Algunos años después
Jungkook
Estoy jodidamente cansado.
Las piernas me duelen horrores, y aunque estoy demasiado contento con la vida gruño al ver demasiada luz saliendo por el ventanal y por el techo.
Condenado techo de vidrio.
Me abrazo a Taehyung por debajo de las sábanas y distingo que aún lleva puesta la camisa del traje, lo que me parece extraño porque él es muy cuidadoso con la ropa.
Pero entiendo que ha caído en la cama del cansancio y no le prestó atención a nada más.
¿Quién acaso sugería que casarse era algo fácil?
Había sido un desastre, desde arreglar que todo llegase a tiempo, a que las decoraciones fuesen las correctas, la música, los platos, las sillas, los taburetes, la bebidas, la comida, todo era demasiado.
Pero había valido la pena.
Sonrío como tonto al escuchar a Taehyung quejándose en voz baja y se sujeta a mi cadera.
Aún puedo escuchar su risa feliz y contagiosa y me hace sentir pleno, porque tengo con él lo que siempre quise.
Una vida feliz.
Pienso en su discurso con trucos literarios que me hacen fallar las piernas y calentar el pecho y me muerdo el labio por no reír y hacer un barullo innecesario en su somnolencia.
Siento en mi boca aún el soju y no he debido dormir ni más de dos horas. La felicidad me tiene inquieto.
Hace unas horas
—Nunca creí que el amor llegaría a mi vida de forma tan repentina, siempre supe que Jungkook era un niño muy brillante y amoroso, pero al verlo y conocerlo... me incandile de inmediato —Taehyung empuja su lengua contra su mejilla pensando en las palabras y yo me muerdo la mejilla interna tratando de no ponerme a llorar. Sostiene la copa en su mano que completa su estilo y de verlo, me dan ganas de ir y no soltarlo nunca. Joder...es mío.
—Me enamoré de él como cuando te quedas dormido, y no sé cómo era mi vida antes de él... Jungkookie, te conocí siendo un chico con sueños, que lloraba de vez en cuando de frustración. Y ahora que nos casamos, eres un hombre increíble que ha conseguido con tanto esfuerzo todo lo que ha querido y creo que eso es lo que más me gusta de ti, aparte de otras seiscientas cosas anotadas en una lista —me río porque está balbuceando y eso es porque no está totalmente cuerdo, aun así sus palabras me hacen temblar los dedos de las manos haciendo que deje la copa en la mesa. —. Nunca me cansaré de recordarte todos los días lo valioso que eres y para este punto aseguro que mi vida no tiene sentido si no estás tú. Te amo, Jungkook-ah.
Él se aparta del micrófono al terminar de hablar y camina hacia mí. Escucho aplausos y los ojos me lloran. Le abrazo con fuerza y nos damos un beso políticamente correcto. Se me calienta el corazón al notar cómo le tiemblan los labios.
No preparé un discurso y no me hace falta porque él sabe todo lo que siento con mirarme y no poseo la cualidad de expresarme muy bien hablando.
Taehyung y yo nos entendemos de muchas otras formas.
Justo ahora.
—¿Estás despierto, Jungkook-ah? —su voz suena ronca y yo salgo de mi ensueño saliendo de las sábanas detallando sus ojos pequeños y sus gruesos labios que se veían muy apetecibles.
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Tócame | Vkook+18
FanfictionKim Taehyung era el dulce profesor de literatura, un hombre culto y lleno de tantas cosas buenas como malas. Su clase en la universidad de Seúl era de literatura, y no había nada que le gustara más que enseñar eso. Él era lo contrario a problemas...