Kingdoms of discord.

Espionaje fallido.

Una vez los líderes de los tres reinos estaban reunidos en el castillo del reino volcánico, el emperador de fuego inició la conversación.

—Buenas tardes.— Dijo con sequedad.

—Hey.— Comentó con desinterés el señor de la Oscuridad, estirándose en la silla importándole entre nada y menos la educación.

—Ejem... Buenas tardes a ambos.— Dijo finalmente el monarca de la tierra mirando al emperador oscuro con un gesto de desagrado.

—Con asco miras a tu tía porque a mí no.— Respondió ante esa mirada Fudo, frunciendo el ceño.

—No voy a malgastar mi tiempo ni mi saliva en personas como tú.— Tras decir esto el monarca de la tierra se cruzó de brazos.

—Cof cof, tenemos cosas más importantes de las que hablar.— Comentó el emperador del fuego poniendo orden en la sala.

—No sé si el sub-líder del fuego os habrá comentado que acepté vuestra alianza a cambio de ser yo el que impusiese las normas y dirigiese todo básicamente.—Informó el de la Oscuridad.

—Pues no, no me lo comentó.— Contestó el dueño del castillo mientras maldecía internamente al de pelo tulipán.

—En fin, pues vamos bien entonces.—Murmuró el de gafas.

—¿Disculpa?— Alzó una ceja el de ojos verdes.

—Disculpado.— Respondió sonriendo con superioridad el de rastas a lo que el castaño oscuro se levantó cerrando el puño en posición de darle un puñetazo a este. Pero fue detenido por el de pelo crema.

—Basta.— Dijo el moreno imponiendo respeto, a lo que el emperador oscuro respondió chasqueando la lengua y se volvió a sentar.

—A lo que iba, que más os vale seguir mis órdenes.— Comentó el más maleducado de los ahí presentes bostezando.

—Creo que deberíamos mandar a alguien a buscar en el castillo de la luz.— Propuso el castaño claro ignorando completamente las palabras del líder de la Oscuridad.

—Buena idea.— Le dijo el de ojos oscuros a su prometido.

—Buini idei.— Comentó con una mezcla de molestia y burla el de pintas de marginal.

—Noto a alguien por aquí picado.— Sonrió con superioridad el de pelo crema.

—No podemos esperar más de alguien como él, cariño.— Dijo para rematar el de ojos rojos.

—Qué  a s c o.— Se levantó con brusquedad el emperador oscuro dirigiéndose a la salida.

—Uhhhh.— Rió levemente el emperador del fuego.

—Haced lo que os dé la gana parejita, pero no contéis conmigo.— Y dicho esto salió del lugar.

Después de esta caótica reunión, los prometidos mandaron al castillo de la luz a investigar a Kirino por parte del de fuego, y por parte del de la tierra fue enviado Genda. Por otra lado, el emperador oscuro mandó a Haizaki Ryouhei, pues escaseaba de opciones.

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Poco después de esto, los tres enviados se encontraban frente al Reino de la Luz. El monarca de este reino tenía defendiendo a Kariya por parte del aire, a Jiro del hielo y a Kira de su propia corte.

—Y bien, ¿cómo nos organizaremos?— Preguntó el enviado de la tierra.

—Si nos dividimos será más rápido.— Comentó el del fuego a lo que el de la oscuridad se encogió de hombros.