Innecesariamente oportunos

CAPÍTULO 18

Ya estaba ahí con Derek en la habitación del hospital. Ya estábamos listos para poder irnos por fin de ahí, o por lo menos ya para al fin abandonar ese lugar que me mantuvo en cama mucho tiempo y que trajo consigo muchas cosas buenas y malas.

Las sorpresas como eran de esperar aparecían de la nada, pero está vez se trataba de Mike, uno de los hijos de Will.
Me sorprendió mucho verlo aquí, aunque sus palabras cortas me hicieron saber todo: "un regalo de Will" y con eso dicho, sabía de qué se trataba ya.

Aunque la emoción de Derek aún no terminaba ahí por lo que me abrazo con mucha fuerza, con toda esa fuerza acumulada de no poder hacerlo bien mientras me encontraba ahí acostado. Correspondí a dicho abrazo de Derek con la misma felicidad. Su cuerpo era muy cómodo, más ahora que podía sentirlo mejor... Su pelaje al igual que el de Will me volvían un loco.

Quizá ese abrazo no fue el más correcto de todos ya que al regresar la vista a Mike éste se encontraba... ¿Dudoso? No sabría decirlo con exactitud, pero simplemente no me agrada... Es como si me quitará puntos hacia Will y más hacia sus hijos.

Al ya estar afuera, mire a ambos lados... Ryan no estaba por ningún lado y eso me daba algo de relajación pues de sólo recordar su rostro al decirlo que me iría con Derek se me parte el corazón en mil pedazos.
Ver esa sonrisa falsa, esos ojos casi llorosos y también una gran tristeza me ponían muy mal... Pero fue mi decisión y por mí bien y ya no hay vuelta atrás.

- ¿Cómo se siente señor Smith? - me preguntaba Derek quien me veía con una sonrisa.

- Estoy bien Derek... Ya deja de llamarme señor Smith y sólo dime Alexander por favor. - le respondí con una sonrisa penosa. No me agradaba mucho cuando me decía de esa forma.

- Perfecto Alexander... Pero ahora necesito ir por mi coche. Sería buena idea que ahora manejes el tuyo. - sí, ya afuera del hospital se encontraba el regalo de Will... Otro coche. Es lindo, no lo voy a negar... Es demasiado lindo para mí, pero también es mucho para mí.

Cuando Derek se fue y alejo de nosotros, me quedé un rato más mirando el coche... Realmente es reluciente y sé perfectamente que muchas de las cosas que tendrá ahí adentro ni sabré usarlas.
Suspire para mí ante ese pensamiento, pero regrese la vista a Mike quien estaba detrás mío y con esa misma cara que me angustia.

Me acerque a él y le pregunté si tenía algo por esa cara suya, aunque lo negó pero aún así, ese rostro no se iba.
Pensé que sería buena idea para que Mike me conozca un poco y sepa la clase de persona que soy... Aunque el saber si es bueno o malo ello aún está en juego.

- Hey Mike, no tienes que preocuparte. Puedo escucharte con cualquier cosa que tengas ahí adentro de tu cabeza. - le dije mientras lo miraba a los ojos, tratando de verme... Amigable aunque eso era difícil - Y no te preocupes, no le diré nada a tu padre cuando lo vea. - ante esas palabras, Mike soltó una gran carcajada.

- Justamente pienso en mi padre y en ti. - me extraño eso - Ustedes dos tienen sus pretendientes o personas que están también interesadas. Sólo me quiero ver el final de esto. - me quedé un momento en silencio y luego sonreí de la misma forma.

- Yo también tengo esa misma curiosidad... Pero mientras tu padre sea feliz, yo también lo estaré. - su mirada cambio ante mí - Eso involucra si es conmigo o no.

- Entonces es verdad que no buscas el dinero de mi viejo y eso me gusta. - aunque eso último haya sido en susurro, logré escucharlo de forma perfecta.

