Entre la universidad y el virus, nació el amor

Entré a facebook esa tarde. No hay mensajes nuevos; solo unas cuantas notificaciones añejadas, guardadas ahí como para un momento especial. Baje un poco por el tobogán de la intriga, un par de mujeres subieron fotos nuevas de perfil. Engordaron un poco, <<Ha de ser por la cuarentena >>- pensé entonces-, una amiga del colegio estaba embarazada, puso de perfil una ecografía. No me impresiono el hecho <<Ha de ser por la cuarentena>> - pensé de nuevo-. había una discusión en unos comentarios sobre como la derecha había destruido el país. En otra publicación discutían sobre la diversidad de género. Alguien comentaba: " La heterosexualidad no existe", alguien replicó a aquel comentario: " la homosexualidad tampoco". No me interesaba el tema y baje un poco más. Luego volví a aquellas notificaciones. Vi algunas. Alguien subió una historia. Decidí verla, era una foto de una cerveza <<¿A quién le importa esto?>> me pregunte en voz alta. Seguí viendo unas cuantas más porque ya estaba ahí. Otra persona subió una foto de algo que no se veía claramente por que estaba un poco corrida la imagen, era comida, con un encabezado que decía "gusticos que uno se da" no entendía, era arroz y queso, supongo que esos "gusticos" eran diarios y obligatorios. volví a pensar lo mismo de hace un rato pero mentalmente << ¿A alguien le interesa esto? >>. Vi una mas de una foto de una partida de uno y un par de cervezas. Pensé lo mismo una ultima vez << ¿A quién le interesa?>>. Salí de las historias. Entonces pensé en cuan miserable tiene que ser la vida de alguien para plantarse a ver todas las historias o al menos mas de 6 o 7. Pensé tambien que el tema del virus se olvidado ya por la cuarentena. Baje un poco más, y me choque con las sugerencia de amigos que quizás conoces. Fue cuando la desdicha acudió a mi en forma de un perfil, era ella, apareció de pronto cuando aun su recuerdo estaba fresco. Quizá no debí entrar a ese perfil, pero lo hice, quien diablos sabe que hubiese pasado si no lo hubiera hecho. Posiblemente mi corazón hoy no estaría en estricta cuarentena.

Entonces mi mente se trasporto adonde había comenzado aquel recuerdo.

Ya hacia unas semanas se hablaba del virus y todos esperábamos su llegada a nuestra patria en secreto de los demás, quizá llevados por la nostalgia de volver antes de lo esperado a nuestros terruños. Esos días en Pamplona fueron particularmente fríos en todo los aspectos. Yo era un estudiante agobiado de segundo semestre de comunicación social. Arrastraba conmigo una materia de primer semestre. Poesía y literatura, e irónicamente era bastante bueno en ello.

Muchos estudiantes desconocían la relación de estos tópicos con la comunicación social. De hecho, se quejaban en ocasiones de que tenían que ver "materias inútiles". Pensaban que el periodismo solo era una batalla contra los políticos o ser presentadora en rcn. Tambien habían los que si comprendían la trascendencia de dominar estas áreas. Una vez en una de las primeras clases de ese enero ya moribundo, la misma profesora lo explico brevemente.

- Existe algo llamado periodismo cultural, es una de las tantas razones de ser de esta materia. Explicó.

La profesora era una muchacha mayor. Tal vez su edad no permitía usar ese termino en ella, pero su sonrisa que parecía de adolescente, contradecía cualquier "pero".

Aquella mujer de mejillas rojizas y mirada viva, me mostraba la poesía como una manera de vivir desde hacia un año. Amaba esa clase en particular. creo que por eso la volví a cursar, o quizá para verla a ella. En ese momento no lo sabia bien, pero me había enamorado vagamente de una profesora en secreto de mi mismo. la veía dictar las clases, enojarse, o almenos intentarlo, porque pocas veces lo lograba. Era demasido comprensiva como para enojarse con los demás.

Nunca podía recordar su nombre, siempre que pensaba en ella me detenía cuando iba caminando por la calle unos segundos, y entonces lo recordaba, pero lo olvidaba nuevamente. Cuando llegaba a mi habitación garabateba poemas como modo de catarsis. En muchas ocasiones, los poemas deberion llamarse. " amor de universidad" o " profesora del alma".