Un Amor Diferente A Los Demás. - [Re-Publicando] ©

• Capitulo VI •

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9 : 10 A.M

Desperté gracias al fuerte golpe que recibí en la cabeza, si, me había caído torpemente de la cama, es que mi hermana duerme demasiado malo, por eso es que no me gusta dormir con ella.

—¡Puñeta! – Me quejé bajito ya que aún dormían.

Me levante del suelo y me pregunte : ¿Cómo carajos desperté en la cama?, bueno en el suelo de la habitación.

Fui al baño tome una ducha rápida hice todo mi aseo personal, tome ropa cómoda de la maleta me vestí y salí haber si pedía un a domicilio, es que tenía un hambre.

A llegar a la cocina pude ver a Raúl despaldas tomando agua, se encontraba sin camiseta y con unos jeans.

¡Dios que bombón tan asesino y tan comestible!

—¡Buenos Días, Esposo mío! – Dije sentándome frente a él en uno de los taburetes.

—¡Oh!, ¡buenos días, Esposa mía!, ¿Cómo amanece? – Preguntó sonriente.

—Este digamos que bien, – Reí al recordar como desperté, – desperté en el suelo por culpa de mi hermana, ¿y tú, como estas? – sonreí y él rió.

—Bien pequeña esposa mía, gracias a Dios. – Sonrió. Dios que sonrisa tan linda. – Amanecí con hambre como siempre. – Reímos.

—Eso es normal en ti, Raúl. – Negué riendo – ¿Pero sabes qué?, yo también – Solté una carcajada.

—Bueno pidamos comida ¿te parece? – Propuso.

—Está bien. – Asientí.

Raúl pidió la comida a domicilio y en menos de veinte minutos ya nos la habían traído.

Estamos en el sofá viendo TV mientras comíamos, la película que habíamos estaba muy buena.

—¿Es que será que todos los hombres son unos cabrones que no valoran a las mujeres, que en realidad los quieren? – Negué frustrada viendo la TV.

—No todos he, a veces son las mujeres quienes las hacen y feas, – Dijo muy sentimental y lo mire, — te lo digo por experiencia, yo no fui quién se las pego a  Brandal, fue ella quien lo hizo. – Negó con algo de tristeza.

—¡Wow, que mal! Es una desgraciada, pero ya verás que llegará una buena mujer a tu vida que te valorará en verdad. – Dije algo apenada .

allí te la  dejo Raúl esa chica podría ser yo.

—Esa eres tú esposa mía, tú si me sabes valorar... – Dijo y creo que me sonroje – que mal que solo seas mi esposa postiza. – Rió.

—Si que mal. – Rió, y creo que se dio cuenta.

En fin decidí callar mejor la boca antes de que se me saliera algo más.

Al la película terminar  tome mi celular para ver las redes sociales y me encontré con muchas notificaciones y etiquetas, me metí a ver que era, y eran las chicas de anoche.