Quería preguntar algo más pero justo Derek llegó con su auto. Ya era hora de partir y decir adiós.
Mike me dio las llaves del coche, al igual que me miró de forma sería, aunque luego cambio a una sonrisa y otra pequeña carcajada.
Me es difícil entender esa sonrisa, pero algo en mí decía que era bueno.

- Es bueno señor Smith. - y así, dio media vuelta para marcharse aunque dijo pronunció algo al final - ¡No olvides revisar el maletero!

No sabía a qué se podía referir pero no debo de olvidarlo y dudo que lo haga.
Derek seguía ahí, con su coche esperando por mí. No decidí perder las tiempo y abrí la puerta de mi nuevo automóvil.
Era tan reluciente como me imaginé. Tan grande y también de una bonita vista.
Yo sólo conozco lo básico que puede tener un automóvil de bajo precio, pero éste tenía tantas cosas que debía de estudiar.
Ya adentro y en el asiento del piloto, lo encendí... Espero no haber olvidado como manejar.

...

...

¿Qué decir? Derek me estuvo guiando en su coche mientras yo iba en el mío... O el de Will... Le seguía el paso sin perderlo de vista, aunque cuando eso llegaba a suceder, Derek se estacionaba para esperar por mí. ¿En serio ya perdí el toque de manejar? La última vez alguien estrelló el mío y eso provoco una gran historia... Una muy larga.

No tardamos mucho en llegar a la casa de Derek. Quizá una hora aproximadamente pero eso fue gracias a todo el tráfico acumulado que nos topamos.
También, aprovechaba cada instante para revisar más el coche. Pensé que sería buena opción que Will personalmente me enseñase todo esto.

La casa de Derek era grande y al igual elegante. Supongo que era de esperarse viniendo de un buen médico y con un buen sueldo.
Dos pisos, un jardín con bonitas y cuidadas flores y alguna rosa naciendo.
La puerta era de madera, café claro y toda la casa estaba pintada de blanco, aunque los extremos tenían una línea color negro para ver mejor cada división de la casa.
Había dos ventanas en el piso de arriba y eso me hizo pensar en algo... Esas deben de ser las habitaciones, ¿Pero por qué dos? Derek vive solo por todo lo que me había contado.

Estacione el coche enfrente de la casa, antes del automóvil de Derek, quedando casi juntos.
Eso es algo que también me preocupo. Con dos coches, sería difícil meterlos en el hogar.

- ¡Hemos llegado Alexander! - Derek estaba justo sobre mi cristal. Yo seguía dentro del coche para así ver la casa - Antes de que bajes, quiero revisar que todo adentro este bien. No quiero dar una mala impresión el primer día.

Derek se fue a paso rápido hasta la puerta de su casa, sacando sus llaves y acto seguido, abriendo la puerta para entrar.
Aproveche que no estaba para salir del coche mío... O de Will... Ya no sé cómo decirlo... Salí y fui hasta la cajuela. La abrí con la llave para llevarme una sorpresa.

Había una caja de color azul y con el logo de un pastel encima. Junto a ella venía una nota:

Espero que el coche no te haya molestado de nuevo Alex. Si es el caso, espero que esté pastel pueda relajarte.

De: William Evans.
Para: Alexander Smith.
XOXO

Supongo que mis mejillas estaban rojizas hasta este punto. Mi rostro tenía una gran sonrisa y mi cola se movía por si sola de la felicidad.
"Eres un tonto Will" pensé.

Ahora sí que me tomo por algo que tanto me gusta y algo que tengo tanto tiempo sin probar y por suerte mía, estaba bien el pastel a pesar del viaje... Será dulce como Will y lo sé muy bien.

Con el pastel en manos, la vista al cielo azul y despejado, suspire...

Estoy de nuevo en el juego a pesar de los problemas que tuvimos que pasar.
Muchas gracias Will. Esta vez todo será mejor para nosotros.