La sorpresa para mi novio

Comienza el plan

Al día siguiente, por la tarde me encontré con mi novio y le conté que debería hacer:

- Mi amor, debes ser mi sumiso por una noche. Obedecerás todo lo que yo te diga.

Mi novio se quedó pensativo, llegue a pensar que no aceptaría. Entonces con tono firme respondió que sería mi sumiso con tal de obtener su premio, lo que el tanto quería.

Para ese entonces era un miércoles, le dije:

- Debes seguir absolutamente todas mis instrucciones, de lo contrario no obtendrás lo que pides.

El: Si no hay problema

- De ahora en adelante, me llamaras Señora y quedaras a mi completa disposición, de lo contrario yo estableceré un castigo y no obtendrás tu premio.

El: Si señora

Tomo una libreta apunto el nombre y la dirección de un motel al cual había ido alguna vez con otra ex-pareja, le paso la nota a mi novio.

- Bien, mira esta es la dirección de un motel debes llegar allá a las 8pm este viernes. Ten en cuenta que debes reservar ya que el motel es bastante concurrido.

El: Si señora

- Lo primero que debes hacer es depilarte completamente un día antes, quiero verte rasurado los testículos, todo el vello púbico, las axilas y también debes afeitar tu cara.

Busco entre las cosas de mi bolso y le entrego un antifaz.

- Toma este antifaz, es para que cubras tus ojos, quiero que lo uses ese día.

El no sabe que decir solo afirma con la cabeza y espera que más instrucciones le voy a dar, nunca había pensado que me iba a comportar de esta manera, ahora tenía una posición dominante sobre él, en general estaba muy sorprendido, lo note en su mirada.

- Bueno, llegaras a la habitación primero que yo, debes dejar la puerta sin seguro y me debes esperar. Te vas a desnudar completamente, vas a colocar toda tu ropa doblada y organizada sobre la cama, luego te vas a ubicar dando la espalda a la entrada de la habitación, te pondrás de rodillas con las piernas bien abiertas, usaras el antifaz que te he entregado cubriendo muy bien tus ojos y finalmente debes estar con las manos en la nuca.