Sordo - Bakugo Katsuki

C A P Í T U L O 3

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Me encontraba en el almuerzo con Kirishima, Bakugo no había ido a la UA, Kiri estaba triste por eso, a mí no me importo mucho si Bakugo no había ido, me importaba más cómo se sentía el pequeño Kirishima.

[...]

Estaba saliendo de la escuela con Todoroki, pero había una chica en la salida de la UA, al parecer estaba esperando a alguien importante, casi pasando a su lado, me tocó el hombro, estaba un poco preocupada.

— ¿Has visto a Bakugo Katsuki? - preguntó, mientras me miraba a mí y a Todoroki.

— No llegó a clases hoy, pero llevó su tarea, el maestro me las dió para que se la fuera a dejar. - la chica sonrió un poco.

— ¿Entonces van a casa de Katsuki? - asentí, ella tomo el brazo derecho de Todoroki, parecía confiada. Caminamos hasta la casa de Bakugo.

Al llegar a su puerta, ella soltó el brazo de Todoroki y tocó la puerta, la madre o la que parecía ser su madre, abrió la puerta, al ver a la chica su cara "normal" se convirtió a una de desagrado.

— Otra vez tú. - dijo enojada, al parecer a la madre de Bakugo no le caía bien la chica, ella paso a un lado de la señora, ella nos miró y yo trate de sonreír, pero no sirvió para nada - ¡Hola! ¿Que los trae por aquí? - su sonrisa había aparecido.

— Vengo a dejar la tarea del señor Bakugo Katsuki, no fue a clases y- la señora había puesto una mala cara, enojada, parecía que echaba humo.

— Pero Katsuki si fue a la escuela, yo vi cuando salió de casa, lo vi salir con su uniforme. - su madre iba a estallar, pero escuchamos unos pasos atrás, giramos nuestras cabezas y casi la mitad de nuestros cuerpos, era el rey de Roma - ¡Bakugo Katsuki! ¡Hijo del demonio! - su madre salió de su casa y nosotros nos hicimos a un lado para no estorbar.

Dejé el sobre donde llevaba las tareas en el suelo, tome el antebrazo de Todoroki y empezó a caminar, no quería ver esa espantosa pelea de madre e hijo. Salimos de todo ese ambiente incómodo, ya estando lejos, Todoroki me quería acompañar hasta las puertas de mi hogar, no quería que fuera hasta allá, ya había caminado demasiado.

— No hace falta acompañarme, puedo ir sola a mi casa. - igual trate de sonreírle, pero no funcionó.

— No me iré. - fue lo único que dijo para después quedarse completamente callado.

Tardamos 5 minutos para que yo volviera a decir una palabra - Al fin conocimos a la novia de Bakugo, es medio extraña, parecía muy confiada.

— Se nota que no es de aquí, tiene un cuerpo más desarrollado, parece que no sabe lo que significa espacio personal. - lo mire, parecía que estaba a punto de sonreír, pero no lo hizo.

Llegamos a la puerta de mi casa y me despedí de él, entre, cerré la puerta sin mirarlo y me quite mis zapatos, entre más adentro, subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, lo normal.

[...]

Hoy nos dieron un día de descanso, estaba caminando en el parque, me senté en una banca, pero a lo lejos vi pasar a alguien, era Bakugo y la chica bonita, iban caminando, ella estaba agarrada de su brazo izquierdo, justo igual como abrazo a Todoroki, la cara de él era peor como la que siempre tiene, estaba enojado, parecía que quería explotar, ella parecía una molestía.

Me acosté en la banca, ya que nadie estaba ahí, cerré los ojos, quería dormir, no me importaba si había gente viéndome. Escuche como la risa de alguien se iba acercando, era una risa chillona y molesta, cualquiera diría que parecía un mono. Abrí los ojos y ahí estaba ella, la chica bonito ojos azules y pelo rubio, parada frente a mí, parecía que llevaba un rato observando me.

— ¡Hola tú! - parecía alegre, pero era molesto.

— Hola... - Me senté, esa chica me había puesto de malas.

— Katsu y yo íbamos caminando por aquí, pero te vimos desde lejos y quisimos saludar. - su sonrisa era enorme, pero falsa.

— ¿Quisimos? - mire a Bakugo que estaba molesto, pero solo miraba a un lado.

— Bueno, quise. - dijo rodando los ojos.

Me quedé callada, pero a lo lejos ví una salvación, era Midoriya, amigo de la infancia de Bakugo y actualmente "enemigo", levanté mi brazo derecho tratando de que me viera, por suerte lo hizo y vino trotando hacía mí.

— Midoriya, que bueno que te encontré, quería hablar sobre la tarea que dejaron hace unos días y no pude entregar. - mientras hablaba me levanté y pase mi brazo derecho por sus hombros mientras caminaba, lo que había dicho era mentira, pero mentiría hasta mi muerte, si fuera para alejarme de ella.

Midoriya me siguió la corriente, pero estaba confundido, al estar lo suficientemente lejos de ellos, lo mire y sonreí.

— ___, entregas todas tus tareas, no hay ninguna que no hayas entregado. - parecía demasiado confundido, me dió un poco de gracia saber que el sabía que entregaba todas mis tareas.

— La novia de Bakugo es muy irritante, que asco. - Camine un rato con él, pero nos encontramos con Todoroki.

Hablamos entre los 3, dimos unas pequeñas risas, yo si trataba de sonreír, pero tristemente nunca salía, Midoriya tubo que irse, tenía cosas que hacer y lo dejamos ir, ahora solo estábamos Todoroki y yo. Caminamos por el parque en silencio, pero como siempre yo tuve que empezar a hablar.

— Se nota que le gustas mucho a Momo, creo que esto debería acabar. - lo mire y le di una pequeña sonrisa cerrada.

— Momo aún no me a dicho nada, esto tiene que seguir. - miraba el suelo, era un poco triste, pero también se veía tierno, sentía lastima por él.

— Okey, aunque parece que las chicas van a empezar a sospechar. - él levanto la mirada, su rostro estaba serio, pero parece que quería decir "¿Disculpa?" - Que raro que una pareja no se hayan tomado de la mano o abrazado. - me desagradaba la idea, pero era necesario para el plan.

— Oh, cierto, entonces... - paso su brazo derecho por mi cintura y me jaló hacia él - ¿Debería ser así? - me miró con sus lindos ojos y yo solo mire a otra parte.

— Creo que sí. - no se porque sentía mis mejillas arder, pero esto no me estaba gustando.

[...]

Ya estaba en casa, jugando juegos en mi teléfono, pero me llega una llamada de un desconocido, contestó y hablo.

— ¿Hola? - normalmente no me llegaban llamadas de desconocidos.

— ¡Maldita niña clima! - escuché gritar a alguien, me aleje un poco el teléfono del oído - ¡Por culpa del mitad y mitad y tuya me dieron una golpiza! - este tipo estaba que ardía, pero ya sabía de quién se trataba.

— Hola Bakugo, yo también te quiero, gracias. - fue lo único que dije para después colgar.

Estaba cansada, puse mi alarma para mañana levantarme temprano, acomode mi cama, me acosté y me dormí.

"Escape de las rubias."