-Amor, por favor. No empieces, que ya te dije.- Volteo a verlo, y niego la cabeza lentamente, dándole una mirada de advertencia.El me mira haciendo ojitos, -Ándale, amor, por favor, no seas así.-
Le doy la misma mirada, ahora ya más seria, -Ya dije, ¿esta bien? No me insistas que no voy a cambiar de opinión, sale.-
Se le apagan los ojos al escuchar lo que le digo, -Esta bien.- me contesta serio, una sonrisa media torcida y forzada.
Iván se pone de pie de donde estaba sentado en la cama, callado. Yo solo observo cómo derroto sus aspiraciones.
Se dirige en silencio hacia la puerta de la recámara, -¿Donde vas Ivan?- le pregunto algo arrepentida.
-Con mis hermanos, ya vez que me invitaron a jugar póker un rato el otro fin.- Me contesta bien, lo que me hace sentir peor por que a pesar de que soy bien bruja con el, el siempre es bueno conmigo.
Le sonrío sinceramente, pero en mi corazón me duele verlo así por mi. -Okay amor, que te valla bien. Te amo- Camino hacia el para darle un beso que apenas y me regresa, -Iván tu sabes amor, no quiero discutir por esto.- Le digo viéndolo a los ojos, mantengo mi mano en su nuca.
El asiente, sonríe ligeramente pero no le llega a los ojos por más que yo se que él desea. -No pasa nada amor. Yo sé. Luego nos vemos.- Me da un pico y se aleja rápidamente para salir del máster.
Me quedo allí parada, viendo como se va. Pienso en cómo lo hago sentir por mis propias inseguridades, que es lo peor. Y a pesar de que lo hago sentir mal, el es igual de respetuoso conmigo.
Al igual me pongo a pensar que en la relación se debe de respetar las decisiones del otro, y no ahuevo tratar de cambiar lo que la otra persona quiere. Iván ha aprendido a darle la razón y respetar a la otra persona, por que antes el no era así, nunca quería oír ni hablar nada que no fuera lo que él quería.
El rugido del deportivo de Iván al acelerar me despierta de mis pensamientos.
Es probable que hoy no regrese conmigo a dormir, eso me pone triste. Pero tal vez sea mejor darnos unas horas para pensar y respirar.
El motivo por el cual nuestro desacuerdo, es por la (no tan simple) razón de por fin dejar que mis padres conozcan a Iván.
Mis padres nunca me perdonarían por enamorarme de "alguien" como Iván. Ellos están muy apuestos a lo que el se dedica y nunca comprenderían qué hay más que eso dentro de una persona.
Iván ya sabía esto, pero llevamos ya más de tres años de relación, de la cual mis padres no saben nada.
Aunque vengo de familia humilde, eso no cambia sus morales, ni el dinero, ni la fama, ni nada los haría renunciar a sus morales. Los conozco y es por eso que yo no quiero que Iván los conozca. Yo nunca quisiera que le faltaran al respeto, ni que Iván fuera víctima de sus palabras.
Yo lo único que quiero es poder amar a mi amado sin problemas.
Eso no pasará si se llegan a enterar de quien en es el, y de quien es hijo, a qué se dedica mucho menos.
Al empezar esta relación, yo fui transparente con Iván. El me dijo que lo entendía perfectamente, y que sólo quería amarme a mí. Pero al pasar de los años pues es algo que se debe hacer para esa intimidad entre pareja; conocer a tu familia política.
Como quisiera que las cosas fueran más fáciles.
Iván me via mencionado conocerse hace uno año atrás pero al recordarle, asintió sin argumento alguno y no volvió mencionar hasta hace unos meses atrás. Esa última ves fue una plática simple y rápida, al igual que las otras pasadas, pero lo que si note es que se desanimó. Y pues esta ves ni se diga.
Lo que me pone a pensar...es el porqué tanta insistencia. No por alucinarme ni nada pero...¿quizás quiera ya casarse conmigo? ¿Por qué tanta urgencia? Si antes no le molestaba....
para: Iván- te amo amor. que te diviertas y ganes mucho! te mando besos.
de: Iván- gracias mi amor. te amo.
Al mandarle mensaje me sentí sola y triste. No puedo parar de pensar que no dejo de decepcionarlo un chingo, y eso me parte el corazón.
No quiero lastimar a nadie. No sé qué hacer.