Mi nombre es Bela o al menos así era antes de que cruelmente me asesinaran. Me encontraba de regreso a casa cuando dos hombres se acercaron a mí, era muy de noche por lo que tuve miedo y traté de caminar más rápido, pero aun así seguían tras de mi diciéndome con una voz acosadora –"porque vas tan rápido señorita" en ese momento mi única reacción fue correr, a lo que ellos reaccionaron y me agarraron, me llevaron a un callejón oscuro donde abusaron de mí, no contentos con eso cogieron un cuchillo y atravesaron mi vientre, hay quede tirada en el piso de aquel callejón como una basura. Después de eso solo sentí que mi alma salió de mi cuerpo, me podía ver hay acostada y mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, un hombre con elegante vestimenta y rostro radiante de luz apareció –"¿podría ser este un ángel?" me pregunte silenciosamente, el habiendo escuchado lo que dije respondió –"no mi niña, no todo lo que irradia luz es bueno", en ese momento no supe que responder, después de eso solo me ofreció un trato, a cambio de devolverme a la vida tendría que darle cien almas incluyendo a los dos hombres que me hicieron daño, la mal influencia de sus palabras las cuales sonaban tan convincentes cegó mis ojos, en ese momento me llene de sed de venganza y solo accedí. Sin darme cuenta reaccione, pero seguía en aquel callejón con la única diferencia que el chuchillo estaba en mi mano y ya no atravesando mi cuerpo, empezó la lluvia por lo que regrese a casa, pero no podía dejar de pensar que por mi rencor esté a punto de matar a personas que probablemente algunas sean buenas.
Pasaron días y ya escuchaba una voz en mi mente que me presionaba, porque ya era el momento de pagar con el trato, no quería hacerlo, pero los impulsos no paraban ni las voces en mi cabeza, por lo que una noche tomé aquel cuchillo y fui cerca del mismo lugar donde aquellos hombres me asesinaron. Al llegar estaban en una esquina esperando a su siguiente víctima, algo me decía que no fui la primera y tampoco sería la última si no paraba esto, así que los atraje a mí, al verme se asombraron por lo que no dudaron en seguirme, los lleve al mismo callejón y me escondí hasta que ellos se distrajeran, al momento en el que se sintieron confundidos golpee a uno en la cabeza dejándolo inconsciente y el otro trato de escapar pero también lo golpee hasta que se desmayó, después de una hora despertaron pero ya los tenía amarrados, tan indefensos y confundidos sin saber que estaba pasando, en ese momento sentí que no era yo, les conté todo lo que paso e incluso que tenía que matarlos para poder cumplir con mi parte del trato, comenzaron a gritar pidiendo ayuda, pero antes de que alguien fuera capaz de escucharlos les corte el cuello. Después de eso solo me fui, no sé en quién me convertí en ese momento, pero definitivamente no era yo mi sed de sangre empezaba a consumirme, por lo que decidí acabar con las noventa y ocho personas que faltaban.
Con el pasar del tiempo llegue a matar a dos personas por día, mi propósito era terminar con esto lo antes posible, aunque no mataba personas al azar, las que él ponía en mi mente eran personas malas, que muy en el fondo merecían morir. Al pasar tres meses ya había matado a noventa y nueve personas, solo me faltaba una más para poder parar con esto, no escuche la voz en mi cabeza de ese hombre durante algunos días, no entendía porque, pero mientras esperaba trate de hacer que mi vida vuelva a ser como lo era antes de que todo pasara.
Después de haber pasado unas dos semanas volvió su voz a mi cabeza y como siempre tan convincente de terminar con todo, ocurrió una mañana por lo que decidí conocer a mi última víctima, al buscarlo me pude dar cuenta que era un joven universitario, este se encontraba haciendo un dibujo, inspirándose en las plantas que se encontraban frente a él, al verlo no entendía porque quería que lo matara si parecía ser una buena persona. Espere a que sea de noche, pero para no perderle la pista lo seguí todo el día y cuando llego el momento trate de acercarme a él, cuando de repente se detuvo cerca de un edificio abandonado, me sorprendió un poco que este joven en todo el día no había ido a su casa y en la noche seguía por la calle, lo único que pude pensar en ese momento es que probablemente este si sea un psicópata o algo así, al darse cuenta de que me estaba acercando a él lo único que hizo fue decirme –"porque una señorita se encontraba sola a estas horas de la noche" a lo que respondí con voz arrogante –"no lo sé probablemente esperando un trágico final para mí", al escuchar esto me miro un poco temeroso, pero después de un rato de hablar supe que no era alguien que tendría intensiones de matar, simplemente había sufrido la trágica perdida de sus padres en aquel edificio, no tuve la voluntad de matarlo.
Hable con el chico por varias semanas y no encontré nada malo en el cómo a esas noventa y nueve personas que mate, pase mucho tiempo con el que hasta comencé a tener sentimientos, no quería hacerlo e incluso por las noches le hablaba a aquel hombre a lo que nunca respondió, solo escuchaba voces en mi cabeza e incluso llegue a escuchar a esas almas a las que asesine, hasta que en una noche fría mientras caminaba con él, se apareció el hombre, pero ya no con una faceta resplandeciente, sino con un rostro aterrador y reprochándome todo lo que había hecho me dijo –"es hora de que termines de pagarme para que puedas vivir tu vida", solo mire a aquel joven el cual estaba muy asustado y dije –"mi vida acabo hace mucho tiempo, querías cien almas, así será" y saque el cuchillo con el que había matado a todas esas personas y lo clave en mi vientre quedando como cuando todo comenzó, con la diferencia de que mi cuerpo se prendió en llamas hasta quedar en cenizas.

ESTÁS LEYENDO
Bela
HorrorSe trata de una chica que se encontraba de regreso a casa cuando dos hombres la empezaron a seguir luego de un momento la llevaron al callejón abusaron de ella y la asesinaron, para volver a la vida hizo un trato con un hombre el cual le dijo que si...