Lluvia de Palomitas de Maíz

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Esta historia debería tener un gran comienzo, pero a quién engaño, solo soy una ardilla a la que le dio por contar como hizo posible que cayeran palomitas del cielo, no exactamente del cielo, pero si explotaron por todo el lugar, bueno el punto es que yo hice ese descubrimiento, aunque lo acepto no pude lograrlo solo, tuve la ayuda mi gran amigo el tejón, pero bueno ya comenzare a contarles como paso.

Todo comenzó desde que parte de la comida que teníamos almacenada para el invierno fuera destruida por las personas, se preguntaran como paso y bueno la razón de esto es que los animales vivimos al lado de un parque el cual podemos decir que por capricho de las personas quisieron expandirlo, destruyendo la comida que se encontraba en algunos de los árboles, por lo que teníamos que recolectar más rápidamente porque el invierno ya se acercaba y lo que teníamos no alcanzaría para todos los animales, así que un día el líder de todos los animales que habitábamos en ese lugar convoco a todos a reunión, tendríamos que analizar todas las posibilidades para no morir de hambre durante todo el invierno, al momento que todos nos encontrábamos en la reunión, varios daban sus ideas las cuales fueron aceptadas en cierta forma, pero al yo decir mi idea nadie la acepto, simplemente me ignoraron, por lo que me moleste y dije que iría en busca de comida y no regresaría hasta tener lo suficiente para que se dieran cuenta que yo también podía, si eso pudo ser lo más tonto que dije en mi vida, pero me molesto que mi idea fuera ignorada y bueno era de esperarse que la mayoría se burlara de mí, al día siguiente me sentía un poco tonto, que incluso llegue a subestimarme, pero de todas formas cogí todo lo necesario para irme a buscar esa comida porque hay algo que si tenía y era orgullo, mi amigo no quiso dejarme solo y como no si hemos estado juntos desde que éramos bebes, así que decidió acompañarme sin importarle que pudiéramos haber fracasado.

Nos sentíamos como héroes yendo a salvar el mundo, los demás animales nos veían como nos alejábamos, quise dar una buena impresión, pero una piedra se atravesó frente a mí y como era de esperarse mi dignidad cayo junto conmigo, esperaba que eso no fuera un mal presagió, pero bueno ya estábamos dispuestos a comenzar, tenía mi plan totalmente especificando y bueno les explico un poco cual era. Hay algo que las personas acostumbraban a comer muy seguido en el parque y lo cual todos los animales amábamos, esto era lo que la gente llama palomitas de maíz , pero el carrito en el que el señor vendía esto no alcanzaría para todos los animales del lugar, así que mi plan era ir a la fábrica y robar varias de las bolsas de estas palomitas, el único problema era que no sabíamos cómo llegar, por lo que nos tocó preguntar a varios animales los cuales no vivían cerca del parque donde podríamos encontrar la fábrica. Después de varias horas un perro nos dijo que esta quedaba a las afueras de la cuidad y que si queríamos llegar lo que teníamos que hacer era tomar un bus que nos dejaría cerca y justamente estábamos en la parada de buses, así que decidimos esperar, logo de un momento este llego y subimos, obviamente en la parte de arriba o asustaríamos a las personas. Paso una hora hasta que por fin llegamos al lugar, era una fábrica enorme y siendo nosotros tan pequeños no sabíamos cuánto íbamos a tardar, hasta cuando pudimos encontrar la parte en donde guardaban todas las bolsas ya se había hecho de noche y las personas estaban cerrando la fábrica, por lo que decidimos pasar la noche hay y como queríamos asegurarnos de que esas fueran las bolsas abrimos una, pero para nuestra sorpresa las palomitas solo tenían parecido a una semilla y ni siquiera tenían sabor, no sabíamos cómo los humanos le hacían para que tomase esa textura y color blanco, en ese momento me di cuenta que el plan no estaba resultando como me lo esperaba, por esa noche solo descansamos, pero mañana tendríamos que descifrar cómo hacer para que sea comible eso. Al día siguiente teníamos ya preparadas algunas bolsas las cuales llevaríamos, pero cargarlas durante todo el trayecto sería un poco difícil, por lo que tomamos un par de pantalones y tratamos de hacerlos un bolsa, pero al sacarlos de la fábrica nos dimos cuenta que esto se vería extraño y también tardaríamos arrastrándolo, así que buscamos otra opción y cuando pensé que no habría otra manera, apareció frente a mí una niña con un carrito de juguete, si me sentí mal porque era una niña, pero lo necesitaba para una buena causa, así que mientras se distrajo cogimos el carrito y corrimos lo más que pudimos, después de eso nos tocaba un largo camino por regresar ya que no podíamos subir todo eso a la parte de arriba de un bus , caminamos por varias horas hasta que se hizo de noche y como ya estaba empezando hacer mucho frio ya que se acercaba la época de invierno, hicimos una fogata y nos pusimos a analizar como haríamos para que se vuelvan comibles esas palomitas, cuando de repente mi amigo tropieza por accidente y tira una de estas palomitas al fuego, no le tomamos importancia, pero después de un momento esta salto del fuego y salió con la textura y sabor correcto, así que en ese momento nos dimos cuenta de que el secreto era el fuego.

A la mañana siguiente nos despertamos muy temprano porque estábamos ansiosos por mostrar esto a todos los animales, llegamos un día después porque fue un largo recorrido, pero medio llegamos hicimos que todos se reunieran, prendimos fuego y yo como estaba tan emocionado tire una bolsa entera, hasta que después de un rato esta exploto tirándolas y haciendo que cayeran por todos lados como si fuera una lluvia de palomitas, los animales se alegraron de esto y desde ese momento confiaron más en mí, después de todo si fui el héroe.