La lluvia caía con fuerza, y el viento azotaba los árboles del sombrío bosque. El sonido de los cascos de los caballos resonaba en la tierra empapada, mientras el barro se adhería a las patas de los equinos. Sobre uno de ellos cabalgaba una figura enmascarada con una capa, disparando flechas con destreza desde su arco. Detrás de él, un grupo de caballeros del castillo los perseguía incansablemente.
"¡Atraparlo!" gritó uno de los caballeros, liderando la persecución. "¡No dejéis que escape!"
El misterioso jinete se mostraba molesto por la persistencia de sus perseguidores. "Ya me están cansando", murmuró para sí mismo. "Bien, es hora de perderlos."
Con una rápida maniobra, el enmascarado se adentró en el espeso bosque, esquivando con agilidad las flechas que le lanzaban y devolviendo el fuego con precisión. Logró abatir a varios de los caballeros, quedando solo tres en su persecución. Finalmente, encontró refugio en una cueva oculta entre los árboles.
"Bien, los perdí", susurró aliviado, mientras acariciaba a su yegua blanca, a quien cariñosamente llamaba "Blanquita".
Bajó de su caballo y sacó unas manzanas de su maletín, compartiéndolas con su fiel compañera. Después de un rato sin ver ni oír a los caballeros afuera, decidió regresar a su hogar, una pequeña cabaña de dos pisos.
Al entrar, se encontró con un erizo molesto. "¿Otra vez?", preguntó con los brazos cruzados y una ceja alzada.
"Sí...", suspiró, aceptando su regaño.
"Sabes que me gusta que ayudes a los demás, pero...", comenzó a decir, pero fue interrumpido.
"Pero que tenga cuidado, lo sé", respondió el enmascarado. "No te preocupes, utilicé la cueva que está al otro lado del pueblo y luego los perdí."
La conversación continuó, con su compañero expresando su preocupación y ella prometiendo despertarlo la próxima vez. Tras compartir risas y un abrazo, se retiraron a descansar en sus respectivas habitaciones.
En el castillo, tres caballeros comparecieron ante el enfurecido rey, quien los reprendió por su incapacidad para capturar al fugitivo.
"¡Todos ustedes son unos incompetentes!" gritó el rey. "¡Más vale que lo encuentren!"
Tras un tenso intercambio, los caballeros se retiraron con la amenaza del rey resonando en sus oídos. Sin embargo, el monarca tenía un plan B y convocó a su sirviente de confianza, un lobo negro con blanco.
"¿Conoces a alguien que se encargue de una peste?" preguntó el rey con frialdad.
"Claro que sí, alteza", respondió el lobo.
"Bien, tráelo ante mí mañana", ordenó el rey mientras el sirviente se retiraba.
Mientras tanto, en el bosque, dos erizos desayunaban tranquilamente, pero la preocupación los llevó a discutir sobre la necesidad de ir al pueblo en busca de más comida. Uno de ellos, Silver, el erizo blanco, insistió en que su hermana Amy Rose lo acompañara.
Amy, la eriza rosa, reacia al cambio de planes, finalmente accedió a acompañar a su hermano. Ambos disfrutaron de su desayuno antes de embarcarse en una nueva aventura al pueblo. Amy recordó la razón por la cual se ganó el apodo "Rose Hood" al robar dinero de los carruajes reales y distribuirlo entre los necesitados del pueblo.
Su vida en el bosque era complicada, pero su determinación por ayudar a los demás era innegable. Y mientras se aventuraban hacia el pueblo, Amy reflexionó sobre su pasado y su futuro incierto en un mundo lleno de peligros y desafíos. Sus pensamientos se centraron en su doble identidad, "Amy Rose" y "Rose Hood", dos caras de una misma moneda que ocultaban secretos, sueños y un destino incierto que solo el tiempo revelaría.
🌷🌷 ~"ROSE HOOD"~🌷🌷
<<Esta historia se actualiza todos los jueves>>
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~🌹 Rose Hood 🌹~ (Sonamy)
RomanceROSE HOOD, una intrépida bandolera que despoja a los adinerados para redistribuir la riqueza entre los menos afortunados. Valiente y decidida, sus actos audaces desafían las normas de una sociedad injusta. En un giro inesperado, el Rey, agotado por...