×Roier - Relación tóxica×

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Platos, destrozados en el frío piso de la cocina; el azabache ya hacia recargado en la barda de la cocina con la mirada baja, recuperándose de la golpiza que su "pareja" le había proporcionado esa mañana. Aún se preguntaba el por que Roier insistía en que eran una pareja, después de todo, el pelicastaño nisiquiera lo invito a una cita o siquiera hizo algo para enamorarlo.

Nat - dijo Roier que se encontraba recargado en una pared de la cocina, observando lo que había hecho, sin ningún remordimiento - ¡Natalan! 

El azabache estaba perdido en sus pensamientos, cuando escucho que lo llamaban, levanto la mirada - ¿Qué pasa? - fue lo único que salió de su boca.

Roier rodó los ojos ante la actitud del de máscara, para luego acercarse a paso amenazante y tomarlo de la cara con ambas manos - No quiero que vuelvas a verlo - dijo fríamente, para luego juntar sus labios con los de Natalan, este correspondió pues sabía que si no lo hacía recibiría otra golpiza y el no quería eso.

La tarde llego y Roier ya se había retirado a su hogar, Natalan estaba por ir a la sala para ver un poco de televisión cuando alguien llamó a la puerta - agh, y ahora que chingados quieren - dijo con fastidio pues no estaba de humor para visitas, con pesadez se levantó del sofa y se dirigió hacia la puerta, al abrirla se encontró con su buen amigo Rodny.

Buenas tardes Natalan - dijo alegremente el rubio, pero su expresión alegre cambio rapidamente a una de preocupación al ver a su querido amigo golpeado a más no poder - hola Rodny, pasa - dijo el azabache para luego darle paso a su amigo.

¿Quieres algo de beber? - pregunto felíz el de máscara, siempre le gustó la compañia de Rodny, aunque nunca lo dijera - no gracias, así estoy bien - respondío amablemente para luego mirar a Natalan con tristeza - Nat, Roier te hizo eso, ¿no? - Natalan lo miro con un semblante serio, pues Rodny sabía muy bien lo que pasaba entre Roier y Natalan.

Si - dijo Natalan por lo bajo para luego abrazarse así mismo, quería llorar - pero no pasa nada, estoy bien, ya no me duele - dijo con una voz que parecía que romperia en llanto en cualquier momento, Rodny al ver eso corrió para abrazar a su amigo, no sabía que hacer o decir simplemente lo abrazo con todas sus fuerzas.

Pasaron las horas y Rodny ya tenía que irse, se despidió de Natalan para luego retirarse a su casa, no queria dejar a su amigo en ese estado pero Natalan insistió en que fuera a descansar.

Natalan caminaba a paso lento hacía su cama, estaba agotado y no sólo fisicamente - que día de mierda - fue lo que dijo para después tumbarse en la cama sin ningún cuidado y una vez más lagrimas recorrieron sus mejillas.

Se sentia fatal y no sabía que hacer, quería escapar de ese lugar y no volver nunca más, limpio las lágrimas con la manga de su sudadera y observó el pez dorado que se encontraba en la mesita de noche - te extraño - dijo en un susurro para después cerrar los ojos lentamente y dormir.

Todo era oscuridad a su alrededor - Nat-anal - caminaba sin rumbo - Nat - cada paso se volvia más pasado - hey Nati - fastidiado se dejó caer en la completa oscuridad, odiaba ese sueño, si es que no era una horrible pesadilla - ¡ya basta! - grito en desesperación - ¡quiero despertar! - talló su rostro con desesperación - porfavor - dijo casi inaudible, para finalmente despertar.

Un día nuevo, nuevas decepciones y traiciones.

Natalan abria sus ojos con pesadez, no quería dejar su comoda cama, pero tenía que, le había prometido a cierto chico que le ayudaría con los preparativos de su boda.

Quien diría que el destino tenía otros planes para el.

Bajo sin ganas hasta la cocina, no tenía hambre, pero sabía que si no comía aunque sea una manzana, terminaría en un desmayo, no sería la primera vez pero prefería evitarlo - mm, no quiero cocinar, así que - miro una caja de cereal sobre el microondas - cereal, será - como si el destino quisiera que Natalan no desayunara, alguien llamó a la puerta - ahg, ¿es enserio? - con mala cara fue hacía la entrada de su bello hogar para encontrarse con quien menos quería ver en ese momento, Roier.

Apenas si podía respirar, pues Roier no lo dejaba - ayer vino Rodny a verte, ¿no es así? - repartía besos húmedos en el cuello del azabache - ¿le contaste lo que te hice? - Natalan apenas si entendía a Roeir pues la falta de oxígeno no lo dejaba - dime, ¿lloraste mientras le decías todo? Eh, Natalan ¿lo hiciste? - Roier finalmente retiro su mano de la boca de Natalan, dejándolo respirar - sabes lo que pienso acerca de eso, no me gusta - comenzó a desvestir al contrario mientras lo besaba "amorosamente" pues de amor no había un comino, sólo había deseo y lujuria, se separó sólo para ver el rostro lleno de lágrimas de quien decía amar - oh vamos Nat, se que te gusta, no tienes por que poner esa cara - Natalan no quería seguir pero sabía que si decía algo, cualquier cosa, Roier volvería a golpearlo, así que, se quedo ahí, dejando que Roier hiciera lo que quisiera con el, después de todo. ¿Quién no lo hacía?

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Me dolió escribir esto ah-

Dedicado a: Floxy y Coffee

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