Por la noche Matt no duerme conmigo y yo, aunque sé que no es bueno para el bebé, lloro hasta dormirme. No puedo evitarlo, siento como esto nos alejará mas de lo que nos unirá y me mata el solo pensarlo. Al otro día Ruth me prepara un desayuno a la cama y yo lo como sin rechistar. No demoro en vomitarlo todo, pero sé que es normal por lo que aunque tenga nauseas sigo comiendo, mi pequeño puntito debe alimentarse.
Me paso la mañana viendo mis favoritas caricaturas y hablándole al pequeño puntito de todo lo que sé de Los Simpson, incluso algunas teorías de este que no son para niños. Le canto y acaricio.
Cuando llega Joaquín no veo nada más que dolor en su mirada. Asumo que Matt debe de haberle contado todo.
– ¿Por qué Isi? – pregunta sentándose en la orilla de mi cama y tomando mi mano
– Porque no soy quién para decidir si vive o no. – explico encogiendo mis hombros
– Eres la madre, eres la primera que puede decidir.
– Por lo mismo. Una buena madre decide por su hijo antes que ella. No quiero ser como Evelynn Joaquín. – él se contrae y me abraza lo más cuidadoso que puede. – te he llamado porque quiero hacer algo importante. Te necesito como abogado no como mi amigo.
– No me digas que te divorciaras – Sus palabras derraman tal pánico que me causa gracia, me río por lo bajo.
– Jamás. A pesar de nuestras diferencias amo a Matt Joaquín. – el exhala visiblemente aliviado – quiero que me ayudes a hacer mi testamento – él niega con la cabeza se pone de pie pero tomo con fuerza su mano y lo vuelvo a sentar – te lo pido como mi abogado y como el hombre que me entrego en mi boda
– Como el hombre que te entrego en tu boda. Como el hombre que te vio sufrir. Como el hombre que te vio en coma te digo que no soy capaz de hacerlo Isi. Esto es demasiado. No quiero pensar en que te irás Isi... No puedo.
– Solo quiero que todo quede para él – digo tocando mi vientre – si Matt no quiere saber nada de él quiero que se quede con un adulto responsable que lo ame y lo cuide como corresponde, como yo lo habría hecho.
– ¿Quien? – La voz de mi mejor amigo contesta temblorosa por el llanto que ha intentado detener.
– La madre de Matt es la más indicada, ha criado a sus hijos maravillosamente y sé que lo amará como suyo propio. – Joaquín asiente con la cabeza y se excusa para ir al baño un momento.
Luego de una tarde de redactar un papel que al parecer es terriblemente doloroso para mi mejor amigo me dedico a buscar información sobre los embarazos abdominales. Los resultados son poco esperanzadores poco viable es lo que más leo, articulo tras articulo tras articulo, necesito encontrar algo que pueda darle esperanza a Matt para que hagamos esto juntos, sigo buscando y llego a una noticia de septiembre de 2017. La leo religiosamente y llamo a Roberto, el chofer de Matt.
Me pongo ropa cómoda, unos jeans, una camiseta apretada de color blanco y mis converse favoritas.
Roberto llega por mí y le digo que me lleve a la oficina de Matt, Roberto aprieta sus labios, de seguro Matt le ha dicho que no puedo salir, pero puedo ser persuasiva y al cabo de unos minutos logro convencerlo. Al llegar los recuerdos de la primera vez que entré al edificio me sobrecogen. Si me hubieran dicho esa mañana, que el hombre a quien llevaba el paquete de correo sería, un año después, mi esposo y padre del bebé que crece en mi interior, me habría reído en su cara. LA recepción sigue igual, sonrío con nostalgia cuando miro a mi alrededor, las mujeres de la recepción, tampoco han cambiado, me miran de arriba abajo con desprecio tal y como la primera vez que aquí estuve, yo les sonrío con amabilidad y subo a la oficina de Matt. Esta mañana se ha ido sin hablarme, está enfadado y lo entiendo, pero tendrá que escucharme, no estoy dispuesta a hacerme la tonta hasta que se le pase el enfado o hasta que nazca puntito.
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Catársis: Protégeme - Serie Catarsis #2
RomanceEl futuro de Isi y Matt es incierto... Lo unico seguro es que Matthew Blackwell hará todo lo posible para mantener a Isi segura, pues ha llegado para quedarse. Un accidente cambiará todo para ellos. Todo, menos su amor. El paseo de la montaña rusa d...