Capítulo 19→Me gusta, y mucho

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«Stiles«

Desperté en medio de la noche, revisé el reloj a un lado de la cama de Scott, y eran las 4:45am, dormí más de cuatro horas, casi un récord.

Estuve un rato rodando en la cama, era un hecho, no podría volver a dormir, pero, “La esperanza es lo último que se pierde” ¿No? Aunque siendo sinceros, creo que la perdí hace tiempo.

Después de que Scott me diera un codazo, me levanté y lavé mi cara. Para posteriormente salir de la habitación.

Salí corriendo hacía el Jeep, tenía que tomar el aderall, y aprovecharía para tratar de desayunar algo, no era mi casa, pero sabía exactamente dónde estaba todo.

Al llegar a la cocina preparé café y el Aderall; estuve un rato sentado frente a la barra, dando tragos cortos al café, no se me era recomendado beberlo, pero, ¿Aquien le importa?. Seguí dibagando hasta que una voz me  interrumpió.

–¿Scott?– Era Melissa, la madre de Scott.

–Stiles– Reí nervioso.

–¿Qué haces aquí, cariño?– Preguntó mientras se sentaba a mí lado.

–Problemas con.. papá–

–¿Ahora que hizo?– Preguntó enfadada Melissa.

–¿Sabías que volvió a casarse?– La cara de Melissa era de completo asombro.

–¿Qué? ¿Cuando?–

–No lo sé, me acabo de enterar– Susurré mientras daba un gran trago de la bebida en mis manos.

–Stiles, lo siento tanto– La voz de Melissa estaba llena de una pena, no sabía si hacía mí, o hacia mí increíble padre. –Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, es más, podemos adaptarte el cuarto de invitados–

–Gracias Melissa, pero estaba pensando rentar algún lugar, no quiero ser una carga– Melissa me miró comprensiva pero negó.

–No eres ningúna carga, para mí eres como otro hijo–

Sonrió para después levantarse de la silla y abrir los brazos, yo corrí hacía ella y la abracé, ella y Scott eran lo más cercano que había tenido de una familia, desde que mamá murió.

–¿Me puedo unir al abrazo?– Un Scott en pijama, descalzo y con voz adormilada, preguntó desde la entrada a la cocina.

–Sí– Dijimos al unísono.

•••

«Narrador Omnisciente«


Los días pasaron, dando inicio a las vacaciones de verano.

El pequeño de los Stilinski se siguió quedando en la casa de los McCall. Todo seguía normal; su padre no se había dignado a buscarlo, Malía no había vuelto aparecer, Scott y Melisa estaban sumamente contentos por tener a Stiles ahí, y también estaba Lydia, que había vuelto a ver un par de veces, aunque nunca solos.

–Buenos Días– Saludó Melissa desde la entrada del cuarto de invitados; que ahora permanecía a el joven castaño.

–Hola– Saludó mientras levantaba la vista del ordenador frente a él.

¿Amor? -Stydia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora