De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

0. Strawberry Wine

Luego de los eventos ocurridos con Alexander, Crystal fue a una de las clínicas privadas más costosas para su recuperación. En una cirugía volvieron a construirle el tabique de la nariz que estaba totalmente roto, además de suturar todas las heridas que tenía en sus piernas con puntos. A eso se le agregaba la deshidratación, por la cual tuvieron que inyectarle suero, y su pésima alimentación durante una semana. Estuvo alrededor de un mes en recuperación, donde Jumin la acompañaba día y noche, sin despegarse de ella.

Jumin comprendió entonces a lo que se refería Saeyoung: el temor de dormir, porque ella podía desaparecer. Prefería mantenerse despierto día y noche, a su lado, a pesar de estar sedada o despertar un par de veces al día para alimentarse. La acompañaba, la cuidaba, dormía en aquella clínica a su lado, a pesar de tener una habitación para él junto a su esposa. No podía quitarle la vista de encima, y no deseaba hacerlo.

La empresa durante aquel mes pasó a segundo plano para Jumin, dejándola a cargo de Caroline quien eficientemente cumplía con todo lo que tenía que realizar y mucho más. ¿Qué importaba la empresa, cuando su propia vida estaba ahí, en una cama, recuperándose?

Por fortuna, las heridas de Crystal no eran tan graves, y fueron tratadas a tiempo. Llevaba una venda en la nariz, además de tomar constantemente analgésicos para el dolor que a veces le producía. Pronto, quitaron los puntos que le habían puesto para suturar sus piernas, y comenzaron a aplicarle diversas pomadas para no dejar cicatrices, al igual que la que había dejado Akiko en su rostro, y entre sus pechos.

Una vez que Crystal se pudo levantar de la cama y mantener reposo lejos de la clínica, fueron hasta el apartamento de Jumin para continuar la recuperación ahí. Él no la dejaba moverse demasiado de la cama, a pesar de que no tenía ningún problema en sus piernas más que un par de cicatrices que estaban comenzando lentamente a desaparecer.

Todos los días le servía desayuno en la cama, preparado por él mismo con mucho cuidado y dedicación. Siempre la sorprendía con cosas distintas, con frutas variadas, con hotcakes y miel, con leche, o comida tan diversa para ayudarla en su recuperación. Tomaba desayuno junto a ella, mientras él bebía de una taza de café, conversando sobre trivialidades, o leyendo el diario. Cuando un día le preparó bacon, Crystal se quedó mirándolo en silencio, con un rostro triste.

- ¿Qué sucede? ¿No te gusta? Pensé que te gustaba el bacon. - la observó Jumin con sorpresa, sin comprender. Crystal le volvió a sonreír, aunque se notaba en sus ojos la tristeza.

- Si me gusta cariño. No es nada. - Crystal tenía la voz quebrada. Con su tenedor intentó comer el bacon, pero se le había quitado el hambre. Debía hacer un esfuerzo por su esposo, que había preparado todo con mucho cariño.

- Puedes decirme lo que sea, Crystal, y lo sabes. - Jumin estaba sentado a su lado observándola en silencio, atento a sus labios. Crystal lo observó con los ojos llorosos.

- Aun no los encuentran, ¿verdad? - preguntó la pelirroja. Le costaba hacer la pregunta, porque temía la respuesta, y porque la sabía. Jumin suspiró.

- No, aunque hemos reforzado la búsqueda por pistas alrededor. No hay ningún rastro de Saeyoung, Vanderwood o Melissa. Tampoco de Saejoong. - explicó Jumin con pesar.

Era una pregunta que había hecho su esposa en el momento en el que se despertó. Jumin le explicó con cuidado y con detalle todo lo que había sucedido: el rapto de Saeran y Jun de parte de Saejoong, y como este último había hecho explotar el lugar con Saeyoung, Melissa y Vanderwood adentro. Jumin sabía que sería lo primero que le preguntaría, y había preparado con anticipación lo que le diría. ¿Pero cómo hablarle con cuidado de la muerte de su mejor amiga? No había palabras adecuadas para ello más que la verdad, ni tampoco había palabras de consuelo.