Sukehiro Yami, un hombre de 28 años que era el capitán de la Orden de los Black Bulls tenía un carácter tranquilo siempre y cuando no lo molestarán.
Eso era algo que sus subordinados sabían perfectamente por lo que trataban de no molestarlo.
Aunque había veces en que Yami sentía que lo molestaban a propósito.
Como este día.
El capitán de los Black Bulls se había levantado debido a un montón de gritos que resonaban en las paredes de la base.
"¿Qué demonios están haciendo estos tontos?" Pensó Yami con enojo mientras se paraba de su cama y daba un golpe a una de las paredes causando un ligero temblor.
En contra de lo que esperaba el bullicio no paro, al contrario aumento.
Interesado del por que el ruido no se detuvo como siempre Yami salió de su habitación y fue de inmediato a la sala.
Mientras caminaba notó varias cosas:
1) La base no se estaba reconstruyendo ni reacomodando como solía pasar cuando él golpeaba las murallas.
2) Las puertas de cada habitación estaban abiertas al igual que las ventas, las cuales tenían algunos cristales rotos.
3) Sus mascotas estaban en silencio.
Se detuvo de golpe.
¿¡Por qué sus mascotas estaban en silencio!?
Esas 3 bestias que tenía guardadas generalmente solían estar soltando gruñidos, aullidos y cualquier otro sonido que pudieran provocar para hacer notar su presencia.
Pero ahora no se escuchaba nada.
Todo en la base estaba en un profundo silencio, excepto por el montón de gritos que venían de la sala.
Yami camino a la sala y el cigarrillo que recién había prendido se le cayo de su boca.
Miro la escena que estaba al frente de él y parpadeo un par de veces.
¿Por qué...?
¿¡POR QUÉ HABÍA NIÑOS EN LA SALA DE SU BASE!?
Sus 3 mascotas estaban con el vientre hacía arriba y encima de ellas habían unos niños que le estaban dando caricias.
—¡Mira Zora!—grito un niño que emitía unos relámpagos desde sus manos.—¡Les gusta que le hagan cosquillas en la parte de atrás de las orejas!
El niño de los relámpagos estaba encima de la criatura que se parecía a un lobo gigante con pelaje rojo, el niño se acercaba sin miedo al hocico de la bestia y le rascaba cerca de las orejas.
—¡Espérame!—grito un niño de cabello rojo que había estado saltando en uno de los sillones.
El niño corrió hacía el lobo y sin dudar empezó a trepar el pelaje de la criatura.
Yami miro a ambos niños confundido aunque eso acabo cuando su mirada se posó en los sillones de la sala.
En los sillones había 3 niños saltando sin preocupación alguna.
—¡Vamos Gordon!—grito un niño de cabello castaño con puntas verdes.—¡Salta más alto!
—¡Cierto!—grito el otro niño que tenía fuego en sus puños.—¡Más alto! ¡Más alto!
—¡Noelle ven, súbete!—grito un niño con el cabello de 2 colores que estaba encima de la criatura parecida a un toro con pelaje verde y rocas que salían de su cuerpo.—¡Son muy amigables!
Cerca de la bestia había una pequeña niña con los brazos cruzados que negaba con la cabeza.
—Mira Gauche.—dijo una niña con cabello rosado que estaba sentada en el piso.—Puedo crear pequeños gatitos.
A su lado un niño se limitaba a ver una fotografía en silencio, cerca de él había una niña de cabello celeste que se ocultaba debajo de una mesa.
—Vamos... a... jugar.—dijo un niño de cabello largo que estaba cerca de la mesa.
El niño estiraba su brazo, invitando a la niña a jugar sin embargo la pequeña negaba con la cabeza.
—¿Puedo comer esto?—le pregunto una niña con ropa negra a otra pequeña que estaba rodeada de ovejas.
—¡Claro!—dijo la niña mientras le entregaba un pastelillo a la pequeña que preguntó.
—¿Tú también quieres?—le pregunto la pequeña rodeada de ovejas a la última criatura que se parecía a un mono con pelaje oscuro que estaba con la lengua afuera.
La bestia soltó un gruñido y la niña le tiro un pastelillo directo en la boca.
—Ustedes...—dijo Yami en voz baja mientras que el flequillo le cubría sus ojos.—¿¡QUÉ MIERDA HACEN AQUÍ!?
Yami golpeo la pared la cual se destruyo y todos los niños lo miraron fijamente.
Por algunos segundos nadie dijo nada.
—¿Quién eres?—le preguntaron todos los niños al unísono.
Las 3 bestias miraron a Yami y de inmediato corrieron hacia el hombre.
—¡Ay!—dijo uno de los niños.
—¡Bakasta! ¡Estas encima mío!—grito Noelle que había terminado debajo de Asta.
—Lo siento Noelle.—dijo Asta.—Es que el toro salió corriendo.
—¡Fue divertido!—grito Luck mientras se paraba y empezaba a saltar, a su lado Zora solamente veía a las criaturas que lamían a Yami.
—Oye Finral.—le llamo Magna.—¿Puedes llevarme hacia allá?
El niño señalo al otro lado de la habitación y Finral que estaba saltando en el sillón junto con Gordon se detuvo.
—Creo que puedo hacerlo.—dijo Finral mientras creaba un pequeño portal.
—Debe ser más grande.—dijo Gordon entre murmullos inaudibles.
—Grey... vamos... a jugar.—dijo Henry que tenía 2 pájaros jugando en su cabello.
Grey negó con la cabeza y empezó a tartamudear sin decir algo claramente mientras que Henry aún mantenía su brazo extendido.
—¡Magna vamos a pelear!—grito Luck divertido.
Antes de que alguno de los niños pudiera hablar un sonido fuerte resonó en la base.
Los pequeños miraron a Yami que era el responsable del sonido, a lado del hombre había un gran agujero.
—Todos en fila.—dijo Yami de manera seria mientras soltaba un poco de su magia.
Los niños vieron con terror como un aura oscura rodeaba a Yami por lo que de inmediato se pusieron en fila frente al Capitán.
"Qué miedo." Pensaron los niños que estaban temblando ante la atenta mirada de Yami.
Sukehiro Yami, un hombre de 28 años que era el capitán de la Orden de los Black Bullls tenía un carácter tranquilo siempre y cuando no lo molestaran.
Pero ahora mismo no sabía si tenía que mantenerse tranquilo o volver a golpear la pared.
Al frente de él estaban sus subordinados los cuales ahora eran niños que lo miraban fijamente.
Yami soltó un suspiro y prendió un cigarrillo.
Asta miro al hombre confundido y curioso, por lo que de manera lenta levanto su mano.
—Señor... disculpe.—dijo Asta que estaba en medio de Noelle y Henry.
—¿Qué?—le pregunto Yami que trataba de calmarse.
—¿Quién es usted y que hacemos aquí?—le pregunto el niño que había bajado la mano.
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Nuestra pequeña familia (Black Clover)
RandomLos Black Bulls eran conocidos por ser los más escandalosos y los más peligrosos de Clover Kingdom. También por ser los que menos aportan. Su capitán Sukehiro Yami no era un hombre ejemplar, de hecho muchos encontraban más fallas que bendiciones a s...