Capítulo 1: "Uno de esos días"

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La misma pesadilla de siempre... Oscuridad y gritos, es todo lo que escucho, esas últimas palabras que salieron de tu boca antes de la partida definitiva...

"PECADORA"
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"IMPURA"
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"INFIEL"
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"PROSTITUTA"
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"VERGÜENZA DE DIOS"
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De repente, toda esa oscuridad se va desvaneciendo en un punto de luz lejano, puedo ver algo en él que me llama la atención. Mi mayor tesoro. Se voltea a verme para después dedicarme una noble sonrisa, mientras me da la espalda y corre a lo más oscuro, dejando la luz que lo proteje. Intento correr hacia él pero una reja me obstruye el paso, siento como todo el aire de mi cuerpo se obstruye en mi garganta, se empieza a amontonar hasta casi asfixiarme, siento como si un millón de personas me jalaran para que yo no logre alcanzarte mientras desapareces; ahora lo único que puedo hacer es llorar tu partida... Mi bebé... Mi corazón... Mi hijo...

- Mami... Mamita... ¡Mami!

- ¡Ah! - Mi pesadilla de hoy dió por concluida, aún con un poco de sudor frío me levanté un poco de la cama quedando sentada. Voltie a ver la dulce voz que me despertó.

- Perdón ¿Te asusté? - Mi dulce hijo.

- No amor, al contrario, te agradezco, estaba teniendo una terrible pesadilla.

- ¿Te sientes bien? - Me preguntó Arthur mientras ponía su pequeña mano en mi frente.

- Sí, no te preocupes y por cierto ¡Buenos días! - Me agaché un poco para darle un beso en la frente a mi ángel - Creo que dormí más de la cuenta, tengo que... ¡La escuela! ¡El desayuno! - Me escandalicé al recordar las obligaciones del día.

- No te preocupes, el tío Ban ya está haciendo el almuerzo, para que vayas al trabajo sin apuros y después me llevará a la escuela. - Dijo mi niño dándome una sonrisa.

- Pero iba a trabajar en el restaurant. - Le dije mientras me paraba de la cama para buscar ropa decente en el armario - No creas que he olvidado el festival del día las madres ¿Qué te va a tocar llevar? - Le pregunté para después entrar al baño a cambiarme.

- La maestra Merlín me dijo que podía ayudarle a hacer los adornos, que por el material no te preocupes, ella lo va a conseguir.

- No me gusta abusar de la bondad de tu maestra, Arthur. - Salí del baño luciendo una camisa negra, un suéter rosa y un pantalón de mezclilla. - ¿Qué te parece?

- Te ves bonita mamita, tú siempre te ves bonita. - Me decía Arthur para después acercarse a darme un abrazo lleno de dulzura y ternura. - Estoy seguro de que fue por eso que mi papá se enamoró de ti - Mi hijo es tan inocente que no le he tenido el valor de contar mi pasado, es por eso que solo asentí con la cabeza y lo acapare con más fuerza.

- Es mejor apurarnos, o llegaremos tarde a la escuela y al trabajo. - Nos tomamos de la mano para salir del cuarto y caminar solo unos pasos hasta llegar a la diminuta cosina, donde se veía a mi hermano Ban preparando unos huevos revueltos.

- ¡Tío ya despertó! - Dijo mi ángel mientras me señalaba con su dedo índice.

- ¡Milagro! Pensé que íbamos a tener que organizar el funeral de mi querida hermana - Dijo Ban mientras volteaba a vernos con una socarrona sonrisa.

Natsu no taizai "Hermosa Razón"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora