Passionate Stranger ©

Nueve Años Atrás....

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     ―Megan, necesitamoshablar cariño. —dijo Giuseppe, tomando mi mano y llevándome hacia las escalerasdel instituto―Como sabes, mamá se va ésta semana de vuelta a Francia. Y me irécon ella y entraré a la Universidad en Paris.

—Lo sé, Gus. —dije, Giuseppe ha sido mi novio por los últimos dos años. Su madre y él se mudaron a España cuando el tenia trece; el mismo año en que su padre murió.—Me lo dijiste hace dos semanas, en tres meses empiezan las registraciones en las Universidades. Debes estar muy feliz...

—Sabes que te amo Megan, me duele dejarte. Pero mamá necesita mi apoyo, ahora que mi padre...

—Lo sé no hace falta que lo digas... Bueno, esto es incómodo. —suspiré pesadamente.

-No quiero que terminemos Meg. —dijo, sujetandomis manos. 

Giuseppesiempre ha sido apasionado, de hecho él es a quien me entregue por primera vezhace casi un año. Fue nuestra primera vez, él nunca lo había hecho tampoco;recuerdo que estaba muy nervioso. Dijo que había visto películas guarras parasaber qué hacer. Aún muero de risa cuando lo recuerdo.

—Podemosintentarlo un tiempo así, tú aquí en España y yo en Francia, además trataré devenir en vacaciones...

—¡No, Giuseppe! No es lo mismo... Las relaciones a distancia no funcionan. Tú tienes que seguir adelante. —dije, él no puede pensar así, es ridículo. —Es por el bien de ambos.

—¿Acaso no me amas, eseso? —preguntó, y veía en sus ojos color miel que estaba herido. Yo no queríaherirlo, pero estaba muy confundida últimamente. Tal ves fuera por su próximoviaje pero... yo tampoco quería sufrir.

—Claro que te amo. —las palabras salieron vacías de mis labios, no es que no lo quisiera... pero ya no sabía si era amor o si su partida hacia vacilar mis sentimientos por él—. Pero todo pasa por algo, ¿no crees? el destino nunca se equivoca. Siempre hace lo que cree que es mejor para nuestras vidas.

—Megan, no sé qué pensar. Suenas tan fría, no hay calidez en tus palabras ni dulzura en tus ojos, es como sino fueras tú. ¡Estás echándome de tu lado, incluso antes de que me vaya! —exclamó con incredulidad —. ¿Por qué? Dime qué cambió para que no quieras intentarlo. "El amor todo lo puede, todo lo perdona, todo lo resuelve, busca soluciones". ¿Acaso no lo recuerdas? Tu familia es religiosa, tú más que nadie debería saberlo.

—Giuseppe, no me presiones. ¡Todo esto me tiene hecha un lio! No sé qué va a pasar. Lo único que sé es que es estúpido tratar de arreglar algo que no tiene opciones —. Estaba tan desesperada, que no me fijé en las palabras que usé.

—¿Así que crees que nuestra relación es estúpida?—preguntó—. No, espera... creo que yo soy el estúpido, mis sentimientos hacia ti son estúpidos a lo mejor. Porque yo sí te amo, eres la única a quien he amado. No te reconozco, Megan. —rió amargamente—. Y por mas ilógico que suene no puedo dejar de amarte. Y no creo que lo lograría incluso aunque lo intentara.

—Giuseppe, eso no fue lo que quise decir. Tú no eres estúpido, eres elchico más dulce del mundo. Y me siento como una perra sin sentimientos portratarte así. Tú no te lo mereces. —ahora yo estaba llorando y no sabía por qué—Pero tu madre te necesita y siempre vamos a ser amigos aunque no estemos juntos.

—Es mejor que no sigas hablando, Meg. Porque lo empeoras... Tampoco creoque debas pensar en ti como una arpía insensible, por lo que dijiste. —habíadolor en sus ojos, dolor que yo provoqué con mis palabra; me siento como unamierda.

Nos miramos por largo rato, ninguno decía nada; solo nos retábamos con la mirada. Seguramente él jamás volverá a hablarme, no solo perdí un novio; sino que también un amigo.

—¡Giuseppe, cariño! —llamaron, con un muy marcado acento francés. Sí, la madre de Giuseppe estaba aquí para llevarlo a casa, ya que su auto entre otras cosas, ya habían sido trasladados a Francia. Ella y yo nunca nos caímos bien, no soy el prospecto de chica que quiere para su hijo, dice que las españolas no sabemos comportarnos y que somos unas libertinas.

—¡Ya voy, mamá! Bien, prácticamente éste es mi último día en el instituto; ya que los demás días vengo a llevar documentos de traslado y esas cosas. —se detuvo y esperó que yo dijera algo.

—Giuseppe, nene, no tenemos tiempo de sobra. Como para que estés perdiéndolo. —esa señora tenía un problema conmigo. Según ella, yo acabaría rompiendo el corazón de su hijo... ahora que lo pienso, no estaba equivocada.

—Siento mucho todo lo que dije, Giuseppe. Espero que no me odies. —baje la mirada, ni siquiera podía mirarlo —. Yo te quiero y espero que te vaya muy bien, lamento que nuestra despedida se haya jodido...

—Está bien, no te preocupes. Yo no te odio, jamás lo haría. Supongo quesoy masoquista... ¡oye! —puso sus dedos bajo mi barbilla y levantó mi mirada parapoder ver mis ojos—. Eres preciosa, eres la chica más lista de todas, nuncaencontrare a alguien como tú. Tus ojos negros tan profundos como un agujeronegro en el espacio, igual de profundos, oscuros y cautivadores. Peligrosos y atractivos...

—Tú siempre tan poético. —sonreí, mientras me sonrojaba.

—Espera, aún hay más. Tus labios, tan suaves cuando te doy un beso y lasonrisa más alegre y hermosa que he visto, tan radiante que puede provocarsonrisas hasta el más miserable de los hombres. Cuando te sonrojas, es como veruna increíble lluvia de flores de loto y un rosa tan intenso cuando te enojas oexcitas, créeme cuando te digo que soy el hombre más feliz del mundo por habercompartido contigo tantas cosas increíbles y únicas. Tú fuiste, eres y serás laúnica mujer con la cual querré compartir el resto de mis días.

Yo no podía procesar todo lo que éste chico estaba diciendo en éste momento, era simplemente increíble.

—Megan Vidal. Tú eres mi primeramujer y serás la última, lo juro. —acto seguido, bajo sus labios a los míos yme besó tan profundamente como nunca antes, un beso lleno de promesas, tanintenso que no parecía el de un chico de casi dieciocho años.

—¡Giuseppe, vamos chiquillo!-apuró su madre. Pero  l seguía entregándome en su beso, muchos sentimientos. Eran tan intensos que no pude intentar reprimir las lágrimas, lloré como una magdalena.

—Te amo Meg, y esta no es la última vez que nos veamos. Tenlo por seguro.—me abrazó, dió la vuelta y corrió a donde su madre se encontraba, la saludó y subieron al auto que desapareció rápidamente. Dejándome con más sentimientos encontrados que antes y preguntándome, si lo que había hecho fue una estupidez o lo mejor que podía haber hecho...

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Quiero dar las gracias a mi amiga @Dayana_GM por su confianza en mí. I really appreciate it, dude! Tú comenzaste con ésto, girl. Tienes una mente muy creativa y eso es genial.  Love U. X