Amor y Venganza (Zootopia).

Capítulo 27 -FIN-

Capítulo 27:

-Vaya, pero mira qué cara tienes-comentó riendo el zorro. –Ya ya, está bien, sé que no te he visitado en un tiempo. Estaba ocupado, ¿sí? Me estuve esforzando mucho para ser asignado a su escuadrón y por fin soy parte de él, Gideon. Ahora debes llamarme Oficial Wilde. No, mejor llámame Capitán del Equipo Omega. –dijo orgulloso. - ¿Escuchaste eso mamá? - dijo dirigiéndose ahora a la lápida de su madre.

- ¡Nick! –regañó Judy, poniendo sus patas en sus caderas. - ¿Cómo se te ocurre mentir así? – ella se agachó a poner flores en ambas tumbas.

-Bueno bueno, está bien. Me rindo. No soy Capitán del equipo Omega, pero mi hermosa coneja sí lo es. –declaró orgulloso el zorro, atrayéndola a sus brazos.

Aunque le cueste reconocer a Nick, Jack Savage tuvo que ver en eso.

Bogo al anunciar que iba a retirarse de la fuerza, dejó a cargo al conejo quien, sin dudarlo, asignó a Judy como capitana del equipo y a Nick como integrante del mismo, junto a Lobato y McCuerno.

-Otra cosa mamá, vinimos a contarte que Judy está esperando un bebé. -anunció acariciando el estómago de su radiante coneja. Todavía no sabemos su especie. -

-Pero, esperamos que sea un zorrito. –interrumpió Judy, dirigiéndole una sonrisa.

-Mamá, ¡Emma me está molestando de nuevo! –corrió el pequeño zorrito hacia ella, pese a ser el mayor, era mucho más pequeño que su hermana.

- ¿Qué ocurrió? –preguntó con los brazos en jarras, claramente molesta.

- ¡Yo no hice nada! Teo empezó. Dijo que mis dibujos eran horribles. – declaró la zorrita furiosa.

Nick llegó a casa con la cena en mano, en ese preciso instante.

Analizó la situación, observando divertido, tanto a madre como a hija en la misma postura, con las manos en las caderas.

"Mmmm eso es mala señal"-pensó Nick, tirando de sus orejas hacia atrás. Conocía el carácter de aquellas dos. Captó la mirada de auxilio que su primogénito le enviaba.

-Vaya, veo lo que está pasando. –dictaminó seriamente Nick, tomando a Teo de los hombros. –Lo que ocurre angelito-dijo dirigiéndose a su hija menor. –es que tu hermano notó que destacas en otras actividades. –la miró con dulzura. Apretó un poco el agarre en los hombros de su hijo, para que éste le siguiera la corriente.

- ¡Si! Es verdad. –agregó en cuanto entendió las intenciones de su padre.

-Como, por ejemplo, el deporte, tienes la fortaleza y resistencia necesaria para hacer el deporte que quieras y ser la mejor, no dudo de ello. –Padre e hijo la miraron sonrientes, mientras madre e hija se dirigían una mirada cómplice.

Esos dos sí que eran iguales, astutos y saliendo bien parados de cualquier situación.

-Bueno, de acuerdo, me inscribiré en algún deporte. –dijo Emma dando por zanjado el asunto.

Sus padres se dirigieron a la cocina a conversar. En ese preciso momento, Emma tomó a su hermano mayor del cuello de su remera. –Si vuelves a decir que mis dibujos son horribles... -amenazó la zorrita, haciendo notar la notoria diferencia de fuerza y estatura entre ambos.

-Lo sé, lo sé. –dijo el zorro elevando los brazos en un intento por serenarla.

Sabía que su hermana era más fuerte que él y no le convenía molestarla.