Capítulo 35

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El sol ya caía, haciendo que el cielo y las nubes se tornaran de un color rojizo, y los exploradores caminaban ya sin rumbo, sólo avanzaban, estaban algo cansados.

Se detuvieron luego de mucho caminar, no habían tenido tanta suerte ese día, no hallaron nada que pudiese decirles algo acerca de Alex, por eso ambos estaban bastante preocupados.

Era hora de comer, por eso se detuvieron bajo un árbol a descansar, era mejor comer antes de que el sol acabara de esconderse, así comían en paz, sin que los monstruos los interrumpieran.

-Ya nos queda poca comida, Fargan –Dijo entristecido, no quería dejar la expedición sin encontrar a Alex.

-Creo que tendremos que volver mañana... -Dijo ya comiendo.

-¿Mañana?

-Sí, sólo tenemos dos raciones más; para esta noche y para mañana por la mañana.

-Mh...

Willy se sentía realmente mal, pues tenía una mínima esperanza de que pudiesen encontrar a su amigo. Por ese mismo pensamiento le costó dormirse aquella noche, pero ya al día siguiente se levantó decidido, quería al menos encontrar otra pertenencia de su amigo. Se levantó, recogió su saco de dormir y despertó a Fargan.

-¿Tan temprano? –Preguntó con pereza Fargan, restregándose las manos por la cara.

-Sí, es nuestro último día, tenemos que encontrar al menos una pista.

-Claro, ya voy –Dijo, arrastrando las palabras e intentando quitarse la pereza.

Fargan se sentó y comenzó a comer lo que sería su última comida, mientras Willy acomodaba las riendas de su chocobo sosteniendo un trozo de pan entre sus dientes. Cuando Fargan terminó se puso de pie y recogió su saco de dormir.

-Deberías recoger tu saco, Willy –Dijo, apuntando un saco blanco unos metros de ellos.

-Pero yo tengo mi saco aquí –Palmeó el rollo de tela amarrado en la parte de atrás de la silla de montar.

Ambos se miraron en silencio por un segundo, deduciendo lo mismo.

-¡Es de Alex! –Exclamaron los dos, y corriendo hacia la cama tirada en el suelo.

Fargan fue el primero en llegar, frenó arrodillándose a un lado de este y analizándolo. Estaba sucio, y no había nada adentro, Willy se quitó la boina y pasó una mano por su cabello, exasperado.

-¿Vas a decirme que no me preocupe? –Preguntó.

Pero Fargan no respondió, estaba igual de preocupado y angustiado, y por mucho que intentara ser optimista no podía evitar pensar en lo peor.

Forastero | Staxxby en KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora