Hands.

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Alzo la pelota para que Bokuto la pudiera rematar y pronto el sonido del balón chocar en el suelo se escuchó anotando así el punto decisivo y la victoria para el equipo de Fukurōdani. Era solo un partido de práctica contra Nekoma, sin embargo, Kōtarō no desaprovecho la oportunidad para fanfarronear de su victoria ganándose miradas molestas de su mejor amigo.

Akaashi pasó sus manos por su rostro tratando de quitar el sudor. Cuando sus dedos pasaron por su cara percibió lo poco suave que eran y como, las puntas especialmente, eran más callosas que las de una persona normal. Era debido al entrenamiento, obviamente, pero también sus dedos eran muy largos y delgados dando un aspecto raro y hasta desagradable.

Apuño sus manos en puños y solo camino fuera de la cancha dejando a Karasuno entrar para el siguiente partido de práctica. Tomo la botella de agua que le ofrecía Komi y la toalla que le daba Konoha para secar su cara y tomar un gran trago de la botella dejándola poco menos de la mitad. A veces deseaba tener un poco más de resistencia física, porque con un capitán como Bokuto que siempre aceptaba los desafíos y eso siempre lo incluye de alguna manera, terminaba terriblemente cansado.

Keiji pudo observar a Kuroo bromear y reír junto al capitán de Fukurōdani. Jugaba con sus dedos como una costumbre sintiendo sus propios callos causa de los arduos entrenamientos. Su vista volvió a bajar a sus manos y con la derecha delineo la forma de los mismos. Largos y duros. Eso era bastante provechoso para la posición en la que jugaba, pero no pudo evitar pensar si sus manos no servían para algo más que levantar la pelota.

-¡Akaashi! ¡Dame unos buenos pases! -sonríe Bokuto haciéndolo despertar de sus pensamientos.

Akaashi deja la toalla junto a la botella de agua que anteriormente le habían ofrecido y camino hasta posicionarse junto al chico de cabellos bicolor. Mirando como del otro lado de la red estaban Kuroo, Kenma, que seguramente fue obligado y Tsukishima. Por su lado de la red estaba el ya mencionado Kōtarō y Hinata.

La mayoría ya se había retirado y solo quedaban pocos en el gimnasio. Pudo divisar al libero de Nekoma pelear con quien, si recordaba bien, se llamaba Lev, practicando recepciones, luego, el resto del lugar estaba vacío.

El pequeño encuentro empezó y cuando Kuroo y Tsukishima bloquearon por segunda vez el remate de Bokuto creyó que se había equivocado por un momento en el pase, pero pronto Kuroo fue el bloqueado por Hinata y Bokuto. El partido siguió de esa manera, Tsukishima había mejorado en las últimas semanas y eso se notaba por como recibía los remates de búho con más calma.

Al final había terminado en un empate y terminaron de recoger todo para dirigirse a dormir. Kageyama se había llevado a Hinata en algún punto y Tsukishima simplemente había desaparecido junto a un pecoso. Luego simplemente Kenma y Kuroo se habían retirado dejando a los dos chicos de Fukurōdani solos.

Ambos caminaban hacía sus habitaciones de manera calmada, y por calmada se entendía que era Bokuto hablando de manera muy alta y Akaashi solo asintiendo a sus palabras de manera suave. Pronto, los dos estaban listos para dormir, aunque Kōtarō parecía tener energía para estar toda la noche despierto, Akaashi sabía que cuando se recostara caería totalmente dormido y así fue, una vez que Bokuto toco la cama Keiji fue testigo de cómo el chico respiraba de manera más calmada y sonrió inconscientemente.

Termino de cepillar sus dientes y luego de estar totalmente listo, se recostó junto a Kōtarō siendo presa por el cansancio y cayendo dormido al segundo. En algún punto de la noche sintió a Bokuto rodear su cintura y el solo se había acurrucado en su pecho para mayor comodidad y ambos durmieron en la tranquilidad que les brindaba el calor contrario.

Al día siguiente volvían a sus casas directamente, el campamento había terminado y así como Karasuno volvía a Miyagi, ellos regresaban a su escuela. Los días pasaban de manera normal, nada había cambiado demasiado, solo podía observar a Bokuto más animado de tener otro partido con Hinata y Tsukishima. Así, todos empezaron un arduo entrenamiento.

Hands «BokuAka»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora