Cap 29 -Último primer día-

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N.O.

K...

Kai...

Kai.

-Kai. Amo Kai, despierte. Tiene que ir a clases.-

Entreabrió sus ojos para encontrarse con Davis al otro lado de su habitación, a un costado de la puerta. Él parecía impaciente y miraba el reloj de su muñeca cada cinco segundos.

-¿Huh? ¿Qué hora es?- Habló casi inentendible, pudo notar un hilo de temblor y resonancia en su voz.

Apenas despertaba, no había dormido tanto esta vez.

-Son las siete y media.- Le contestó pateando el piso con su zapato, haciendo un ruido continuo y limpio pero que al paso de escucharlo se volvía algo abrumador.

-Es muy tem...- Habló pero cerró los ojos y soltó un pequeño ronquido.

-Amo Kai, usted entra a las ocho.- Le recordó.

-¿Cómo qué a las ocho? ¿No era a las nueve?- Susurró, juntando mucho las palabras logrando que suene extraño.

-No.-

-Déjame aquí un poco más...- Rogó esta vez colocando una almohada en su rostro para cubrirlo.

-Diez minutos para que se levante.- Le aviso y se fue para cerrar la puerta detrás de él.

-Ahg.- Se quejó al ver que su mayordomo se había ido.

Quedó unos segundos más con cuya almohada en el rostro. No quería hacer nada.

La cama era muy cómoda como para dejarla así sin más.

Su cabeza se nubló. Quería de nuevo conciliar el sueño pero seguramente ya era demasiado tarde, tanto como para ir a la escuela o el mismo sueño.

Dejo lo que le cubría el rostro a un lado y se sentó.

Miro un punto indefinido en la pared de al frente; Todo en total calma.

Pensó un momento en lo que había pasado anoche: Esa voz, ese mareo, ese mensaje y ese sueño. El sueño del "código". Le parecía estúpido, era la segunda vez que soñaba con algo así y nunca supo que significaba, aunque si quisiera hacerlo tampoco recordaría los dígitos exactos.

Pvv, pvv~ Vibró su teléfono a un lado, moviéndose un par de milímetros.

Salió de su mente y volteó para ver de que se trataba. Le parecía extraño que alguien le haya escrito a esta hora, pero luego de pensarlo un poco de seguro era Vanessa quien le decía que se levantase o preguntarle en donde estaba. Rió de tan solo imaginarle su rostro actuando estar enojada.

Extendió su mano en donde se encontraba el aparato con las pocas fuerzas que tenía en ese momento.

Cuando ya estaba en su mano, bostezó y talló sus ojos con pereza. Apretó el botón al costado de este y se prendió, vio la barra de notificaciones y casi se trapicaba con su saliva al leer cuyo cuadrado blanco del chat privado: "Buenos días, espero que te vaya bien hoy en la escuela."

Era Adam.

Le había sorprendido.

Abrió el chat y le respondió tan rápido luego de formular las palabras que diría en su cabeza. Tan solo habían pasado unos veinte minutos del mensaje mandado por el mayor.

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Adaaam

Buenos días también!
07:32Am

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