. Debes ir donde la bruja del bosque y pedirle dos cosas. La primera, que te transforme en un Alfa; la segunda, que yo deje de ser pareja destinada de Yoongi para ser la tuya.

—Entonces, su lobo morirá y nosotros...

—Sí.

—Eres un genio, pero ¿qué haré para encontrar a la bruja?

—Ve al bosque, a lo más profundo y, cuando menos lo esperes, encontrarás una cabaña de madera. Ella estará ahí, esperando.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque ya estuve allí, mas no me atreví a entrar —dije bajando aún más la voz. De repente, alguien más entró al salón.

—Jimin, Jungkook ya debe irse, tengo que hablar contigo —dijo esa voz ronca que tanto detesto.

—Sí, Yoongi. —Abracé nuevamente a mi amigo y me despedí regalándole un beso en la mejilla—. Te invitaré otro día, la próxima semana.

—Esperaré gustoso tu invitación. De seguro ya todo estará resuelto para ese entonces —contestó con una sonrisa que iluminó su mirada. Sé que, aunque antes rechazó mis sentimientos, siente algo por mí, pues solo no quiso huir conmigo para que no muriera por la falta de mi pareja predestinada.

Ni bien se retiró, llegó una Beta de finas prendas y mirada altiva. Lucía bella como una Omega, más poderosa como un Alfa. Además, noté sabiduría en sus ojos.

—Ella es Jihyo, será tu maestra y te ayudará a organizar el evento del sábado. Bueno, ahora los dejo para que se conozcan e inicien las lecciones —dijo algo animado. Luego, se acercó y besó mi mejilla delicadamente, demostrando que, al poner este evento en mis manos, me depositaba toda su confianza.

Te satisfaré por esta vez, maldito. Sin embargo, pronto acabaré con tu despótico reinado.