Al tener al hombre en el piso, lo acercó a las patas de la cama y la levantó, dejándolo bajo una de ellas junto con el peso de toda la cama sobre su pecho, haciéndolo gritar de dolor.
Cerró la puerta de la habitación con llave y al ver que los policías se adentraban a la casa sacó las sábanas anudadas y las lanzó por la ventana, permitiéndole una escapada perfecta.
El hospital María era el mismo en donde su madre estaba internada, no le costaría tanto la llegada.
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Hicieron que se colocara un conjunto blanco, para luego traspasarla a otra habitación más sola y con varios médicos.
- No causes problemas - le susurró una enfermara para después dejarla dentro del cuarto.
Dio varios pasos y a un costado suyo se encontraba un gran cristal, por el cual identificó el rostro sonriente de Historia.
Ella también sonrió, sabía con claridad que esa estúpida sonrisa no le duraría mucho, se acercó y un médico subió su manga de la playera para poder inyectarla después de un discurso que justificaba su sentencia y las razones.
- Mikasa!! -
Al estar a la mitad de ello escuchó la voz de su preciado novio, de Eren; decidió prestar atención.
- ¡¡Mikasa!! - sí era él.
Se acercó al cristal, llamando la atención de todos los que estaban ahí, el castaño llegó al pasillo y vio el rostro de su amada, aún no estaba muerta. Se acercó con prisa pero los guardias le impidieron seguir.
- No...esperen, ella... - justificaba pero lo tomaron rodeando su cuello y sometiéndolo.
Mikasa se alertó por eso y volteó hacia un lugar donde había un banco, lo tomó y se fue contra el cristal, rompiéndolo; las enfermeras la tomaron.
- ¡¡No la toquen!! - reclamó Eren para seguir forcejeando y tratar de liberarse
- ¡Eren! - dijo con emoción y miedo al mismo tiempo, también trató de liberarse pero no pudo, la sometieron entre tres enfermeras y prepararon la jeringa con el líquido que la doparía.
- ¡¡No!! - reclamaba.
La tomaron a la fuerza y tomaron su brazo, introduciendo la aguja en su intravenosa y dejando fluir el líquido en su organismo. Ambos se miraron con miedo, de verdad se estaban despidiendo, comenzó a sentirse mareada, sus ojos comenzaban a pesar. Tomaron a Eren de otra manera menos riesgosa.
- ¡¡No...Mikasa!! - sus lágrimas comenzaron a brotar, tanto en él como en la azabache.
Ella sonrió con tristeza y siguió con su llanto silencioso.
- Dobla tu brazo, amor por favor, dobla tu brazo!! - suplicó mientras la veía llorar, ella sonrió con tristeza y dificultad.
- Te amo - dijo en un último suspiro y sus ojos comenzaron a cerrarse, mientras la soltaban; se miraron por otro momento hasta que Mikasa cayó al suelo.
Historia ordenó que lo dejaran libre, de todos modos...ella ya estaba muerta.
Al pisar al suelo, se acercó a ella y la tomó en sus brazos, llorando y suplicando que no muriera, que no se fuera, que no lo dejara, dobló su brazo para que el líquido no viajara por todas sus venas, pero Mikasa ya no escuchaba con claridad, su conciencia comenzaba a dormirse mientras seguía respirando.
Sus lágrimas no se detuvieron, acariciaba su rostro varias veces, sintiendo su dolor en el pecho incrementar.
- No vale la pena que sigas así, las personas como ella deben ir a donde les pertenece...el infierno - dijo, haciendo enojar al chico
- ¡¡Cállate!! ¡Cállate y lárgate! Ya la viste desvanecerse así que ahora lárgate! - gritó
La chica se fue, al fin y al cabo, ya no tenía más cosas que hacer ahí.
- Por favor...no te vayas, quédate conmigo por favor...yo te amo - suplicaba mientras unía sus propias frentes mientras sus lágrimas caían en su blanco rostro.
- No...llo-llores..por-favor...n-no llo-res - susurró con dificultad, llamando su atención - Igual....te-te amo - sus ojos se cerraron.
La cabeza del castaño comenzó a negar y suplicar que despertara...no fue así, dobló con más fuerza su brazo.
Poco después el Médico superior y jefe del hospital salió de un consultorio, encontrando la escena.
El cristal de la habitación roto y del otro lado un chico llorando con alguien en brazos.
- ¿Qué pasó aquí? - preguntó
Una enfermera suspiró y decidió contestarle.
- Un caso de muchos otros, pero éste se salió de control - dijo con mirada ridiculizada observando al chico.
El hombre se acercó y se hincó cerca de Eren.
- ¿Era algo tuyo? - preguntó tratando de entender más
- El amor de...mi vida - contestó
Esa palabra llamó la atención del médico y al ver que doblaba su brazo tomó la muñeca de la chica.
- Su pulso se debilita - dijo
Se levantó y miró a un asistente suyo, tomando su hombro y devolviendo la mirada a la enfermera.
- ¿Le sacaron sangre? - preguntó
La enfermera asintió.
- Averigüen que tipo de sangre es y traigan reservas - ordenó
La enfermera se exaltó y Eren prestó atención a sus palabras.
- Pero...Sr. Smith, eso... - interfirió
- Es una orden, acatenla - dijo y volvió a acercarse al chico.
- ¿Me permites...? - le preguntó al chico, él se lo permitió y cargó a Mikasa con el brazo aún doblado.
Lo miró y le sonrió, brindandole tranquilidad y confianza.
- Haré lo que pueda pero intentaré de cualquier modo para salvarla, te recomiendo que vengas hasta mañana...esto tardará - dijo y dió media vuelta.
- ¿Pero se salvará? - preguntó angustiado
- Haré lo que pueda - dijo y se marchó con la azabache en brazos.
Salió del hospital con mala gana y con una actitud decaída y triste, empapándose con el agua de la lluvia que caía, dirigiéndose a la casa de la azabache con aquella llave que le dió aquél día antes de todo eso.
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No podrás....escapar de mi 🔪😍
عشوائيSe que algo en mi está mal...lo sé. Pero aquél día que te conocí sentí la necesidad de tenerte conmigo y solo conmigo. Eren...Eren Jaeger...serás mío y de nadie más, no dejaré que nadie más se te acerque, me encargaré de eso. Olvídate de tus amigos...