Kibum abrió la puerta de la casa de sus padres con cuidado, no sabía si su mamá se encontraba o estaba fuera, de cualquier manera no quería toparse con ella.
Camino lentamente hacia la ya conocida cocina, había pasado bastante tiempo desde que salió de esa casa para siempre, pues estaba claro que no tenía las intenciones ni las ganas de volver a vivir con sus padres, era algo que ni se podía imaginar.
Vio todo a su alrededor y se dio cuenta que parecía que el tiempo en ese lugar no había pasado, todo estaba justo como lo dejó cuando se fue.
-Joven Kim.- dijo una voz a sus espaldas.-Que alegría que nos visita.
-Hola Qri.- le sonrió a aquella sirvienta que muchas veces lo cuido cuando sus papás salían de viaje.- ¿Está mi padre por aquí?
-Oh no, él ha salido hace unos días a Italia.- dijo limpiando la mesa del comedor.- Asuntos de trabajo, usted sabe.
Kibum rodó los ojos, su papá no le había avisado, como dijo, las cosas no cambiaban.
Podían llevarse estupendo pero aun así su padre no era muy hablador y constantemente se olvidaba de avisarle a su hijo si iba a salir de la ciudad o incluso del país.
-¿Qué estás haciendo aquí?
Kibum volteo al escuchar la voz de su madre entrar por la misma puerta por la que él había entrado minutos atrás.
-Vengo a ver a papá, pero como no está ya me iba.- Kibum dejó una bolsa con algunos documentos sobre la mesa que Qri había limpiado.- Eso es para mi padre, por favor hágaselo llegar.
-Claro, Joven Kim.-dijo la mujer tomando la bolsa y retirándose con una reverencia.
-Kibum, puedes quedarte a comer si quieres.- escuchó a su mamá diciendo tras él mientras caminaba tranquilamente hacia la puerta.- ¿Cómo has estado? ¿Cómo ha estado Taemin?
-Como si te importara, madre.- soltó Kibum abriendo la puerta y cerrándola tras él sin siquiera dirigirle una palabra.
El daño estaba hecho y por el momento no estaba listo para perdonar, su madre lo había tratado con desprecio múltiples veces y no podía perdonarla ahora que quería tratar de recuperar la relación con su hijo.
Kibum subió a su auto y respiro profundamente antes de arrancar, el hecho de que el ahora fuera una persona totalmente diferente a lo que era no significaba que le gustara pelear y hablarle así a la gente y sobre todo a su madre, pero sabía que tenía que ser fuerte. No podía volver a lo que era.
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Kibum caminaba por los pasillos de la escuela tranquilamente abrazando sus libros mientras veía su teléfono.
-Hola Bummie.
-Woohyun.- se emocionó Kibum al ver a su novio parado frente a él y le dio un pequeño beso.-Estaba por llamarte, no podré ir a comer contigo hoy.
-¿sucedió algo?- pregunto su novio preocupado tomando los libros de los brazos de Kibum para ayudarle
-Me acaban de llamar para una entrevista en una agencia de modelos para mi pasantía de final de año.-dijo emocionado con los ojos brillosos.
-¿De verdad? Eso es genial, Bummie.-dijo el otro sonriendo al ver a su novio feliz.-No te preocupes, podremos comer en otra ocasión, ¿mañana?
-Seguro.-dijo dándole otro pequeño beso a su novio.-Me voy tengo que ir a cambiarme.
-Yo llevo tus libros a tu casillero más tarde, nos vemos en la noche.
Kibum asintió y se fue caminando a paso rápido hacia su departamento, estaba muy emocionado, estuvo esperando muchísimo tiempo por esa entrevista, la pasantía era algo muy importante para su calificación y esa agencia era la mejor de todo Corea, tenía miedo que no lo llamaran, por eso no podía ocultar su emoción.
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Innocent Dance
RomanceKim Kibum era un hermoso rubio de 21 años recién cumplidos, de familia rica y sobreprotectora. Asistía a la mejor universidad de la ciudad y vivía rodeado de lujos gracias a sus padres. Kibum era tan inocente como nadie, tan lindo y servicial, era...