En una tierra muy lejana, había un pequeño pueblo montañoso, donde los moradores vivían de la agricultura, siendo estos esclavizados por los dueños de las tierras, cada día todos debían trabajar por sobrevivir, en ese tiempo no existía, ni leyes, ni derechos humanos, absolutamente nada, el rico podía explotarlo a su antojo, uno de esos trabajadores eran 2 amigos, uno se llamaba José y el otro Jaime, un día el dueño de los terrenos dijo: - que vayan a vender la cosecha de maíz al pueblo, y quien traiga más dinero, él le regalaría un terreno pequeño que ya no me sirve, los amigos estaban feliz, pero dijo el dueño: solo uno de ustedes dos, lograra ganar ese terreno, ¡así que manos a obra vayan a vender empleados! Ellos fueron con su mejor traje para llamar a la atención y poder vender en mayor cantidad de dinero sea posible.
Una vez que llegaron al pueblo, los dos empezaron a vender, pero era José una persona más amable, sonriente, que lo compradores lo compararon sin poner peros, y es así que él, lo vendió en $ 500 dólares, mientras Jaime de la desesperación por ganar solo logró venderlo en $ 300 dólares, no pudo elevar su precio. Jaime al escuchar que le gano, se puso muy furioso, a él no le importó que fuese amigos, cuando estaba en camino de vuelta, por una ruta abandonada para llegar más rápido y regresaban donde su dueño. Jaime tomó un pedazo de madera y golpeó muy fuerte en la cabeza de José dejando inconsciente. Después tomó un pedazo de pantalones que llevaba José y fue donde el dueño, cuando llegó Jaime mintió diciendo: oh patrón, lamentablemente cuando José y yo estuvimos regresando apareció unos ladrones y nos intentaron robar, yo que pudo correr más rápido, me escondí en una quebrada, después de que se fueran los ladrones regrese a ver a José, pero lo mataron y se llevaron el dinero que el traía. Solo pude traer esta prenda en muestra de mi verdad.
El dueño asombrado de lo ocurrido dijo: no importa ese era solo una prueba, para ver quién era más capaz de triunfar, pero por tu valentía te voy a regalar, ese terreno que te prometí, Jaime está feliz, a parte se quedó con los $500 de José. Mientras el otro está tirado en el piso, un grillo pasea por su cabeza, y lo despertó, al ver que ya era de noche y en un lugar muy abandonado, vio una cueva grande y uno muy pequeño que estaban juntos; José fue al pequeño, ya que el grande entraba mucho aire y de daba frío. Estaba acostado en unas plantas secas, cuando después de casi dos horas llegaron varios monstruos que se reunieron en la cueva grande, estos conocían todo los problemas que sucedía en todo el mundo, para después pararse por humanos y cobrar la recompensas por solucionar todo tipo de problemas que tenía las personas. Empezaron a contar que había visto ese día, uno de ellos empezó a contar que un dueño de una hacienda del otro pueblo, tenía muchísimos bienes y lujos y él está dispuesta a ofrecer la mitad de sus riquezas a quien ayude a calmar su dolor de oído, hasta el momento nadie ha podido sanarlo, ni los doctores, ni los brujos, ni nadie. Eso es fácil de solucionar, se debe coger 2 dientes de ajos, un poco jugo de papa, y mezclarlo con ceniza de carbón y eso ponerlo en el oído y él se sanara, pero recuerde solo nosotros conocemos esa receta.
José al escuchar, estaba asustado e impresionado por lo que había oído, así muy de mañana salió de la cueva muy silenciosamente, y fue a tratar de curar al dueño de la hacienda del otro pueblo, encontró los ingredientes se fue, al llegar allí dijo, a dueño he escuchado que sufres con dolor de oído, el dueño dijo: si, y busco alguien que me pueda ayudar, ya que nadie es capaz de sanarme, José pregunto qué ofreces a cambio de tu salud, el dueño dijo si tú puedes sanarme te daré la mitad de todos mi bienes. José dijo yo puedo curarte, y empezó a crear la receta, después lo puso en el oído del dueño, automáticamente se sanó, el dueño muy contento dio todo lo que le había prometido. Después se convirtió en un hombre muy rico y regresó a su antiguo pueblo, cuando José volvió, Jaime no podía creerlo, estaba tan sorprendido del cambio que tenía José y le pregunto: - ¡amigo!, soy Jaime, quería pedirte muchas disculpas, por haberte herido aquella vez, la verdad estoy muy arrepentido, José respondió: - está bien te perdono, en parte gracias a ti ahora soy rico, Jaime dijo: -¿cómo lo lograste conseguir tanto dinero de noche a la mañana?. José respondiendo dijo: - en el lugar que me golpeaste, cerca hay 2 cuevas, en la grande, se reúnen muchos monstruos, y saben soluciones para todo el mundo, yo lo escuche de un dueño de hacienda del otro pueblo, que premiaba, al que lo curaba de su dolor y daba medio de su fortuna, yo fui a solucionarlo antes que ellos y me dieron toda esta recompensa.
Jaime asombrado dijo: ¡guau! eso es muy fácil, yo también iré, para escuchar sus conversaciones, para copiar esa solución y poderme hacerme rico como tu amigo. Por la noche fue a ese lugar, a tratar de escuchar cuando justo llegaron los monstruos, como había contado José. Y ellos empezaron a contar sobre, que habían averiguado, pero antes dijeron: la solución de ayer alguien más lo escucho, es imposible que alguien lo haya descubierto la cura, significa que algún más nos escuchó, así que revisen todo, buscaron todo y encontraron a Jaime escondido en la cueva chiquito. Los monstruos dijeron: - tú eres muy envidioso, tu amigo escuchó nuestra conversación y lo soluciono a él lo perdonamos, porque fue un accidente que escucho, pero tú vienes a hacer lo mismo por envidia. Ahora es tu fin por mala persona, entre todo los monstruos lo devoraron, sin dejar rastro alguno.
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El Hombre que escuchó a los monstruos
FantasySe trata de una pequeña historia, donde 2 empleados de un jefe, fueron a vender sus productos en el pueblo, pero uno traiciona al otro por envidia, este otro accidentalmente se hace mas rico que que el envidioso.