Capitulo 1.

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A veces pienso en una cita que leí, ya hace mucho tiempo;

"La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido".

Bueno, siempre he tratado de buscarle un significado parecido a mi vida, pero a mi corta edad he vivido más problemas de los que muchos en la mayoría de su vida.

¿Cómo llegue a esta conclusión?

Pues mi padre, si se le puede llamar así, es un alcohólico sin trabajo, que quien sabe de dónde saca el dinero para tomar, y la verdad no me interesa, pero a veces roba el dinero que mi madre reúne durante la semana para comer y lo gasta para saciar su asqueroso vicio.

Mi madre, bueno ella es la persona más importante en mi vida, la que siempre trata de enseñarme el mejor lado de la vida y de darme todo el amor y cariño que puede darle una madre a su hija y que, aunque en ella oculta mucho dolor y sufrimiento, siempre me regala la mejor se sus sonrisas... me trata como una madre trata a su hija. Pero no soy ciega y me doy cuenta cuanto sufre y estoy consciente de nuestra situación económica.

A veces también bebe pero no tan seguido y cuando lo hace se deshace en disculpas y promete no volverlo a hacer, siempre termina recayendo, pero no la culpo no es fácil soportar a Peter, asi se llama mi padre. Cuando eso pasa yo desaparezco todo el día, no me gusta verla en ese estado, y llego para hacer la cena con lo que haya o lo que consigo robar de algún restaurante o cafetería, solo para mí o para las dos.

Como es de esperarse, en este tipo de "familias", Peter trata mal a mi madre: la golpea, la insulta, la humilla y la trata como una puta...

Cuando era pequeña, y eso sucedía, ella me decía que me encerrara en mi cuarto y me contaba una historia para dormir. Siempre me dormía antes de que terminara la historia, pero por la mañana, y en los 2 días siguientes, ella evitaba que yo la viera yendo temprano al trabajo y llegando tarde de noche.

Pero una noche fingí que me dormí y cuando escuche que cerró la puerta de mi habitación, después de arroparme y darme un beso en la frente, me levante y entre abrí un poco la puerta, entrando un rayo de luz a mi habitación a oscuras, para ver que hacían y escuche como él le gritaba y ella mantenía la cabeza gacha y le decía, con un hilo de voz, que no hablara tan alto porque yo estaba dormida. Pero no le hacía caso y le gritaba que lo mirara a los ojos, y como no lo hacía por miedo, su rostro la delataba, tomo el rostro de mi madre entre sus dedos, levantándolo ligeramente, y la golpeó con su puño cerrado en la mejilla.

En ese momento me sobresalte, separándome de la puerta, y me tire corriendo en mi cama, mientras sollozos y lágrimas acudían a mí.

En ese momento comprendí el porqué de sus desapariciones en los días siguientes.

En la mañana, desperté antes que el sol, la espere en la cocina y cuando entro le conté que había visto lo que pasó la noche anterior. Ella me dijo que era tema de adultos y que no debía intervenir ni preocuparme, que no era nada. No quede muy convencida, pero le creí.

Varias veces he intentado defenderla, pero ella me detiene con una mirada de "No te preocupes, estoy bien" y yo desaparezco por las escaleras de incendio para no escuchar como discuten.

Me preguntaba porque seguían juntos, ya que, siempre que a él se le pasa la borrachera, se encierran en su cuarto y cuando salen están felices y cariñosos, como si nada hubiera pasado.

Una vez escuche su conversación y le dijo que lo que había dicho, estando borracho, no era verdad, y que perdón y que la amaba y todas esas estupideces que dicen los hombres para que una no los deje.

Trate de convencerla, varias veces, de que lo dejara y nos fuéramos las dos a re hacer nuestras vidas juntas, pero se negó, diciendo que lo amaba y que el solo estaba enfermo.

Sí, claro.

Pero en fin.

Vivimos en los barrios bajos de Seattle, en un pequeño departamento, y cuando digo pequeño es pequeño, consta de dos cuartos, un baño y una sala/cocina, también tiene unos cuantos muebles viejos y más o menos dañados que Peter consiguió en una apuesta con sus amigos.

Ah!

¿No lo mencione antes?

Peter tiene una obsesión con las apuestas, por eso casi no está con nosotras, para mi mejor, así no me molesta con que me consiga un hombre adinerado y me case con él para salir de la mísera. Una vez lo considere pero me di cuenta que no quiero aprovecharme de los idiotas que con un par de piernas regalan hasta su alma, aunque yo robe, no soy fan de hacerlo lo hago por pura necesidad, además es mi futuro y lo viviré cómo se me pegue la gana.

El departamento lo paga Stella, mi madre, con el poco dinero que gana limpiando otros departamentos del edificio, a veces la ayudo con los gastos cuidando los hijos de los vecinos.

Por cierto, me llamo Amanda Patterson, pero me dicen Mandí; si, si como Billy y Mandí, así siempre me molestaban, por eso no tengo vida social. No me molesta. Prefiero el anonimato.

Solo mi mejor amiga Charlotte, le dicen Charlie y vive en el edificio del frente. Íbamos a la misma escuela desde niñas, ella está estudiando, ya que, su madre trabaja en la universidad y les ofrecieron una rebaja, bastante considerable, en el costo de la carrera que eligiera. Ella y yo creemos que el director de la universidad está loco por su madre, porque Lucí, la madre de mi amiga, es una mujer muy guapa que no aparenta los treinta cinco años que tiene. El padre de Charlie, las abandono cuando ella tenía 2 años.

Tengo 18 años y no me he largado de aquí porque no quiero dejar sola a mi madre con ese cabrón que se hace llamar mi padre. Ya termine la escuela y no tenemos dinero para pagar los estudios de una universidad.

Cuando salí del colegio me ofrecieron una beca por mis altas notas, pero la rechace por mi madre. Ella me insistió en que la tomara y me fuera de aquí a rehacer mi vida en otro lugar, pero no la quería dejar sola con él.

***

Gracias por leer...

Protección de testigos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora