La historia se remonta a los comienzos del cristianismo, el santo Isicio o Hesiquio, discípulo del apóstol Santiago, desempeñando funciones episcopales, entró en Egabro (actual Cabra) predicando las doctrinas del Evangelio, siendo recibido por sus moradores con gran entusiasmo, entonces les mostró y entregó una imagen de la Santísima Virgen, que labrada por el propio evangelista San Lucas le había dado San Pablo, recibiéndola los habitantes de Egabro con gran alegría. Esta imagen fue primeramente colocada en una casa, y luego, cuando fue destruido el templo a la diosa Fortuna y edificada en su lugar una iglesia, en ella fue colocada y venerada. El décimo obispo en ocupar la sede episcopal egabrense fue Arcesindo y a él se le atribuye la ocultación de la imagen de la Virgen en una cueva de la Sierra, en el año 714, cuando ante la invasión musulmana, en la batalla de Guadalete, cayó la monarquía visigoda con su último rey Don Rodrigo, en manos del Islam.
Siguiendo la tradición legendaria, poco antes del año 1240, la imagen de Nuestra Señora de la Sierra pudo ser encontrada por un cautivo cordobés que había escapado de su cautiverio al proponerle insistentemente su amo que renegara de su fe católica y abrazara el islam. El lugar del hallazgo fue una gruta que está situada en lo alto de la más escarpada cara del picacho de la Sierra de Cabra. La misma cueva donde fue ocultada en siglos anteriores. El 15 de agosto de 1240 las tropas de Fernando III el Santo recuperan la villa de Cabra para la corona castellano-leonesa, es entonces cuando el cautivo se apresura a bajar a la villa recién conquistada para contar al rey lo que le había sucedido. En vista de lo que le habían contado el Rey consultó al obispo de Córdoba, Lope de Fitero y decidieron encaminarse en comitiva al picacho a orar ante la Virgen. Una vez habían orado ante la sagrada imagen le ofrecieron la bandera de combate y la caja guerrera que habían arrebatado a los moros en la batalla.
Es una de las advocaciones con más veneración en la provincia de Córdoba y a la vez una de las más antiguas, si no la de más antigüedad que ha llegado a nuestros días plena de fervor popular, fervor que se manifiesta en su interminable número de romerías, celebradas en el santuario, y muy especialmente en su fiesta mayor, cada 8 de septiembre, día de la Sierra, celebrado en Cabra.
La leyenda y la tradición hablan de una imagen escondida en el siglo VIII cuando la ciudad era sede del episcopado visigodo de Egabro. El obispo Arcesindo, siguiendo la narración tradicional, ordenó esconder a la imagen por temor a que fuera destruida por los invarores mahometanos y lo hizo en aquella gruta en la que luego, más de cinco siglos después, se apareció milagrosamente al cautivo. Sea como fuere, tenemos dos datos de sumo interés en relación con la devoción a Santa María de la Sierra en la antigua Egabro en el siglo VII y luego en la villa de Cabra, al menos desde el siglo XIV.
En cuanto a la devoción a la Virgen como Santa María, se conserva en Cabra un ara con inscripciones que testimonian la dedicación de una Basílica a Santa María, por el Obispo Bacauda, en las (I)II kalendas iunias de la era DCLXXXVIII, que se correspondería con el 31 de mayo del año 650. Se trata de una de las manifestaciones epigráficas más antiguas de Andalucía en la que se nombra expresamente la dedicación a Santa María y se conserva en la iglesia de San Juan Bautista de Cabra.
Y en el siglo XIV, en concreto el 23 de septiembre del año de 1396, tuvo lugar la venta de la nava que llaman de Santa María de la Sierra que fue enajenada por doña Urraca Alfonso y su esposo don Alfonso Fernández de Mena, a favor del concejo, oficiales y hombres buenos de la Villa de Cabra, siendo escribano público Diego Martíones, por lo que estamos ante el primer testimonio documental en el que se nombra expresamente el entorno del Picacho de la Sierra de Cabra, como de Santa María de la Sierra. El documento se conserva en el archivo histórico municipal de Cabra.
De la Archicofradía tenemos noticias al menos desde los primeros años del siglo XVI cuando se reciben visitas pastorales que dejan constancia documental de la hermandad, Santuario y devoción. A lo largo de tantos años, la historia de la Virgen de la Sierra ha dejado importantes acontecimientos que se recogieron en diversos relatos de los que se conservan originales tanto en los archivos locales (municipal y de la parroquia de la Asunción y Ángeles), en el archivo provincial de protocolos notariales, en el archivo del obispado de Córdoba, en el de la propia Archicofradía y en un buen número de artículos y trabajos que han visto la luz en revistas, libros y otras publicaciones, fruto de la labor investigadora que ha permitido contar con un importante legado historiográfico.
Desde el 6 de septiembre de 2014 hasta el 10 de octubre de 2015 la Archicofradía y devotos celebran el Año Jubilar Mariano declarado por el Papa Francisco que se está celebrando con numerosas peregrinaciones de diversos puntos de Andalucía y de España para ganar la indulgencia plenaria. El 13 de junio del 2015 se realizó la "bajá" extraordinaria del Picacho para viajar a Córdoba y participar en la Magna Mariana Regina Mater, antes de llegar a Córdoba visitó algunos de los pueblos donde se le profesa una gran devoción desde hace siglos como Zuheros, Doña Mencía, Nueva Carteya, Luque, Priego de Córdoba, Espejo, Montemayor, Montilla, Monturque y Huertas Bajas. Cabe destacar que se trata de la primera vez que la imagen salió de la ciudad de Cabra ya que nunca antes había salido de la misma (incluso en su restauración fue el restaurador Miguel Arjona quien se trasladó a la ciudad durante la intervención de la imagen).
El recibimiento que se le ha ofrecido en cada una de estas poblaciones ha puesto de manifiesto la gran devoción hacia esta venerada y antiquísima imagen de la Virgen. También en Córdoba, el Puente Romano se vio repleto de personas de toda la provincia y de la capital, que han acompañado a la Virgen de la Sierra en la jornada histórica del domingo 21 de junio de 2015, y en los días siguientes en que ha permanecido en la parroquia cordobesa de la Trinidad, recibiendo una vez más el testimonio de la más sincera devoción que se le profesa en toda la diócesis y provincia de Córdoba.
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HISTORIA DE MARIA SANTISIMA DE LA SIERRA PATRONA DE CABRA
SpiritualEsta Virgen data del siglo 13