Aléjate o déjate llevar

Capitulo 83

Santiago.

Lara se estaba convirtiendo en una competencia para mí, en todos los sentidos. En el laboral y en los estudios.

Quería elidir que tal vez por su intelecto si me quitaría mi lugar en la facultad. Pero con solo ignorar sabía que no hacía nada. Me esforzaría. Daría lo mejor de mí. No para demostrarle a ella que yo era mejor. Era para ya confirmar lo que era evidente para muchos y para mí. Mis esfuerzos y los resultados de ello habían sido un premio gratificante en los últimos años y esto también seria así.

Esta semana no me daría tiempo de distraerme con alguna chica o de pasar un buen rato, igual quería tomar distancia de los ligues después de lo que paso con Daniela.

O lo que paso con Blair y Alison.

La suerte no estaba de mi lado en estos momentos de mi vida. Aunque había disfrutado robarle la novia a alguien por un tiempo. Me reí al recuerdo del fin de semana.

Pare el carro en el estacionamiento de la empresa donde comenzaría a trabajar. El vigilante me había dicho dónde ubicarme. En la entrada me conseguí con Luke.

Estaba de traje igual que yo, Luke era un chico fuerte físicamente y maduro para su edad. A veces ni le llamaba la atención las mismas cosas que nosotros.

Iba a saludarlo, pero entro y me ignoro igual que esta mañana.

–Me piensas ignorar por el resto de los días? Te recuerdo que trabajaremos juntos y tenemos el mismo circulo social de amigos.

–No hace falta que te diga lo que pienso Santiago. - dijo con desprecio.

–Dejaras una amistad de años por una estupidez. Soy tu mejor amigo Luke. - lo conocía desde los 12 años, había sido formado parte de mi vida desde el principio.

¿Dejaras de tratar a las chicas como si fueran un objeto sin ningún respeto? Porque si eso seguiré así, no quiero seguir siendo amigo de patanes como tú. - dio la vuelta y se fue.

Luke me había dejado sin habla.

Mi mejor amigo, me odiaba.

Me quede un tiempo asimilando el odio repentino de Luke hacia mí, nunca le había afectado que fuera así con las mujeres. Solo me reprendía de vez en cuando mi actitud, pero nunca estuvimos peleados por eso.

Lara era la principal culpable.

Dejaría que pasara el tiempo, para ver si Luke reaccionaba. Ahora la idea de una venganza contra Lara estaba tomando más fuerza en mi cabeza.

Llego un empleado a explicarme como se haría todo en la editorial, detalladamente.

En ningún momento me volví a cruzar con Luke. Suponía que no trabajaríamos en la misma área.

–Aquí será tu oficina, deberías pasar. De seguro adentro te espera la encargada con tu compañera. - dijo y finalmente se fue.

–Permiso. - dije y adentro se encontraba la muy nombrada encargada, María López.

Además de mi compañera, Lara. ¿Otra vez juntos, acaso tenía una maldición encima?

No mire a Lara en ningún momento, esto no sería precisamente un ámbito laboral amigable.

María era alta, con un color de piel bronceado y un cabello negro que caía en rizos perfectos por su espalda.

La detalle perfectamente, podía ser unos años mayor que yo.

Me la estaba comiendo con la mirada.

Salió de la oficina. Y Lara y yo quedamos solos.

–Así que somos compañeros de trabajo. - dije para cortar el silencio.

–No hace falta que digas nada. - Lara dijo sentándose en la silla giratoria.

Estaba de alguna forma vestida elegante. Pero con sus zapatos deportivos blancos. No era mucho cambio a como siempre estaba el patito feo.

–Solo quería ser amigable. - Estaba siendo hipócrita.

–Te puedes meter tu amabilidad por donde mejor te entre. - No me sorprendía la Lara a la defensiva.

Hasta me dio ganas de reír.

–Quieres ver por donde mejor entra? - Levante la ceja, había algo de morbo en la pregunta. La cara de Lara fue de asco.

–No puedo creer que estés convirtiendo esta discusión en algo relacionado con esto. No quiero saber qué tipo de prácticas haces en el sexo Inmaduro.

–Pensé que querías experimentar conmigo. - Lara se sonrojo. Nunca había logrado esto. La estaba sacando de quicio.

–Cállate Santiago. Acaso no se te olvida que soy una "fácil" según tu.

No se me olvidaba y tampoco me arrepentía.

–Te duele que te digan la verdad?

Lara se paró de la silla y salió de la oficina.

Esto apenas comenzaba. Sería la peor plaga de su vida.