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Ella estaba enredada en sus nervios, nunca antes tuvo la opción de ir a una fiesta como ese. Era la primera oportunidad que el jefe de Berk permitió a los adolescentes. Una fiesta muy importante para todo el pueblo y si alguien lo estropeaba seguramente todo el trabajo que llevo para terminarlo iría a la basura, y ellos también.
Mientras las colas avanzaban con la lentitud de un pájaro parlante, todos mantenían conversaciones diferentes mezclándose con la música que se lograba escuchar en su distancia. -Nombre- pide el recepcionista quien se veía cansado de soportar toda bulla que se surgía en el lugar.
-Astrid- responde con la misma rudeza de siempre.
Ella pasa inmediatamente cuando este lo permite. Muchos la miraban con nuevos ojos al verla con un vestido cuando pensaban que los odiaba, era cierto, no le agradaba nada el tener que llevar un vestido pero su madre le había insistido que llevara una, sin poder negarse.
Cuando se sienta por primera vez en toda esa ola de cola, se ve obligada a ver a un castaño marginado entre todos y un toque rojizo en sus mejillas por el tanto alcohol que había bebido accidentalmente.

Lo ignora y toma de su agua sin percatarse de la pizca de alcohol que este líquido contenía. El arrdor del producto produce una arcada de su parte antes de percatarse de que era alcohol y terminar tirándolo por el suelo solo para buscar agua, y quitar ese sabor agrio. -.Que asco- entre los vasos de agua que parecían todos sospechosos hasta terminar en el efecto del alcohol.

EMBARAZADA  A LOS 15 AÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora