Anillo de Plata (Freddy × Lectora)

Anillos de plata

Título: Anillos de plata

Advertencia: Sad
__________________________________

__________________________________
P.O.V Narradora

El hombre de morado ardía entre las llamas, mientras reía descontroladamente, después de haber destrozado a los androides, dejándolos casi sin vida. Todo se caía a pedazos, pero, una joven castaña, no quería que murieran, no se daría por vencido, no lo volvería a cometer, el error de huir.

Arrastró al conejo, su mejor amigo, hacia la salida, dejándolo recostado sobre el frío pavimento. Poco después sacó al pirata, arrastrándolo hacia la entrada, pesaba demasiado. El pollito, la mejor amiga que pudo haber tenido, fue la siguiente, al ser esta un poco más ligera, no hubieron tantas dificultades, claro, si no cuentas los pedazos de techo desmoronándose, cayendo al piso, haciendo que el fuego se expandiera.

Solo faltaba alguien, ¡Freddy!, inmediatamente se dio la vuelta, haciendo que el cuerpo de su amiga cayera sobre el zorro pirata. Desesperada, buscaba con la mirada por todo el lugar, hasta que pudo ver, a lo lejos, una figura sobre las losas del restaurante infantil. Sin demora, corrió lo más rápido que pudo, no le importaba si se quemaba, no le importaba romperse algo si caía sobre los trozos de hierro rotos en el suelo, lo dejó ir una vez... no lo dejaría una vez más...

Al fin llegó hacia el cuerpo de su amado. Su respiración se agitaba por cada segundo que pasaba, sin que siquiera, abriera sus ojos... Lágrimas saladas recorren su rostro, esas lágrimas que derramó al ver como el hombre de traje morado, lo mató cuando eran niños de apenas 10 años, esas lágrimas que juró no volver a derramar nunca...

Una profunda voz interrumpió sus sollozos...

-Disculpame...-

Era él, había abierto sus ojos, esos ojos azules que amaba, llenos de nostalgia y amor... la chica abrió sus ojos como platos, pero las lágrimas corrían con más fuerza. Él sonreía tiernamente, mientras acariciaba su mejilla...

- N-No pude estar a tu lado... rompí nuestra promesa-

Entonces, recordó cuando eran niños:

Flashback

-*Freddy...*-

Escribía en una libreta una niña sordomuda de 10 años

-¿Qué pasa pelusa?-

Dijo en tono burlón un niño de su misma edad, de ojos color mar y cabello castaño

-*Estarás a mi lado siempre ¿verdad?*-

Lo miró con esos ojos que el chico adoraba, ojos rebosantes de ternura y alegría

-Claro que sí pelusa, ten-

Sacó del bolsillo de su camisa dos anillos de plata. Colocó en el dedo anular de su amiga el que, según él, contenía su nombre. Mientras que hizo lo mismo con el que contenía el nombre de la infante.

-Con estos anillos nunca nos separaremos, cuando te sientas sola, lee la inscripción, ambos nos recordaremos siempre-

Fin de Flashback

Colocaste tu frente junto la del chico, tus manos temblaban, la sensación de perderlo era suficiente para que te entristecieras, ahora que sabías que nunca lo ibas a volver a ver, era suficiente para que quisieras suicidarte.

-*No rompiste tu promesa...hiciste lo que pudiste para estar a mi lado, yo debería disculparme contigo... no te salvé...ahora te perderé de nuevo*-

Lloraste con más fuerza, provocando que varias lagrimas cayeran sobre la piel falsa del animatrónico, aún con su alma, la del niño tsundere con el que compartiste parte de tu infancia.

Te miró con ternura, pero le daba tristeza verte así, le dolía demasiado verte triste, siempre eras entusiasta y alegre.

-No digas eso Ray...-

Delicadamente te tomó de las manos. Sus manos eran tan frías, el simple roce con tu piel le provocaba una gran nostalgia. Añoraba aquellos días en donde solo eran tú y él, jugando sin preocupaciones, disfrutando la infancia que le fue arrebatada...

Mostró su mano izquierda, en donde, aún intacto, se mantenía ese anillo que desde niños se obsequiaron... Lo había  conservado todos estos años...

-¿Puedes...leer la inscripción?-

La castaña asintió triste, viendo como casi no le quedaban fuerzas... Se llevó una gran sorpresa al leer la inscripción detrás del anillo plateado...

La chica se ruborizó, miró al chico que se encontraba frente a ella. Cerró los ojos para intentar aguantar sus lágrimas, pero tanto fue el dolor que no pudiste más, lo levantaste ligeramente, colocaste tu rostro sobre su hombro, comenzando a sollozar con todas tus fuerzas, mientras, de los ojos de un castaño ojiazul, se desprendían unas pocas lágrimas. La pizzería se caía en pedazos, las llamas los rodeaban, casi sin darle salida a la ojinegro.

-Vete...no te quedes por mi culpa...-

La joven, se apartó lentamente de él, pero continuó sentada en el suelo, agachó la cabeza, secó sus lágrimas, para luego, hacer una seña con sus manos...*También siento lo mismo*... Siempre se le veía sonriente, pero bajo esa sonrisa acumulaba durante todos estos años una tristeza enorme, la cual nació después de haber visto como mataban a los niños de la pizzería. El castaño, quien no soportaba verla así, no quiso despedirse sin, siquiera, darle una prueba de lo que sentía.

Rozó su mano por la mejilla mojada de
Rachel (tú). Con la otra, delicadamente, la abrazaba... Tal vez se quedaría sin fuerzas para vivir...pero debía hacerlo, necesitaba mostrarle lo que sentía desde que eran niños...

Ella se sorprendió, su corazón quería salir de su pecho, pero solo sonrió levemente. Se acercaron cada vez más, sentían sus respiraciones chocar. La chica dio el primer paso, besándolo, a lo que le siguió el beso. Un beso tierno, apasionado...necesitado...algo con lo que soñaban y nunca lograban conseguir...

Se sintieron más unidos que nunca. Que pena que el primer beso fuera el último...

-*Me quedaré contigo...no quiero perderte...*-

Después de esos gestos, se acostó en el suelo, a su lado, abrasándolo, a lo que correspondió el abrazo...
Trozos de techo caían sobre ellos, el fuego se expandía por minuto, quemándolos...pero eso no hizo que se fueran de allí...

La policía mandó a cerrar el restaurante. Los sobrevivientes fueron curados y reubicados. Lo que fue raro, es que encontraron dos cuerpos...con la carne quemada...y, en sus manos, más específicamente, en sus dedos, encontraron dos anillos con inscripciones talladas en la parte trasera de la prenda, que decían...

Te amo...

Una hermosa inscripción, una historia los guarda, un amor muy trágico, junto a Anillos de plata...