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A la siguiente noche Nagi abrió el cajón de su escritorio y de el sacó aquella libreta en dónde se había desahogado, decidido y ya más tranquilo de todo lo que había estado pasando, admiró la libreta y se puso a leer lo escrito.

Su vista pasaba por cada letra con buena caligrafía y ortografía dándose pequeñas pistas de lo que estaba bien y lo que no entre ellos. Debía de arreglarlo de alguna manera, su bienestar y el de Ray estaba en juego, junto a su integridad como pareja.

Aunque comenzara a dudar si estaba correcto  o no el que siguieran juntos.

Debía buscar ayuda o pedir una opinión de vista, el que le confirmaran o desmintieran sus pensamientos. Seguía confundido.

Suspiró, no sabía con quién confíar, no era algo fácil y se podrían aburrir si contaba toda la historia.

Hasta que una melena morada pasó por su mente.

— ¿Shiba? — se preguntó a si mismo no muy conforme por la opción pero si lo pensaba — me brinda confianza, creo, que si le pido que no se lo diga a nadie no lo dirá.

“Y yo... Me
empiezo a
dar cuenta...”

Insuficiente // »Ephemeral: Los Residentes De La Oscuridad« [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora